Al derecho y al revés | Guerras y mentiras
03/12/2025.- Las guerras que la humanidad ha sufrido, a pesar de que la Historia las "celestinea" con mentiras, siempre o casi siempre se iniciaban por motivos reales.
El caballo de Troya no existió más allá de la imaginación de Homero, quien también es un personaje de cuya existencia hay dudas.
Pero la colección de poemas atribuidos a Homero es patrimonio humano.
Ojo: la guerra de Troya que, según el poema, duró diez años, a tenor de las excavaciones arqueológicas, parece haber sido real, como también el motivo que movió a los griegos a ir hasta la actual Turquía para guerrear, no por el robo de Helena, que, seguramente, estaba aburrida del rey Menelao, sino por el paso estratégico hacia los Dardanelos que Troya les cerraba a los griegos ya en franca expansión, quienes necesitaban comerciar con una de las vías de la seda que pasaba por el estrecho que Troya guardaba.
Bien, eso fue hasta el siglo pasado; en este, los motivos reales de una guerra se esconden y se inventan otros como detonantes de un conflicto que causará muertes y destrucción como todas las guerras.
La guerra actual de Ucrania se libra por motivos reales, que se escamotean con explicaciones que son medias verdades.
El motivo falso es que Rusia invadió a Ucrania, lo que como hecho es una realidad, pero que no explica por qué Rusia invade después de llevar 36 años reclamando a la OTAN, que es un seudónimo de EE. UU., el que, derrotada la URSS, cumpliera con la promesa pactada de no crecer y, menos aún, acercarse a las fronteras que en adelante serían nuevamente Rusia.
Ucrania se lo buscó por hacerle caso a EE. UU., cuando la primera intentó, apadrinada por Estados Unidos, ingresar a la OTAN con armas nucleares apuntando al vecino ruso.
La guerra contra nosotros que pretende el inefable que preside EE. UU. es distinta por varios asuntos.
Uno, que Trump por primera vez en la historia viola aquel precepto de “guerra avisada no mata soldado” y así hemos visto al presidente Trump anunciar “cambios”, “caídas del Gobierno” y “derrumbes en el Ejército venezolano”, que no se producen y más bien esa institución se ve fortalecida.
Sin embargo, las aves agoreras vuelan solas, pero acompañadas: Por ejemplo, Donald Trump, si fuese zopilote, sería pareja con MCM, quien también se la pasa advirtiendo “la próxima caída del Gobierno venezolano”.
Dos, que el motivo aducido por el Gobierno yanqui para entrar en guerra con nosotros no es una verdad a medias, sino un embuste colosal, como que una sociedad que hasta hace poco importábamos maíz desde lugares tan lejanos como Sudáfrica, porque aquí no sembrábamos suficiente.
Aquí el tema de la droga existe, pero no en las proporciones colosales de Europa y EE. UU.; no obstante, según la jeta del Gobierno yanqui, somos quienes introducimos la cocaína y el fentanilo en Estados Unidos para que su juventud y, en general, la sociedad de aquel país en porcentajes crecientes se dedique a drogarse y vagar por las calles.
Y sí, el mundo sabe que el motivo de Trump para agredirnos es un bulo, pero un irresponsable como quien preside en este momento a Estados Unidos, un psicópata, según su historial de violador de mujeres y dilapidador de la fortuna heredada de su padre que solo ahora y mediante procedimientos inmorales está recuperando y acrecienta, con los problemas políticos en casa, es capaz de cualquier cosa.
Como invadir por el oriente, declarar un gobierno títere, presidido por cualquier fantoche, sea MCM, EGU o Leopoldo López, y comenzar a sacar petróleo nuestro por el Orinoco —los tres mal bañados trabajan para la Exxon— gobiernito que será echado, pero luego de dividir y empobrecer a Venezuela.
De manera que si queremos paz, como decían los romanos, tendremos que prepararnos para la guerra.
Domingo Alberto Rangel

