Se investiga si ChatGPT afecta el pensamiento crítico en las personas

Reduce la activación de zonas cerebrales vinculadas a la creatividad y evaluación crítica

El uso habitual de ChatGPT dificulta restablecer el nivel de atención y memoria.

 

22/10/25.- Más de 800 millones de personas utilizan ChatGPT cada semana para resolver dudas, completar tareas y tomar decisiones, según datos recogidos por la revista estadounidense TIME, cifra que refleja la magnitud de la revolución que la Inteligencia Artificial (IA) está generando en la vida cotidiana, con una adopción acelerada en escuelas, universidades y entornos laborales de todo el mundo.

Mientras la tecnología avanza rápidamente y las inversiones millonarias impulsan el desarrollo de sistemas cada vez más sofisticados, también crecen las inquietudes sobre cómo aprovechar estas herramientas sin perder la autonomía personal ni sacrificar el pensamiento crítico.

Un estudio reciente del Massachusetts Institute of Technology (MIT) Media Lab, publicado el 20 de octubre, advierte que el uso intensivo de inteligencia artificial generativa, como ChatGPT, puede reducir significativamente la actividad cerebral, afectar la creatividad y generar una dependencia cognitiva que deteriora el pensamiento crítico y la autonomía intelectual, pudiendo perjudicar el aprendizaje, especialmente en los jóvenes.

Los investigadores, liderados por Nataliya Kosmyna, observaron que los participantes que usaron ChatGPT para escribir ensayos mostraron la menor actividad cerebral, problemas de memoria y un rendimiento inferior en tareas cognitivas, con ensayos calificados como "sin alma" y homogéneos.

Mediante un electroencefalograma los investigadores registraron la actividad cerebral de los tres grupos que participaron en la investigación y encontraron que aquellos que utilizaban ChatGPT presentaron la menor actividad cerebral y un “rendimiento consistentemente inferior a nivel neuronal, lingüístico y conductual”. A lo largo de varios meses, mostraron una tendencia a reducir progresivamente su esfuerzo, recurriendo con frecuencia al copiar y pegar para el final del estudio.

Entretanto, el grupo que trabajó exclusivamente con su propio cerebro mostró la mayor conectividad neuronal, asociada a la creatividad, memoria y el procesamiento semántico. Los investigadores encontraron que este grupo era el más conectado y curioso, asumían la autoría de su texto y expresaban mayor satisfacción con sus monografías.

Kosmyna considera importante difundir los hallazgos para alertar sobre esta problemática porque considera que ya está afectando a los niños. “Lo que realmente me motivó a publicarlo ahora es que temo que en seis u ocho meses algún gobierno decida: ‘hagamos un jardín de infantes con ChatGPT’. Creo que eso sería absolutamente negativo y perjudicial,” señaló a la revista Time. “Los cerebros en desarrollo son los que más en riesgo están”.

Y consideró: “Es absolutamente crucial la educación sobre cómo utilizar estas herramientas y promover que nuestro cerebro necesita desarrollarse de manera más analógica”. Remarcó, a su vez, la necesidad de legislar respecto al uso de la IA y la evaluación de estas herramientas antes de implementarlas.

El uso de ChatGPT reduce la actividad cerebral y afecta la memoria, según estudio del MIT.

 

Los expertos consultados por TIME coinciden en que la clave para beneficiarse de la IA reside en aprender a interactuar con estos sistemas de manera consciente, evitando que sustituyan la capacidad de juicio individual.

A pesar de las ventajas que ofrece, los expertos insisten en la importancia de mantener el pensamiento crítico y no delegar completamente en la herramienta, la cual si se utiliza de manera adecuada, podría potenciar el aprendizaje en lugar de perjudicarlo.

El riesgo no está en la herramienta en sí, sino en su uso desmedido que sustituye capacidades fundamentales del pensamiento autónomo.

LUCILA CONTRERAS / CIUDAD CCS


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