16/12/2025.- Ni Eddie Palmieri, Celia Cruz ni Héctor Lavoe, unos grandes recordados de la Fania, se hubieran imaginado jamás que tendrían a otros grandes artistas (y venezolanos) ofreciendo el mejor homenaje de la historia con altura y sabrosura. Sí. Alfredo Naranjo, Trina Medina y Joseph Amado no solo dieron la talla, sino mucho más: entre los tres ofrecieron casi seis horas de salsa brava, mezclada con boleros, guarachas y sones, que dejaron muy felices a los presentes de la Concha Acústica de Bello Monte (y sus alrededores).

Y es que sonaron durísimo, con estilo, nostalgia, ritmo, alegría y tumbao en las tres presentaciones que ofrecieron la noche del domingo 14 de diciembre, cuando se dio el espectáculo "Íconos de la salsa brava".

La velada comenzó a las 6:30 de la tarde, con Alfredo Naranjo y su Guajeo para representar los temas de Palmieri.

Una hora duró su presentación con la voz de Edgar "Dolor" Quijada y al mando del vibráfono de Naranjo, en compañía de los músicos del Guajeo.

Alfredo hizo un alto en el concierto para poner a parar, a cantar y a bailar a los presentes con Vámonos pa'l monte. Pero, antes, él y su agrupación se destacaron con Muñeca, Ajiaco y Ritmo azúcar, así como Lázaro y su micrófono y Oye lo que te conviene. ¡Excelente presentación!

Luego, a las 7:50 de la noche, se montó Trina Medina, con seis bloques espectaculares que pasaron por temas de La Sonora Matancera y boleros, un tributo a Ismael Rivera, otro a Tito Puente, uno más a Willie Colón y, por supuesto, uno a la gran Celia Cruz.

Potente e increíble mostró su voz y su show Trina, demostrando una vez más que su fama no debe quedarse aquí. El mundo debe adoptarla como una gran sonera (sin discusión).

Primero se presentó con un largo y pomposo vestido negro brillante y expresó jocosamente que no entendía cómo algunas cantantes podían cantar vestidas así, y luego se puso un pantalón negro con blusa gris brillante para representar con estilo y "azúcar" a la recordada guarachera de Cuba.

Muchos popurrís tuvo que cantar Trina, pues nada más Celia Cruz había popularizado unos trescientos temas y, por supuesto, nunca iba a dar tiempo. Fue así como mostró su vozarrón con Juancito Trucupey; Saoco; No me hables de amor; Dile que por mí no tema; Arrecotín, arrecotán; Usted abusó; A papá; Bemba colorá; Toro mata; Químbara y La vida es un carnaval, por nombrar algunos. Cerró a las 9:15 de la noche de manera magistral.

Luego le tocó el turno al más esperado, a Amado La Voz. Elegante y sencillo a la vez, caballero y alegre, con una personalidad envolvente, una desenvoltura distinguida, una vibra maravillosa y una voz enérgica; así se mostró, como siempre, dejando más de un suspiro de amor.

Siempre sus espectáculos pasan las tres horas, pero esta vez solo pudo ofrecer poco más de dos horas por la presión municipal. Y es que ya se había pasado el límite de tiempo en una concha que se encuentra en una zona residencial. Fue así como, con el público bailador como coro, cantó los temas Che, che, colé; Te conozco, bacalao; Soñando despierto; Abuelita; Juanito Alimaña; Triste y vacía; así como El día de mi suerte, por nombrar algunos.

También le hizo un pequeño tributo a Willie Colón con Mi sueño, junto a dos talentosas cantantes del Sistema de Orquestas; Sin poderte hablar; Gitana y El gran varón; y hasta cantó a capela la canción Escándalo, de Javier Solís, solicitada por una de las espectadoras.

En un momento, pidió un aplauso para dos grandes: Rafael Ithier, fundador del Gran Combo de Puerto Rico, quien se despidió de esta vida el pasado 6 de diciembre, y Papo Rosario, también de esa legendaria agrupación salsera puertorriqueña, fallecido este 12 de diciembre. Así cerró con Tú me hiciste brujería para celebrar el legado de ambos.

Por supuesto, faltó que sellara la hermosa noche salsera con El cantante y Mi gente, pero tenía que culminar el show a las 11:50 de la noche (aunque no se quería ir).

Fue así como el Emperador de la Salsa, la Reina de la Salsa y el Cantante de los Cantantes fueron muy bien representados por el Rey del Vibráfono, la Sonera de Venezuela y un Amado por Todos.

Gracias a ellos tres por tan buena noche que nos regalaron, y a Álvaro Ruiz, quien trató muy amable y respetuosamente a la prensa.

¡Gracias!

Rocío Cazal