ESPECIAL / Un Nobel sin fiesta: Todo mal con María Corina Machado
El Premio Nobel de la Paz no logró el efecto que esperaban
09/12/25.- “Todo mal con María Corina Machado. No desde el momento en que fue anunciado que le concedían el Premio Nobel de la Paz, sino desde mucho antes, desde que su liderazgo se trasladó a las redes y a la oposición extremista de derecha, que es básicamente lo mismo”, estima el analista zuliano Ramón Duarte.
Y es que desde el minuto cero ya la cosa no pintaba a celebración. Ella misma, dijo que llamó a Donald Trump para dedicarle el premio. El flamante presidente de Estados Unidos, en tanto que había declarado públicamente su deseo de que le dieran ese premio respondió, como es su estilo, con un desprecio absoluto.
En agosto pasado, la prensa británica difundió el contenido de una llamada que el jefe de la Casa Blanca hizo al ministro de finanzas noruego Jens Stoltenberg. Dice el informe de la prensa, que el ministro “caminaba por la calle en Oslo, Donald Trump llamó… Quería el premio Nobel y discutir los aranceles”.
A la pregunta de los periodistas, Trump no se tomó ni la molestia de llamarla por su nombre, declaró: “La persona que realmente ganó el Premio Nobel me llamó hoy y dijo: ‘estoy aceptando esto en tu honor, porque realmente te lo merecías’. Entonces, dámelo a mí’, aunque creo que ella podría haberlo hecho”.
Una más
La venezolana María Machado, autora intelectual de las sanciones económicas que Estados Unidos impuso al pueblo venezolano, comparte el dudoso honor de Nobel de la Paz, con reconocidos genocidas.
Por mencionar algunos de los que merecieron ese “honor” antes que ella podemos citar:
Woodrow Wilson. Nobel 1919. Padre del liberalismo. Firmó una ley que forzaba la esterilización de criminales y personas con problemas mentales. Entre sus frases más recordadas se encuentra: “No hay posiciones de gobierno para negros en el sur, el lugar de un negro está en los sembradíos de maíz”. Institucionalizó sus ideas racistas y xenófobas al segregar el empleo público en 1913.
Henry Kissinger. Nobel 1973. Le otorgaron el premio compartido con el vietnamita Le Duc Tho, quien rechazó de plano el premio. Kissinger estuvo implicado directamente en el golpe de Estado en Chile contra Salvador Allende. Fue uno de los principales ideólogos del Plan Cóndor, que produjo cerca de 80 mil asesinatos. Brindó apoyo al régimen indonesio del general Suharto, acusado del genocidio de la población de Timor Oriental, donde se cuentan 200 mil víctimas.
Shimon Perez. Nobel 1994. Fue ministro de Exteriores de Israel. Formó parte de una milicia responsable de actos de limpieza étnica en villas palestinas durante la Nakba. También ofreció vender cabezales nucleares al régimen del apartheid en Sudáfrica y fue uno de los promotores de la brutalidad y el asedio continuado en contra de la Franja de Gaza durante su gestión como ministro de Exteriores en la presidencia de Ariel Sharon.
Barack Obama, expresidente de EEUU. Nobel 2009. Posee un récord, hasta ahora imbatible para otros ganadores: en sus ocho años de presidente no pasó ni un solo día sin guerra. Decretó la tercera guerra en Irak (contra Estado Islámico), dio continuidad a la invasión en Afganistán (contraviniendo sus promesas de campaña), respaldó el derrocamiento de Mohamed Kadaffi en Libia. También emprendió acciones militares en Libia, Pakistán, Somalia y Yemen. Y emitió un decreto que declaró a Venezuela como “una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad de Estados Unidos”.
Juan Manuel Santos, expresidente de Colombia. Nobel 2016. Se otorgó el premio tras la firma de un acuerdo de paz con la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). No obstante, según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), para 2020 habían sido asesinados en Colombia 252 líderes sociales y defensores de derechos humanos, 10 familiares o personas relacionadas con líderes sociales, y 53 excombatientes de las FARC firmantes del Acuerdo de Paz con el Gobierno. Mientras que la ONU dijo que en octubre de ese mismo año, se registraban por lo menos, 42 masacres en el país.
Por cierto, Hitler y Mussolini también estuvieron nominados al nobel de la paz.
Sin fiesta
No solo Trump le hizo un desplante a María Machado, también hizo lo propio el Consejo de la Paz noruego.
Se trata de una organización que agrupa a 17 organizaciones pacifistas de Noruega y a unos 15.000 activistas. Este consejo anunció que no organizará este año la tradicional procesión con antorchas por el centro de Oslo, y que tradicionalmente ocurre el día de la entrega del Nobel de la Paz, desde 1954. Todo esto por su desacuerdo con la elección. El consejo “no siente que la ganadora de este año esté en conformidad con los valores fundamentales del Consejo de la Paz noruego o nuestros miembros”.
En una carta abierta, escrita por el argentino Adolfo Pérez Esquivel y que tituló de Nobel a Nobel, comienza diciendo: “Me sorprendió tu designación”.
Luego, Pérez Esquivel le comparte a Machado otro de sus asombros, “me sorprende”, le indica, “como te aferras a los Estados Unidos y debes saber que no tiene aliados, ni amigos, solo tiene intereses”.
El argentino, que a sus 94 años no ha detenido su lucha por la defensa de los intereses de los más pobres le remata la carta, echándole en cara lo más abyecto que ha hecho la opositora: “me preocupa que no hayas dedicado el Nobel a tu pueblo y si al agresor de Venezuela (...) tienes que analizar y saber dónde estás parada, si eres una pieza más del coloniaje de EEUU sometida a sus intereses de dominación”.
El 10 de diciembre se entrega el Nobel de la Paz. A decir del analista Diego Sequera, ese premio será “una inyección de esteroides” a María Machado, una dirigente alicaída y cuyo poder de convocatoria dentro del país, es casi nulo en la actualidad. Pero, agrega Sequera, todos los organismos resienten ese subidón, y ella no será la excepción.
ERNESTO J. NAVARRO / CIUDAD CCS

