Xin chào | Pesadilla en la tierra prometida
Se avecina un cambio que no se ha producido en cien años y estamos impulsando este cambio juntos. Por favor, cuídate, querido amigo.
Xi Jinping a Vladímir Putin, 2024
20/06/2025.- A pesar de su doble discurso en todos los ámbitos, incluyendo la crisis interna de su imperio, Donald Trump hace lo imposible para que el mundo apunte contra Irán, a pesar de que fue Israel el primero en accionar el gatillo contra Teherán. A una semana del inicio del candelero, este país ha demostrado que la cúpula de hierro de Tel Aviv es vulnerable, quedando en evidencia que los planes de Netanyahu contra el mundo transita por senderos empedrados.
Un recorte de prensa de 1946, difundido por las redes esta semana, rememora a un grupo de israelitas arribando a la Franja de Gaza. Desde la cubierta de un barco, muestran una gran pancarta donde se puede leer: "Los alemanes destruyeron nuestras familias y hogares. Por favor, no destruyan nuestras esperanzas". Más abajo de ese mensaje, se puede leer la contundente respuesta: "Quién diría que los hijos y los nietos de esos refugiados terminarían asesinando y destruyendo las familias y hogares de quienes los acogieron".
En la actualidad, la tierra prometida, según la tradición judeocristiana, corresponde principalmente al territorio del actual Estado de Israel, incluyendo Cisjordania y la Franja de Gaza. Sin embargo, algunas interpretaciones bíblicas también extienden esa tierra prometida a zonas circundantes, como partes de Jordania, Líbano, Siria y el norte de Arabia Saudita.
Según reportes de la BBC de Londres, la demostración de la vulnerabilidad de la cúpula de hierro de la capital israelí por parte de los misiles iraníes ha causado una ola de terror, sobre todo en los miles de habitantes de Tel Aviv que están huyendo. Muchos han optado por abandonar el país a través de la frontera con Egipto o Jordania. No pueden salir por vía aérea porque la lluvia de objetos explosivos ha provocado el cierre de los aeropuertos.
La realidad de la guerra contra un oponente tan avanzado como Irán ha dejado a los israelíes asustados y en estado de shock. Los ciudadanos afirman que su sensación de seguridad ha desaparecido. Abundan las preguntas de cómo salir del país mientras el espacio aéreo esté cerrado. Hay colas de horas en los cruces fronterizos terrestres con Egipto o Jordania, las únicas vías posibles para abandonar el país, según reportes de la BBC.
Estampidas
A propósito de los sucesos en el Medio Oriente, millones de personas han protagonizado históricas desbandadas. Recuerdan a las de Saigón, de 1975, cuando entraron a la ciudad las tropas del Frente Nacional de Liberación, que ocasionaron la estampida de los últimos asesores militares yanquis y de miles de soldados que estaban al servicio de los estadounidenses. Muchos de ellos se lanzaron al océano Pacífico en improvisadas barcazas.
Se calcula que, aproximadamente, dos millones de personas protagonizaron la gigantesca escapada, producto de la campaña terrorista que implementó la CIA. El discurso era parecido al que dieron contra Cuba en 1960, según el cual el régimen fidelista les iba a quitar la patria potestad de todos los niños cubanos entre los seis y doce años —operación Peter Pan— y otros cuentos más, que siguen repitiendo en sus campañas contra países que se resisten a ser pantomimas yanquis.
De esa manera, el imperialismo gringo propició una campaña mundial contra la Revolución cubana y más de catorce mil menores de edad fueron sacados de la isla caribeña por el cura Bryan Walsh y la agente de la CIA Leopoldina Alsina. El 26 de diciembre de 1960 se llevaron hacia Miami al primer grupo de niños y niñas, de quienes nunca se supo su destino real.
Una nota del portal de la BBC relató en aquella oportunidad, a su manera, que la historia de los boat people formó parte de uno de los episodios más oscuros de la historia de Vietnam. Señala que millón y medio de étnicos chinos de Saigón se lanzaron al mar en viejos botes a través del mar de China para llegar a las costas de California. Mencionaban cifras de Acnur según las cuales entre doscientos mil y cuatrocientos mil individuos fueron tragados por las aguas del océano Pacífico.
De la mano de Phân Định Lỗi, uno de los traductores al vietnamita de Cien años de soledad, Gabriel García Márquez se internó por todo Vietnam, entre julio y agosto de 1979, para corroborar lo que se decía en Occidente acerca de la estampida humana de Indochina hacia California.
Las amenazas terroríficas lo habían atraído: baños de sangre, despojo de bienes, encarcelamientos, expulsiones del país, campos de concentración, muerte por hambre y el éxodo en miles de barcazas por el que pagaban fortunas en oro o piedras preciosas.
Debido a ese reportaje Vietnam por dentro, editado por El País de España, donde se dejó clara la idea de que todo era producto de una guerra de información, el drama de los refugiados adquirió un interés secundario. Se dejó ver la realidad tremenda del país, devastado por unos catorce millones de toneladas de bombas arrojadas por los estadounidenses, ocho millones de litros de agente naranja lanzados sobre aldeas sureñas —el castigo de fuego más feroz padecido jamás por país alguno en la historia de la humanidad—, trescientos sesenta mil mutilados de guerra, un millón de viudas, setenta mil prostitutas, cincuenta mil drogadictos, ocho mil mendigos y novecientos mil militares del antiguo régimen por reeducar y rehabilitar. Además, hubo unas trescientas mil toneladas de minas y bombas que no explotaron y que hoy siguen causando víctimas a trabajadoras y trabajadores del campo.
El arte de la inteligencia
El arte de la inteligencia, obra de Allen Dulles, fue lanzado en 1953 como cartabón para someter sin aspavientos a pueblos que se rehúsan al liderazgo de las grandes potencias, como el imperio del norte.
Explica Dulles —quien fue el primer director de la CIA, en 1947— cómo es posible penetrar y manipular la mente humana para desmoralizar y pervertir al individuo, con el fin de arrearle como si fuera una oveja.
Esto nos traslada a la década de los sesenta, cuando, mediante ese plan macabro, fue desintegrado el movimiento hippie, que escenificó gigantescas manifestaciones por la paz y contra la guerra en Vietnam. Recordemos el Festival de Woodstock que reunió durante tres días del año 1969 en Nueva York a quinientas mil voces contestatarias.
Inspirado en ese macabro plan de Mr. Dulles —quien dirigiera el golpe de Estado contra el presidente de Guatemala, Jacobo Árbenz, en 1954—, la CIA y varios gobiernos europeos, encabezados por el Reino Unido, emprendieron la Guerra Fría, dirigida a implosionar la Unión Soviética (URSS), como efectivamente lo lograron en diciembre de 1991. Decretaron así el fracaso del socialismo, mientras Francis Fukuyama, pluma mercenaria al servicio del Pentágono, sentenciaba a prisa, desde Washington, El fin de la historia y el último hombre, tinta sobre papel que en poco tiempo pasaría a formar parte de las estanterías de libros viejos a precio de gallina flaca.
Al mismo tiempo, en el patio trasero de Estados Unidos irrumpía con voz altanera el grito de que otro mundo era posible. Desde Venezuela, por ejemplo, retumbó por toda la Abya Yala aquel: "Alerta, alerta, alerta, que camina la espada de Bolívar por América Latina".
Ángel Miguel Bastidas G.
Fuente de consulta:
Bang, N. L. (2008). Ho Chi Minh en los recuerdos. Vietnam: Ed. The Gioi.
BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo
García Márquez, G. (1979, 15 de diciembre). El éxodo vietnamita, entre la realidad y la mitificación (Vietnam por dentro). El País. https://elpais.com/diario/1979/12/16/internacional/314146814_850215.html