Unearte celebra su promoción más numerosa con 238 nuevos profesionales

La universidad de las artes impulsa el aprendizaje más allá de los muros académicos

Identidad cultural pura se vivió en la sala Anna Julia Rojas.

 

19/12/25.- La sala Anna Julia Rojas no solo fue el escenario de un acto protocolar este viernes 19 de diciembre; fue el epicentro de un estallido de identidad cultural. Entre acordes del Orfeón universitario y la solemnidad de las togas, la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte) entregó títulos a 238 graduandos, marcando un hito al convertirse en la cohorte más grande en la historia de la institución.

Esta promoción representa un mosaico de saberes que fortalece el patrimonio intangible del país, integrando la 36ª graduación de técnicos en artes audiovisuales, la 10ª de magísteres en historia y la 40ª cohorte de licenciados en música, teatro, danza y artes audiovisuales.

Un aula que llega a la calle

Más allá de los muros académicos, la Unearte se ha consolidado como un proyecto social. Para los nuevos profesionales, la formación no fue un proceso aislado, sino una herramienta de transformación directa en los sectores populares.

Henry Castillo, quien recibió su título como licenciado en Educación para las Artes (mención Música), destacó la naturaleza inclusiva de la universidad.

"La Unearte se diferencia porque a través de las artes y la cultura llega a las comunidades, a la sociedad de a pie. El proyecto artístico comunitario es donde ponemos en práctica nuestros saberes; nuestra educación va directo a la comunidad", explicó Castillo, subrayando que esta casa de estudios brinda oportunidades de crecimiento profesional a "cualquiera" que desee promover las tradiciones del país.

Historias que desafían pronósticos: El triunfo de Antonio

Detrás de las cifras y las menciones académicas, emergen historias que definen el espíritu de superación de esta cohorte. Es el caso de Antonio Torres Cazal, ahora Técnico Superior en Artes Plásticas, mención Fotografía. Antonio, quien forma parte del espectro autista, encontró en el lente y en las aulas de Unearte un espacio de libertad.

Unearte abre puertas que muchos han cerrado.

 

"Me siento bien, le doy gracias a Dios porque pude lograr esta meta. Agradecido con la Unearte por abrirme las puertas y convertirse en un hogar donde me permitieron explotar y expandir mi talento", expresó Antonio con la satisfacción del deber cumplido.

Para su madre, Rocío Cazal, la graduación fue un acto de justicia frente a las etiquetas sociales. Conmovida por el logro, recordó los obstáculos del pasado. "A mi hijo le habían dicho que él no pasaba de sexto grado, y bueno, resulta que ahorita se gradúa en fotografía. Estoy muy feliz... es de destacar la ayuda que ofrecen a las personas con discapacidad y el compromiso que tienen con todos los alumnos", destacó.

Participación del Orfeón universitario animó con su música el acto de graduación.

 

La ceremonia no solo premió el talento individual, sino que reafirmó el modelo educativo de la Unearte, que busca unificar las distintas disciplinas bajo una visión nacionalista y humanista. La participación del Orfeón universitario durante el evento sirvió como recordatorio de que, en esta universidad, la academia y la celebración cultural son una sola voz.

Con estos 238 nuevos profesionales, Venezuela suma una generación de relevo preparada no solo para crear belleza, sino para documentar la historia y educar a través de la sensibilidad artística.

THUAREZCA JULIO / FOTOGRAFÍA: JESÚS CASTILLO / CIUDAD CCS


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