Psicosoma | Las eternas Navidades

                                                                Dame la mano y danzaremos; dame la mano y me amarás. Como una sola flor seremos.

23/12/2025.- La fuerza de la tradición cristiana, creencias, ilusiones, duelos, soledad, compañía, adaptación, curiosidad, memoria emocional, compartires, expectativas... cada quien elabora su pensar y enrumba su semana "tradicional" del último mes del año 2025, un diciembre que se agota desde el primer nanosegundo de la Noche Vieja y no es un año más, un número, como dicen algunos adultos muy entusiastas o ilusos al comentar que los años acumulados no importan, que son unos números, y los "aduladolescentes" ya están incorporados en las etapas psicológicas de la personalidad y ahora, los de 70 años son los nuevos de cincuenta... ¿serán la nueva generación?

Lo que sí es básico es validarnos desde el amor propio sin temor al narcisismo, con lucidez "sensipensante" y, sí me consta, que en el mundo está creciendo la población adulta mayor y las condiciones socioeconómicas le afectan más a esta capa vulnerable, porque es más propensa a deterioros e infecciones, abandono familiar y estadal. ¿Qué sentido tiene vivir más, al ser sobreviviente?

Es inevitable no escuchar el lamento quedo del tren; viene de lejos y se asienta en la estación San Francisco de Heredia, cerca del apartamento donde vivo, y recuerdo a Diana esta mañanita fría, gélida, del Espíritu de la Navidad, con quien hicimos buena yunta. Mujer alta, fuerte, "la cazadora", que de cobrar pasó a realizar entrenamientos de manejo del tren; la vi muchas veces de copilota y me enseñó la sección de maquinista, y ya luego la cambiaron a otra ruta y nos enviábamos saludos con sus compañeras, hasta que me avisan que el 25 de noviembre falleció de un ataque cardíaco y la enterraron en Heredia. Apenas tenía 45 años, con una fuerza motivacional increíble y de alegría contagiosa que me despertaba al tomar el tren de las cinco de la mañana e instruía en las rutas, estaciones, horarios y lugares para ir a la universidad, a los cursos de preparación, y esa palmadita inolvidable al verme por mis gestiones de migrante, empleo... De veras sentía una preocupación de hermana mayor, demasiado humana en medio de las faenas de "trenes lentos" y, ahora, Diana la cazadora está con las estrellas y en los vagones, como siempre, la gente evita mirarse, cada quien prefiere consultar el celular o dormir. Les extraña a las personas que tome fotos de los afiches de cuentos que me pongo a leer y los comparto; releo en estas Navidades Al recuerdo de Artemisa, Diana.

Estamos siendo una población más vieja y lo noto en los trenes, los buses, y se espera para el 2050 que 25 de cada cien personas sean mayores de 65 años, y Costa Rica se enfrenta a un proceso de envejecimiento demográfico que requiere políticas públicas robustas y evidencia para adaptarse a este cambio. Según Mideplan y Unfpa, el asunto es la terrible discriminación, que la llaman "edadismo". El abandono de las hijas e hijos en estas fechas festivas en los hospitales al ser ingresados por emergencias aumenta, ya que casi nadie los visita en los geriátricos del Estado o privados. El tiempo que estuve trabajando, pude notar la tristeza y soledad de esta población y la motivación que les producían las visitas los fines de semana, y logramos las llamadas telefónicas y visitas interdiarias con un previo compromiso a personas que más la necesitaban, lo cual no se pudo continuar por el "olvido" familiar, y recuerdo las conversaciones con las señoras y las esperas alegres por las visitas.

Entramos en la semana mágica del renacimiento del compartir con la familia presente, ausente por diferentes motivos, y cuenta el efecto sincero que se demuestra durante la conversa con respeto a las divergencias de gustos y colores, si x candidato, ideología, si el nacimiento o pasito, mejor el arbolito, villancicos, gaitas, los intercambios de regalos, contaminación sónica, incendios, las mascotas... con un diálogo comprensivo, compasivo de pensar Memento mori "recuerda que vas a morir", pero no se puede permitir que sean los regalos el centro de la reunión y no las personas. Somos los regalos en vida, de estar en compañía amorosa. Me decía un chofer del Uber que la Navidad la compartía en casa con sus hijas gemelas y dos varones que venían de Estados Unidos, y el Año Nuevo lo recibía todos los años con su pareja de cincuenta años de matrimonio en la montaña, "de viaje siempre y ahora en el mar de Puerto Viejo Limón".

A leer y hacer la famosa frase de Gabriela Mistral: "Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú. Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú. Sé tú el que aparta la piedra del camino".

Bien sea el lugar donde se encuentre, esté presente con las mejores energías, ya sea sola o en compañía y que brinde sus energías sanas de salud y paz.

Rosa Anca

 

 

 

 

 

 

 


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