Xin chào | Diciembre de resistencia

 

Hay que tener en cuenta la teoría militar marxista-leninista, las tradiciones militares propias de cada nación y el legado de esas doctrinas en el mundo.

Hồ Chí Minh

 

28/11/2025.- Aunque el pueblo vietnamita había iniciado la resistencia cuando los franceses apenas hundieron sus botas en la arena de Đã Nành (1858), fue 81 años después que los humildes campesinos activaron por primera vez el gatillo de un mosquete u otras armas artesanales que aterrorizaban al invasor; sin embargo, años después, esos instrumentos de combates, como lanzas y flechas de bambú, se complementaron con las herramientas que le arrebataban al enemigo en el campo de batalla.

Fue el 15 de diciembre de 1945, a finales de la II Guerra Mundial, cuando la naciente República Democrática de Vietnam iniciaba la celebración del Día de la Resistencia Nacional, producto del triunfo de la Revolución de Agosto frente a la ocupación francesa y la japonesa.

El 22 de diciembre de 1944, se oyeron los primeros disparos del Ejército Popular de la República Socialista de Vietnam, que inicialmente se denominó República Democrática de Vietnam. Para entonces había finalizado la II Guerra Mundial, con la toma de Berlín por el heroico ejército soviético, mientras que en la península Indochina tomaba fuerza la resistencia contra la ocupación japonesa y francesa. Esa contienda mostraba la bandera roja del Partido Comunista de Indochina, bajo la égida de Nguyễn Ái Quốc, quien prontamente se convertiría en Hồ Chí Minh, todo bajo el calor de la III Internacional Comunista, creada por Vladímir Lenin durante aquellos años convulsos de la vieja Europa.

El panorama de la resistencia vietnamita había tomado un giro significativo con los acontecimientos que se gestaban en la vieja Europa, a propósito de la II Guerra Mundial, que dio al traste con el poderío alemán, cuyo aliado japonés se había apoderado de la península Indochina.

En 1936, la resistencia vietnamita había tomado un respiro gracias al triunfo del Frente Popular en Francia, aunque esa primavera duró solo tres años cuando los alemanes tomaron París, lo cual fue aprovechado por los japoneses para expulsar a los franceses de Indochina y adueñarse de ese territorio, pero, sorpresivamente, ese acontecimiento motivó la unificación nacional del pueblo vietnamita, bajo el liderazgo de quien con el nombre de Nguyễn Ái Quốc, se convertiría posteriormente en el gran líder Hồ Chí Minh, héroe de la unidad de los grupos revolucionarios que se atrincheraban en la frontera china, donde vio luz el Partido Comunista de Indochina, artífice de aquel histórico levantamiento nacional que condujo a la Revolución de Agosto en 1945. Así nacía el primer ejército vietnamita bajo el mando de Hồ Chí Minh y Võ Nguyên Giáp.

Esa Revolución de Agosto abrió el camino a la República Democrática de Vietnam, que el dos (2) de septiembre de 1945 mostró su primer presidente en la plaza Ba Dinh de Hanoi, donde hasta ese momento era el desconocido Hồ Chí Minh, el mismo que en 1911, a los 21 años de edad, bajo el nombre de Van Ba, había tomado la ruta de Europa en busca de aquellas nuevas ideas que lo iluminaron para liderar lo que sería 81 años después la histórica revolución vietnamita. Pero antes de llegar a Saigon, en 1954, aquel novel ejército, obra del Tío Hồ y Giáp, se había retirado hacia la frontera oeste de China, para atrincherarse y emboscar a los franceses en la zona de Viet Bac, donde los invasores sufrieron grandes pérdidas, por lo cual debieron emprender la retirada el 22 de diciembre de 1947.

La tropa al mando de Giáp se fue fortaleciendo en la combinación de diferentes formas de lucha, para sorprender, nueve años más tarde, a 445 mil adversarios, entre ellos 146 mil europeos y africanos y 229 mil vietnamitas mercenarios, y solo 47 mil franceses, en la llamada emplanada de Điện Biên Phủ, al noroeste de Vietnam. El ejército invasor había construido modernas trincheras de hormigón, con la pretensión de emboscar al enemigo, bajo el mando del coronel Christian De Catries, quien, a pesar de haber sido derrotado, llegó a París con el grado de general.

Las tropas revolucionarias, de tan solo 252 mil efectivos, tras 55 días y noches, dejaron en la emplanada de combate (el siete de mayo de 1954) a 16.200 soldados aniquilados o capturados, entre ellos la totalidad del mando del campo fortificado, un general, 16 coroneles, 1.749 oficiales y suboficiales, que se pueden resumir en 17 aguerridos batallones de infantería, entre ellos siete batallones de paracaidistas, tres de artillería y casi un batallón de ingeniería. Antes de esa contienda de Điện Biên, durante el invierno de 1954, el novel ejército vietnamita había liquidado en varios escenarios a 112 mil soldados invasores, lo que representaba un cuarto de las fuerzas francesas en Indochina, el equivalente a 25 batallones.

El próximo 19 de este mes de diciembre, las y los vietnamitas recordarán aquellos primeros disparos de las rudimentarias armas de fuego para sorpresa de la soldadesca francesa que estaba acostumbrada a enfrentar a tropas descamisadas.

La teoría militar marxista-leninista

Antes de salir de Vietnam en busca del camino para alcanzar la liberación nacional, el Tío Hồ ya conocía las tradiciones militares vietnamitas y sabía que los líderes que le habían precedido, como Phan Boi Chau, Phan Chau Trinh y Hoang Hoa Tham, trataron de salvar el país mediante vías plagadas de limitaciones. Partiendo de esas bases, al encontrarse con el marxismo-leninismo, Hồ Chí Minh trazó el camino para alcanzar la liberación nacional de forma acertada, conforme a las nuevas tendencias del momento, valiéndose de la teoría militar marxista-leninista para solucionar los problemas militares que debía enfrentar la revolución indochina.

Ese paso del proceso de formación político-militar estuvo en el hecho de haber descubierto lo que aprendió con los comunistas franceses y de otras nacionalidades en la III Internacional Comunista, como la teoría militar, indispensable para seguir el camino de la liberación de su país.

Desde su regreso a Vietnam, en 1936, el líder vietnamita se mantuvo fiel al marxismo-leninismo que había nutrido durante sus viajes a la Unión Soviética como funcionario del Cominter o Tercera Internacional Comunista. Se trató de una fidelidad con la cual ratificó su naturaleza revolucionaria y científica, sin caer en una fe dogmática o mecánica. En esa dirección afirmaba que para estudiar el marxismo-leninismo hay que captar ante todo su esencia, su alma viviente, es decir, dominar sus posiciones, conceptos y métodos para aplicarlos a los problemas de la revolución vietnamita y darle las soluciones correctas.

A partir de esa visión, el Tío Hồ asimiló su nueva teoría militar, la cual aplicó de manera adecuada a las características y a las condiciones prácticas de la realidad indochina.

Ángel Bastidas G.

Consultas:

- Pensamiento Militar de Ho Chi Minh (2010). Ministerio de Defensa Nacional / Instituto de Historia Militar.

- Mai Ly Quang (2004). Vietnam: Un panorama. Ed. The Gioi

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hay que tener en cuenta la teoría militar

marxista-leninista, las tradiciones militares

propias de cada nacióny el legado de esas

doctrinas en el mundo

Hồ Chí Minh

 

Aunque el pueblo vietnamita había iniciado la resistencia cuando los franceses apenas hundieron sus botas en la arena de Đã Nành (1858), fue 81 años despúes que los humildes campesinos activaron por primera vez el gatillo de un mosquete u otras armas artesanales que aterrorisaban al invasor, sin embargo, años después, esos intrumentos de combates, como lanzas y flechas de bambú se complementaron con las herramientas que le arrebataban al enemigo en el campo de batalla.

Fue el 15 de dicembre de 1945, a finales de la II Guerra Mundial, cuando la naciente República Democrática de Vietnam iniciaba la celebración del Día de la Resistencia Nacional, producto del triunfo de la Revolución de Agosto frente a la ocupación francesa y la japonesa.

El 22 de diciembre de 1944, se oyeron los primeros disparon del Ejército Popular de la República Socialista de Vietnam, que inicialmente se denominó República Democrática de Vietnam. Para entonces había finalizado la II Guerra Mundial, con la toma de Berlín por el heroico ejército soviético, mientras que en la península Indochina tomaba fuerza la resistencia contra la ocupación japonesa y francesa. Esa contienda mostraba la bandera roja del Partido Comunista de Indochina, bajo la égida de Nguyễn Ái Quốc, quien prontamente se convertiría en Hồ Chí Minh, todo bajo el calor de la III Internacional Comunista, creada por Vlidimir Lenin durante aquellos años convulsos de la vieja Europa.

El panorama de la resistencia vietnamita había tomado un giro significativo con los acontecimientos que se gestaban en la vieja Europa, a propósito de la II Guerra Mundial que dio al traste con el poderio alemán, cuyo aliado japonés se había apoderado de la Peninsula Indochina.

En 1936, la resistencia vietnamita había tomado un respiro gtacias al triunfo del Frente Popular en Francia, aunque esa primavera duró solo tres años cuando los alemanes tomaron París, lo cual fue aprovechado por los japoneses para expulsar a los franceses de Indochina y adueñarse de ese territorio, pero sorpresivamente ese acontecimiento motivó la unificación nacional del pueblo vietnamita, bajo el liderasgo de quien con el nombre de Nguyễn Ái Quốc, se convertiría posteriormente en el gran líder Hồ Chí Minh, heroe de la unidad de los grupos revolucionarios se que atrincheraban en la frontera China, donde vio luz el Partido Comunista de Indochina, artífice de aquel histórico levantamiento nacional que condujo a la Revolución de agosto en 1945. Así nacía el primer ejército vietnamita bajo el mando de Hồ Chí Minh y Võ Nguyên Giáp.

Esa Revolución de agosto abrió el camino a la República Democrática de Vietnam, que el dos (2) de septiembre de 1945, mostró su primer presidente en la plaza Ba Dinh de Hanoi, donde hasta ese momento era el desconocido Hồ Chí Minh, el mismo que en 1911, a los 21 años de edad, bajo el nombre de Van Ba había tomado la ruta de Europa en busca de aquellas nuevas ideas que lo iluminaron para liderar lo que sería 81 años después la histórica revolución vietnamita. Pero antes de llegar a Saigon, en 1954 aquel nobel ejército, obra del Tío Hồ y Giáp, se había retirado hacia la frontera oeste de China, para atrincherarse y emboscar a los franceses en la zona de Viet Bac, donde los invasores sufrieron grandes pérdidas, por lo cual debieron emprender la retirada el 22 de diciembre de 1947.

La tropa al mando de Giáp se fue fortaleciendo en la combinación de diferentes formas de lucha, para sorprender, nueve años más tarde, a 445 mil adversarios, entre ellos 146 mil europeos y africanos y 229 mil vietnamitas mercenarios, y solo 47 mil franceses, en la llamada emplanada de Điện Biên Phủ, al noroeste de Vietnam. El ejército invasor había construido modernas trincheras de hormigón, con la pretención de emboscar al enemigo, bajo el mando del coronel Christian De Catries, quien a pesar de haber sido derrotado llegó a París con el grado de general.

Las tropas revolucionarias, de tan solo 252 mil efectivos, tras 55 días y noches, dejaron en la emplanada de combate (el siete de mayo de 1954) a 16.200 soldados aniquilados o capturados, entre ellos la totalidad del mando del campo fortificado, un general, 16 coroneles, 1.749 oficiales y suboficiales, que se pueden resumir en 17 aguerridos batallones de infantería, entre ellos siete batallones de paracaidistas, tres de artillería y casi un batallón de ingeniería. Antes de esa contienda de Điện Biên, durante el invierno de 1954, el nobel ejército vietnamita había liquidado en varios escenarios a 112 mil soldados invasores, lo que representaba un cuarto de las fuerzas francesas en Indochina, el equivalente a 25 batallones.

El próximo 19 de este mes de diciembre, las y los vietnamitas recordarán aquellos primeros disparos de las rudimentarias armas de fuego para sorpresa de la soldadesca francesas que estaba acostumbrada a enfrentar a tropas descamisadas.

La teoria militar marxista-leninista

Antes de salir de Vietnam en busca del camino para alcanzar la liberación nacional, el Tío Hồ ya conocía las tradiciones militares vietnamitas y sabía que los líderes que le habían precedido, como Phan Boi Chau, Phan Chau Trinh y Hoang Hoa Tham, trataron de salvar el país mediante vías plagadas de limitaciones. Partiendo de esas bases al encontrarse con el marxismo-leninismo, Hồ Chí Minh trazó el camino para alcanzar la liberación nacional de forma acertada, conforme a las nuevas tendencias del momento, valiendose de la teoría militar marxista-leninista para solucionar los problemas militares que debía enfrentar la revolución Indochina.

Ese paso del proceso de formación político-militar estuvo en el hecho de haber descubierto lo que aprendió con los comunistas franceses y de otras nacionalidades en la III Internacional Comunista, como la teoría militar, indispensable para seguir el camino de la liberación de su país.

Desde su regreso a Vietnam, en 1936, el líder vietnamita se mantuvo fiel al marxismo-leninismo que había nutrido durante sus viajes a la Unión Soviética como funcionario del Cominter o Tercera Internacional Comunista. Se trató de una fidelidad con la cual ratificó su naturaleza revolucionaria y científica, sin caer en una fe dogmática o mecánica. En esa direción afirmaba que para estudiar el marxismo-leninismo hay que captar ante todo su esencia, su alma viviente, es decir, dominar sus posiciones, conceptos y métodos para aplicarlos a los problemas de la revolución vietnamita y darle las soluciones correctas.

A partir de esa visión, el Tío Hồ asimiló su nueva teoría militar, la cual aplicó de manera adecuada a las características y a las condiciones prácticas de la realidad indochina.

  Ángel Bastidas G.

Consultas:

- Pensamiento Militar de Ho Chi Minh (2010) Ministerio de Defensa Nacional/Insituto de Historia Militar.

- Mai Ly Quang (2004) Vietnam: Un panorama. Ed. The Gioi.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Noticias Relacionadas