Psicosoma | El amor humaniza
Me acuerdo de tu rostro que se fijó en mis días, / mujer de saya azul y de tostada frente, / que en mi niñez y sobre mi tierra de ambrosía / vi abrir el surco negro en un abril ardiente.
La mujer fuerte de Gabriela Mistral
25/11/2025.- No podemos seguir con más matanzas en el mundo. "Violencias, maldita violencia, ¿por qué no permites que reine la paz, que reine el amor?". Escucho al famoso grupo de los Hicsos, que no sabía que era costarricense, porque creía que era de Colombia —el autor, José Barros, es de origen colombiano y son los Hicsos, quienes le dieron fama—. Era una cumbia nostálgica, de protesta y con el dolor del huayno peruano; la cantaba de muchachita en los años setenta, terribles, de incendios del Cono Sur, y hoy, en la supuesta cuna de la democracia, escapamos también de balas perdidas y es imposible encuevarse luego de la pandemia.
Una realidad mundial es que se haya repotenciado la violencia, puesto a psicópatas de gobernantes, a tanto misógino que grita en las calles y vocifera: "Bruja, péinate", "mátala", cuando ven a chicas bien dotadas con escotes y a las adultas las manosean en los buses; ya las prendas mínimas les alteran y una, para vestirse, hasta reflexiona qué ponerse... es el colmo desatado. No podemos permitir que el miedo nos siga horadando, y menos ceder a la cacería machista.
Las tiritas, minis, cotas, pantalones cortos en un país tropical son prendas necesarias y vean, nadie ataca a un hombre con short y menos cuando caminan orondos con el torso desnudo mostrando sus pectorales con tatuajes y brazos... Da grima, cólera, risa, y les comentaba a las chicas y chicos estudiantes que profundicen en las culturas e identidad, y vamos siempre al arte; nos convoca en la diversidad con el diálogo y el respeto.
Abrazar las artes posibilita nuevos respiros como la escritura, teatro, danza, canto... ¿Cómo hacen los que la perciben como una pérdida de tiempo u oficio burgués?
Las violencias disímiles, creencias, constructos enrevesados, el seguir a grupos y a líderes sin pensar con cabeza propia hacen crecer la estupidez, generan gran capital, agresiones gratuitas a mujeres que demuestran más sabiduría y conocimiento que los hombres; nos llaman diablas, brujas o nos crean el rumor de problemáticas y nos lo arrojan en el rostro. "Déjala hablar, es una mujer que habla sin pensar", "solo los hombres tienen un pensar chayote", se dicen y ahogan en sus egos; pero los desarman las acciones colectivas que posibilitan encontrarnos, comunicarnos, y el arte implosiona: "el arte lo cura todo". Gotas caen, llamas, briznas, para estar en constante movimiento y aprender a lidiar con las diferencias. Nada nos detiene y siempre renacemos más resilientes con algunos hombres, compañeros de luchas.
Todavía es posible labrar el bien o, como dijo el difunto Pepe Mujica: "No nos cansemos de hacer el bien", ni estar con paranoia inducida de psicoterror, paralizadas o conectadas en el mundo virtual.
Gran alegría me producen las caravanas, grupos musicales, bandas de las escuelas, cimarronas, disfraces, danzas en la procesión de Santa Cecilia, la patrona musical de mi comunidad, con un festival gastronómico, juegos mecánicos, con el cuido de la policía y así seguimos con fiestas en los cantones, y a salir, "ojo pelao", a marchar, cantar consignas, este 25 de noviembre, a la memoria del movimiento rebelde de las "mariposas", las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, contra "el chivo" dictador sátrapa dominicano Rafael Leonidas Trujillo, que fueron asesinadas a palos, ahorcadas y lanzadas al barranco en los años sesenta. Fue declarado por la ONU Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en 1999.
Viva la alegría, la paz, el amor y el derecho humano a decidir, construir su felicidad, compañía en redes humanas de carne y hueso al compartir y ser vehículos de esperanza y así, el sábado 22 de noviembre, con un cielo azul celeste de Escazú, en conexión con la pachamama, presentamos la novela Única mirando al mar, del escritor Fernando Contreras, en adaptación al teatro por la profesora Ana Lucía Rodriguez Soto, con el elenco de teatro de la Escuela Municipal de Artes de Escazú. Sería largo contar los procesos desde la gestación, mes tras mes, integración, caracteres, lecturas, vidas personales, pero la magia es al entrar al barco", lugar desde mis reinicios, dejá vú, llantén, huidas... todo se olvida y la conexión nos trasmuta en energías, movimiento de vernos, de parir seres, dar vida, voces poco a poco en compañía de la "humana profe" que nos guía y alienta en su estilo pétreo, dúctil cincel al ceder porque nos da confianza al ser cada quien único, única, en su proceso; en fin, llegó el día y cada quien comentó su acción de dormir la noche anterior, cada uno tiene su método de apuntes, mañas, ensayo interior, de ver a cada personaje y sentir lúcidamente las escenas en el campo de acción; sentí, sentimos los movimientos del equipo, la cooperación, entendimiento de cada quien en su proceso y todo fluyó en un sueño compartido.
Ser Única Oconitrillo, una mujer mayor en el basural, con su hijo Bacán (Mariana), Momboñombo Moñagallo (Alejandra), oso Carmuco Rossy, la llorona Jenny, los buzos Don Retana, Luis José, locutor Josué "recitación", como decía Única al estreno del elenco de teatro de la Escuela Municipal de Artes Escazú en la obra Única mirando al mar el sábado 22 en el auditorio del Centro Cívico Municipal.
Salir al despertar con los aplausos, fotos, abrazos, llantos, fue parte de la entrega en creer y hacer lo que se ama, y me preguntaron dos varones el porqué de este parlamento: "Vos sabés que yo he llegado a pensar que la basura también es mujer". "Mirá, es la basura", como "la mujer", de género femenino; entonces, es la basura y al principio a todo el mundo le gusta cuando está nuevecita y "apenas se pone vieja ya nadie la quiere", pero en el basural renace, reciclas las vidas y el amor florece "sin fecha ni calendario".
Rosa Anca

