Historia viva | Niño lindo ante ti me rindo

24/12/2025.- Del repertorio musical tradicional navideño recopilado por el maestro Vicente Emilio Sojo en los años treinta de siglo XX, Niño lindo tiene la candidez maternal que toda madre ofrece al recién nacido. En este caso se trata de la Virgen María en adoración a su hijo Jesús; esta creación anónima popular era interpretada en los coros que cantaban en la iglesia de San Pedro de los Altos (Miranda) donde Sojo la escuchó y recuperó para armonizarla e incluirla en el repertorio de música popular navideña venezolana.

Fue el Quinteto Contrapunto, el grupo coral venezolano por excelencia, quien lo popularizó y colocó en la memoria histórica musical venezolana en los años 60 bajo la inspiración del maestro Sojo. Rafael Suárez, su director, y otros miembros del grupo fueron estudiantes de la Escuela Superior de Música de Caracas que dirigió Vicente Emilio Sojo en la década de los años 40 y 50. La versión armonizada por Sojo del aguinaldo Niño lindo fue incluida en el álbum Aguinaldos del Quinteto Contrapunto de 1965, por lo que el orgullo de Sojo fue significativo, pero más revelador fue el gusto por una música que conjugó el espíritu devocional de la Navidad venezolana y una creación tan sublime del pueblo venezolano, donde se conservan estas tradiciones como en ninguna otra nación de Nuestra América y el Caribe.

La descripción narrativa de esta poesía popular religiosa americana es demostrativa de cómo el culto devocional popular tiene en la música su mejor herramienta de práctica al señalar en el estribillo: “Niño lindo ante ti me rindo, eres tú mi Dios”, una estructura lírica llana fácil de recordar por sus acordes armónicos sencillos.

Luego en el despliegue de su letra señala: “Esa tu hermosura, ese tu candor, el alma me roba, el alma me roba, me roba el amor”, que es la precisión estética de la belleza infantil y la candidez del amor proferido por una madre. Estos detalles descriptivos del diálogo entre la madre y el hijo recién nacido son elementos universales del comportamiento humano donde el amor tiene un rol principal.

Luego y en instancia mitológica al ser “Jesús” como redentor de la alegría señala: “Con tus ojos lindos, Jesús, mírame y solo con eso, y solo con eso me consolaré” es la máxima de la creencia religiosa por la salvación, solo con una mirada.

Aldemaro Barrios Romero

 

 


Noticias Relacionadas