Día de La Chinita: una devoción que mueve a la población venezolana

Cada año la feligresía acude a la Basílica de Chiquinquirá para agradecer a su patrona

El 18 de noviembre es una fecha histórica para la población zuliana que cada año renueva su fe ante su patrona.

 

17/11/25.- El 18 de noviembre, se celebra el Día de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, popularmente conocida y venerada con profundo fervor como La Chinita, por lo que este día es de suma importancia, dado su trascendencia religiosa, hasta convertirse en el epicentro de la identidad cultural, social y económica del estado Zulia, reuniendo a millones de feligreses cada año.

​Para la población zuliana, La Chinita no es solo una figura religiosa, sino un símbolo que cohesiona la identidad regional, y la Basílica de Chiquinquirá, ubicada en el centro de Maracaibo, adquiere el papel eclesiástico de atraer no solo a los habitantes locales, sino a venezolanos de otras latitudes y turistas internacionales, para que sean partícipes de una experiencia única.

La misa solemne y la posterior procesión se constituyen como los momentos claves de una fiesta que se extiende por varias semanas, conocida como la Feria de La Chinita.

La devoción se manifiesta en las promesas y peticiones que miles de personas elevan a su patrona.

La celebración está intrínsecamente ligada al acervo cultural zuliano, sirviendo de ocasión para espectáculos, exposiciones y el encendido de luces de Navidad.

En el caso de la gaita, declarada Patrimonio Cultural de Venezuela, alcanza su máximo esplendor con letras dedicadas a la Virgen Morena y al ambiente festivo de la época.

Una historia de leyenda y milagro

​La historia de la devoción a La Chinita se remonta a inicios del siglo XVIII y la leyenda humilde que la envuelve se remonta alrededor de 1709, cuando una lavandera encontró una pequeña tabla de madera flotando en las aguas del Lago de Maracaibo.

La mujer recogió la tabla y la llevó a su casa, usándola para tapar la tinaja de agua, hasta que al poco tiempo, mientras la estaba puliendo, la mujer observó cómo la tabla se iluminaba con un brillo repentino y en ella aparecía la imagen de la virgen María, y al quedar impresionada por el suceso, la mujer gritó, "¡Milagro! ¡Milagro!".

​El grito de la lavandera dio nombre a la avenida donde ocurrió el suceso, y desde entonces, la tablita, que mide apenas unos 26 cm por 25 cm, se ha conservado como la sagrada reliquia que representa a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.

​A pesar de los desafíos sociales y económicos que ha enfrentado la región, la fe en La Chinita se mantiene más viva que nunca, dejando claro que no se trata exclusivamente de un acto de tradición, sino un símbolo de resiliencia y esperanza para la población zuliana.

​Una fe que no se inmuta

La celebración es un ancla de estabilidad emocional y espiritual. En tiempos difíciles, los zulianos recurren a su patrona como fuente de consuelo y fuerza.

Uno de los momentos más emotivos es el inicio de la feria, cuando la Sagrada Reliquia es "bajada" de su nicho para el primer recorrido lacustre y terrestre, iniciando la cuenta regresiva hacia el día central.

Gracias a la diáspora venezolana, la devoción ha cruzado fronteras, con comunidades de zulianos celebrando misas y procesiones en honor a La Chinita en diversas ciudades del mundo, manteniendo la conexión con sus raíces.

EMMANUEL CHAPARRO RODRÍGUEZ / CIUDAD CCS


Noticias Relacionadas