Ahora los pueblos | Persiguiendo la paz: de Alaska al Caribe

21/08/2025.- El encuentro entre los presidentes Vladímir Putin y Donald Trump en Alaska, el pasado 15 de agosto, marca la derrota de Occidente contra el aparato militar ruso y redimensiona la hegemonía estadounidense; esto sumado a las fuertes tensiones internas que enfrenta la actual administración de la Casa Blanca, debido al escándalo Epstein, coloca al coloso del Norte en posición de presentar resultados positivos.

Con la administración de Joe Biden creció la tensión Rusia-Occidente debido a la guerra de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) contra la Federación de Rusia, por el mercado europeo del gas, lo que viene golpeando principalmente a la economía alemana, conocida como la "locomotora de Europa", que ha visto severamente afectado su parque industrial.

La proxywar aplicada a Rusia a través de Ucrania ha tenido un alto costo para el pueblo ucraniano en vidas, destrucción de su aparato productivo y se enfrenta a una pérdida de soberanía sobre su territorio y recursos. Esta guerra evidencia que para los poderes hegemónicos los pueblos de la periferia no tienen ningún valor. Zelensky, muy debilitado internamente, ha retrasado las elecciones y el no reconocimiento ruso, más el papel de "mediador" de Estados Unidos, lo saca prácticamente del juego. Estados Unidos tratará de ver cuánto puede recuperar de lo invertido en el conflicto (todo el apoyo estadounidense en armas y cooperación militar), a través de la apropiación de sus activos y recursos.

Ambos jefes de Estado expresaron que se han sentado las bases para avanzar hacia acuerdos de fondo. Putin, por su parte, afirmó que “se deben eliminar todas las causas raíz de la crisis,” y además reiteró que Ucrania guarda relación con la seguridad nacional de Rusia, llamó a frenar el belicismo y la rusofobia, que se ha desatado en Europa. En respuesta a la Cumbre de Alaska, este sábado se convocó una reunión de embajadores de los 27 Estados de la Unión Europea (UE); sin embargo, no lograron presentar una declaración conjunta. La presidenta de la Comisión Europea compartió un comunicado en el cual reiteran que mantendrán los suministros militares a Kiev, el cual fue apoyado por cinco jefes de Estado y el Reino Unido.

Occidente debe aceptar que Rusia no será una presa fácil de sus agresiones, a pesar de ser la nación del mundo con más Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU), mal llamadas “sanciones”, mientras Europa está como la “Balsa de Piedra”, descrita por Saramago, desplazada, navegando a la deriva sin identidad cultural, social o económica propias.

Ante la evidente pérdida de hegemonía por parte de Estados Unidos, la baja legitimidad de sus élites gobernantes debido a que son percibidas interna y externamente como ignorantes y corruptas, su desapego a la legislación internacional debilitando a los organismos multilaterales, la repuesta del gigante del Norte ha sido iniciar un despliegue de fuerzas aéreas y navales al sur del mar Caribe, bajo la excusa de la lucha contra el narcotráfico, comprometiendo la paz y la seguridad regional en aras de afianzar su poderío en lo que considera su área de influencia.

La dependencia energética de las potencias hegemónicas no ha podido ser superada y los recursos de hidrocarburos y minerales estratégicos se encuentran en el Sur Global y en las potencias emergentes como China y Rusia. Esta derrota es evidencia de la pérdida de hegemonía de Occidente y de la inevitable reorganización multipolar del sistema internacional.

Anabel Díaz Aché

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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