Pluma acústica|Alegre All Stars: maestros de la descarga y la audacia

11/12/2025.- Los Alegre All Stars no fue simplemente un grupo musical; fue un fenómeno cultural y un experimento sonoro que marcó un antes y un después en la música afrocaribeña en Nueva York. Actuó como el germen y la inspiración directa para el movimiento de los "todos estrellas", también conocidos como los All Stars, que más tarde culminaría en la icónica Fania All Stars. Creada en 1961 por el visionario productor musical Al Santiago, fundador del sello Alegre Records, esta superbanda se concibió como la respuesta neoyorquina a las legendarias Cuban Jam Sessions o Descargas Cubanas. Su legado se cimenta en la espontaneidad, la calidad inigualable de sus músicos y su papel como crisol donde el latin jazz y el son montuno se fusionaron, presagiando lo que décadas después se conocería como salsa.
Al Santiago, un hombre con una aguda visión musical y una pasión por las descargas, buscaba emular y superar el concepto cubano de improvisación colectiva, utilizando el talento local que florecía en el Spanish Harlem y el Bronx de Nueva York. Su objetivo era triple: crear un disco que compitiera con las sesiones cubanas, impulsar las ventas de su joven sello disquero y, crucialmente, permitir a los mejores intérpretes de su sello improvisar música gratificante para músicos, oyentes y bailarines por igual.

Inicio del experimento
El punto de partida de la historia está centrado en un momento particular de 1961, en los Estudios Mastertone de Nueva York, donde diez de los músicos más solicitados de la ciudad se reunieron bajo la dirección de Al Santiago y dieron vida a la canción Buscando a Kako. La génesis de este tema, canibalizado de una pieza instrumental de Don Elliott y dotado de letras improvisadas que listaban a los talentos presentes, se convirtió en una metáfora perfecta para el proyecto: una búsqueda constante de la excelencia musical y una celebración de la espontaneidad.
El núcleo inicial de la banda reunió un elenco estelar que incluía gigantes como Charlie Palmieri (piano), Johnny Pacheco (flauta), Barry Rogers (trombón), Kako Bastar (timbal), Marcelino Valdés (tumbadoras), Chombo Silva (saxofón), Bobby Rodríguez (bajo), Dioris Valladares (voz), Rudy Calzado (voz) y Yayo "el Indio" (voz). Con el paso del tiempo esta formación fue variando y en las descargas de Alegre grabaron una gran cantidad de talentosos músicos como Cheo Feliciano, Louie Ramírez, Orlando Marín, Joe Quijano y Chivirico Dávila, entre otros.
Lo distintivo de las sesiones de Alegre era su enfoque en la improvisación planificada. Los músicos se reunían en el Club Tritón después de tocar con sus agrupaciones formales y, como recuerda Santiago, "luego, íbamos al estudio y ahí mismo, bing, bang, a improvisar y a grabar". Este método chocaba con la seriedad y el régimen de ensayo que preferían otros músicos. Como relató el timbalero Orlando Marín: "Las Estrellas Alegre eran muy, muy rápidas y la sección rítmica tocaba constantemente de oído, memorizando las estructuras sobre la marcha".

Del error a la innovación
Las grabaciones de los Alegre no solo eran musicalmente arriesgadas, sino que también dependían del genio técnico del ingeniero de audio Roy Ramírez. Dado el alto grado de improvisación, Ramírez realizaba un trabajo de edición considerable, no para acortar las canciones, sino para eliminar las repeticiones torpes y utilizar solo las tomas donde los músicos tocaban de manera sólida.
Además, Santiago y Ramírez introdujeron un elemento que se convertiría en una marca registrada y un gran punto para las ventas: la charla en estudio. Lo que comenzó como un accidente en una grabación anterior, con Santiago bromeando sobre ir al baño, fue astutamente desarrollado por Ramírez. Los cometarios espontáneos y las bromas se editaron de manera magistral para "pegar" pedazos de cinta, creando la sensación de una jam session íntima y divertida.

Discografía y legado
Los Alegre All Stars produjeron solo cuatro álbumes originales: The Alegre All Stars Vol. 1 (1961), El manicero Vol. 2 (1964), Lost and found Vol. 3 (1965) y Way out Vol. 4 (1966). Sus carátulas fueron diseñadas al estilo cómic, presentando a los músicos caricaturizados. Años después grabaron un par de álbumes con la ausencia de la mayoría de sus integrantes originales y sin mucha de la mística que los caracterizó en su época de gloria. El álbum recopilatorio de 1976 —llamado They just don’t make 'em like us anymore—, Perdido, de 1977, y The Alegre All Stars te invita, de 1992, fueron los siguientes.
El LP debut, de 1961, es considerado una de las grabaciones de jam sessions más importantes de la historia del género, que definió el sonido de la Descarga Neoyorquina y vendió más de diez mil copias en muy poco tiempo. El proyecto, sin embargo, enfrentó tensiones. En 1966 el sello Alegre fue vendido. Además, hubo desacuerdos sobre el equilibrio entre la improvisación y los arreglos escritos. Willie Torres lamentó la perdida de la espontaneidad en las grabaciones posteriores.
La vida de los Alegre All Stars fue relativamente corta. Estuvo marcada por la venta del sello a Morris Levy (dueño de Tico Records), debido a los problemas económicos y personales de Al Santiago. Tras la venta, el concepto de la All Stars continuó, transformándose en la Tico All Stars y más tarde en proyectos como Cesta All Stars y Kako’s After Hours Orchestra. Sin embargo, su influencia más significativa y perdurable reside en su calidad de precursores directos de la Fania All Stars.
Kike Gavilán

