Rostro de mujer|Venezolanas empoderadas, sin miedo a las dificultades

06/07/2025.- Las mujeres venezolanas son "echadas pa'lante", como reza el dicho, y ante las más difíciles circunstancias, asumen con hidalguía la responsabilidad de sacar adelante a los hijos, cualesquiera que sean las dificultades económicas o sociales. A menudo, son madres solteras o enfrentan la ausencia e ineptitud de sus parejas, lo que las impulsa a dedicarse a múltiples actividades para generar ingresos y sacrificar incluso sus propias necesidades en pro del bienestar familiar.
Aunque no se dispone de un porcentaje exacto a nivel nacional, diversos estudios y datos confirman que un número considerable de hogares en Venezuela son encabezados por mujeres, una realidad especialmente palpable en situaciones de pobreza. Es crucial reconocer y visibilizar el inmenso esfuerzo y la admirable fortaleza de estas féminas, cuyos casos de superación son en verdad heroicos.
Una de esas inspiradoras historias es la de Amarilis Guevara Parra, quien, tras diecinueve años de matrimonio y tres hijos, tomó la firme pero difícil determinación de poner fin a una relación marcada por la doble vida, el irrespeto y la falta de valoración.
Confesó Amarilis Guevara Parra:
Mi etapa de casada fue muy dura, era un antifaz, porque siempre hubo una doble vida en esa relación. A pesar de luchar por mantener unida a mi familia y tener presente la figura paterna, soporté muchas cosas, no fui valorada y quedé durante mucho tiempo marcada por eso.
Un día, decidida a cambiar su realidad, hizo tres maletas y se vino del interior para Caracas con sus tres muchachos, el menor de ellos de solo ocho años. En la capital, comenzó de cero, una tarea que no fue nada fácil. Con la ayuda de sus dos hijas adolescentes, se organizó y empezó a trabajar sin descanso para brindarles un futuro a sus hijos, quienes hoy son adultos, trabajadores, comprometidos, responsables y muy unidos.
Confesó a Rostro de mujer que la etapa de su niñez también fue bastante feliz, aunque compartió con sus hermanos juegos y travesuras, fomentando vínculos entre la familia. Además, dijo que se identifica con su progenitor, Carlos Guevara, quien siempre ha sido un hombre que ve el lado positivo en todos los escenarios.
Destacó:
A pesar de las dificultades y circunstancias de la vida que afrontó mi padre, siempre ha sido un hombre que no se rinde. Siempre me enseñó que, aunque uno esté partido, se debe seguir adelante. Hay que levantarse siempre, pase lo que pase.
Reconoció que durante su juventud fue rebelde, pues en esa época le encantaba ir a fiestas:
A papá no le gustaba que yo fuera a la discoteca. Había muchas reglas, pero yo las incumplía. Me encantaba bailar… Recuerdo que mis padres siempre se preocupaban y estaban atentos. Sin embargo, fui una chica muy centrada; nunca me permití caer en algo que me perjudicara.
Si pudiera retroceder el tiempo, le gustaría vivir nuevamente su juventud, "pero me quitaría la rebeldía, que me trajo muchas consecuencias". A su vez, añadió que cada día lo vive con intensidad: "Vivo en el presente, en el ahora, no quiero pensar en un mañana. Eso lo pongo en las manos de Dios, pues he decidido con autoconfianza y motivación vivir mi diario vivir".
En la actualidad, realiza a través de sus ingeniosas ideas diversas manualidades, en las que echa a volar su imaginación, explorando su creatividad, originando que cada día se vaya consolidando su emprendimiento llamado AmorEna:
Entre mis creatividades puedes encontrar flores eternas, que han sido tratadas para evitar que se marchiten, conservando su aspecto y color durante un largo período. También arreglos con globos y decoraciones para diversas ocasiones. Amo mi arte de las manos.
Exhortó que:
Nosotras las mujeres somos capaces de salir adelante. Nada es imposible… Siempre sueñen en grande y tengan presente que cuando atravesamos procesos, crecemos, maduramos y nos damos cuenta de que somos esas guerreras valientes y esforzadas que no se detienen ante las dificultades… Pero siempre tomadas de la mano de Dios, pues él es el único que puede sanar heridas y corazones rotos. Yo vengo de eso y hoy puedo decir con gran orgullo que soy victoriosa.
La historia de Amarilis Guevara Parra es un testimonio inspirador de la fuerza, la determinación y la fe de las mujeres venezolanas que, a pesar de las adversidades, luchan incansablemente por el bienestar de sus familias y demuestran que, con resiliencia y trabajo duro, todo es posible.
Amarilis Guevara Parra, inspiración en acción
Nirman García
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