Psicosoma | El carrusel musical
02/12/2025.- En las ferias de los cantones de Costa Rica son infaltables los parques de diversiones con el atractivo del carrusel, en el cual se montan adultos, niños y niñas.
La forma más antigua del carrusel se originó en Europa y Oriente Medio en el siglo XII y eran prácticas de entrenamiento de los soldados con armas y pelotas que se lanzaban montados a caballo. Hoy vamos siempre "en el carrusel de la vida" sin saber nada de las vueltas del destino, en esa rueda simbólica de dar muchas vueltas para estar en "el mismo punto", pero siempre caminar con esperanza; rearmando las ruedas con alegría, podemos sumar a la autosanación en la construcción diaria de festejar un día a la vez.
El ser humano decide en medio de las tormentas, de altibajos por sus momentos de felicidad, dolor, aceptar o negociar situaciones que le posibilitan tomar en un instante decisiones y quizás pueda en atención reflexionar en torno a su proceso de ¿cómo es posible ser esto y en qué me estoy convirtiendo?
Se dice fácil, pero implica cuido personal, familiar; concienciar que nuestros padres y madres hicieron con las estrategias que contaron lo posible por criar a los hijos e hijas, donde el castigo físico y el miedo eran parte de la educación familiar y social. Creo que ninguna familia ha salido indemne al proceso de crecimiento y maduración psicoemocional sin heridas, traumas, y solo un proceso lúcido, cuidado constante, posibilitan tomar conciencia reflexiva.
Apuntalar por estados de alegría, sin negar sus emociones presentes, posibilta regenerarse, y las fiestas, festivales bien conducidos, apoyan la madurez psicoemocional y la alegría se puede recrear con eventos dirigidos como darse "baños de felicidad" con acciones mínimas como caminar en la grama, paseos en medio de los bosques o montarse en el carrusel, liberando a nuestro niño o niña interior con las experiencias y aprendizajes del diario vivir adulto.
La autocompasión ante la crueldad con la que nos hablamos en monólogo interior es un bálsamo de cura segura. Tenemos muchas heridas que no hemos procesado y menos percibido para pedir ayuda por especialistas.
Me encantan la bulla, las risas de los niños en los parques con sus familias, con esa alegría vital del crecimiento, del paseo en las montañas, el crujir de las hojas, contar los pasos en la arena, las piruetas con las olas o montar los animalitos del carrusel con los niños en la magia del círculo musical.
Es indescriptible la emoción que se siente al escuchar a las bandas municipales interpretar La cabra mocha, Caballo viejo; oír a Los Tucusitos, las gaitas que tocan en cada marcha musical y ni qué decir de las canciones de Óscar D'Léon.
La etimología de carrusel es una palabra tomada del francés carrousel, procedente del italiano carosela, basado en el árabe kurradj (juego con caballitos para niños), y existe un musical Carrousel, adaptación de la obra teatral húngara Liliom, de Ferenc Molnar (1909). El musical de 1945 cambia el final por un grito de esperanza de la humanidad, con la música de Richard Rodgers y letras de Oscar Hammerstein.
Se hace más cómodo y alegre avivar, motivar y autosanarse con los juegos del parque de diversiones y movimientos circulares en los caballitos de arriba y hacia abajo en estos días previos a la noche mágica del renovarse, interna y externamente, recreándose. Hasta que no entendamos que podemos usar elementos posibles de sanación, porque el papel de víctima inmoviliza en un círculo vicioso y solo el darse cuenta del poder autocurativo cambia las perspectivas; las situaciones sencillas posibilitan renacer y no son las deudas, culpas, compras innecesarias, materialistas, grandes comilonas.
Cada familia las festeja a su estilo, con preparaciones previas, que comienzan por acumular, comprar desde mitad de año, las cuales noto en mis caminatas con los arreglos de los jardines y ventanas, con imágenes religiosas, luego calles y avenidas, y ya en diciembre es la cuna multicolor.
Conozco pocas personas que no las celebran por diferentes motivos y lo expresan como el peor mes del año. "Nunca caminarás solo".
Rosa Anca

