Hablemos de eso | Interceptación
02/11/2025.- Hemos pasado ya a 411 aeronaves neutralizadas en el territorio nacional, todas con propósito de narcotráfico. Nosotros nos mantenemos vigilantes porque violar el espacio aéreo con cualquier propósito, bien sea militar para agredir a nuestra nación, de contrabando de armas o narcotráfico, es una violación a nuestro espacio aéreo.
Así declaraba el ministro del Poder Popular para la Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López, el 21 de octubre. Y es evidente que este trabajo de combatir el narcotráfico y eliminar los medios para su procesamiento o transporte no comenzó hace dos meses, cuando inició el acecho estadounidense contra nuestro mar territorial. También debería ser evidente que la interceptación o destrucción de 411 aeronaves implica afectar las operaciones de transporte de drogas ilegales en una medida muchísimo mayor que la que hubieran podido sumar todos los atentados criminales, perpetrados por los estadounidenses y su flota.
La destrucción de aeronaves se realiza conforme a lo establecido en la Ley de Control para la Defensa del Espacio Aéreo, aprobada por la Asamblea Nacional y refrendada por el Comandante Hugo Chávez Frías, el 1° de junio de 2012. Es decir, hace trece años. Esta ley establece de forma precisa las normas para las “acciones de interceptación, persuasión e inutilización de las aeronaves u objetos que, sin ser aeronaves, infrinjan las disposiciones sobre la circulación aérea”. En cada una de las interceptaciones reportadas se ha cumplido cuidadosamente.
En contraste, la flota de Trump destruye lanchas y asesina “sospechosos”, sin pruebas ni juicio, “en defensa propia”, cuando es claro que ninguna de las embarcaciones destruidas podría atentar contra los destructores y otros barcos de guerra que integran la iniciativa criminal. Se burlan de cualquier norma y ladran en la esperanza de asustarnos. Y lo hacen a costa de las vidas de un número indefinido de víctimas de la prepotencia colonialista. Si un solo marine hubiera sido afectado, sería un escándalo. Como en cualquier otra latitud del sur, las vidas de los considerados “inferiores” no importan.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, informaba el 28 de octubre de un operativo internacional, con la "colaboración de la Armada colombiana", donde se incautó casi ocho toneladas de cocaína y se capturó a 38 personas en aguas jurisdiccionales de varios países de Europa "sin un solo muerto".
Venezuela ha mantenido una batalla constante para evitar el tráfico de drogas por nuestro territorio. “En lo que va de año, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) ha destruido 20 aeronaves vinculadas al tráfico de sustancias estupefacientes y psicotrópicas. Además, en lo que va de semana han destruido seis pistas relacionadas con actividades ilícitas.” Afirmó el ministro Padrino. Y esto forma parte de una actividad continua, en resguardo de las fronteras.
El 95% de las armas incautadas en los operativos militares por la FANB en todo el país son de origen estadounidense. “Todas esas armas y granadas fragmentarias son de origen norteamericano. ¿Qué es lo que pasa en Estados Unidos? Uno de los mayores negocios, aparte del narctráfico, es el tráfico de armas. ¿Por dónde salen?, ¿quién las fabrica?, ¿hacia dónde van?, ¿qué intereses hay en hacer tráfico ilegal de armas?, ¿a quién le interesa eso, para armar a quién, a terroristas, a bandas de narcotraficantes, para desestabilizar gobiernos?”, preguntaba Padrino.
La diferencia entre quienes combaten el tráfico de drogas y quienes solo utilizan una excusa que nadie cree es inmensa. Tanto, que incluso comentaristas del ala conservadora de los Estados Unidos (gente de la base electoral y política de Trump) se han sumado a las “críticas”. Tucker Carlson, quien fue comentarista de Fox News desde 2009 hasta 2023, famoso partidario de teorías conspirativas de extrema derecha, confrontaba en estos días la narrativa impuesta por Trump y sus acólitos sobre el papel de Venezuela en el trasiego de sustancias ilícitas. Como se sabe, las drogas que más producen muertes por sobredosis son el fentanilo y las metanfetaminas. Y esas drogas “No se producen allí. No se trafican a través de allí. Y los cárteles que las distribuyen y matan gente en nuestro país no son venezolanos". Tampoco en Venezuela se produce cocaína.
Días atrás renunció el jefe del Comando Sur, almirante Alvin Holsey. Se trata, nada más y nada menos, que del jefe directo de las operaciones en el Caribe y en toda Suramérica. El New York Times (NYT) atribuye a fuentes “que hablaron bajo condición de anonimato”, que “Holsey había expresado su preocupación por la misión y los ataques a los supuestos barcos de droga”. Comenta el NYT que “diversos especialistas en las leyes que rigen el uso de la fuerza han rebatido la afirmación de Trump, que alega que puede matar legalmente a personas sospechosas de narcotráfico como si fueran soldados enemigos (…) Desde el punto de vista del derecho internacional, para que un grupo no estatal pueda considerarse beligerante en un conflicto armado, debe tratarse de un grupo armado, organizado con una estructura de mando centralizada y que participe en hostilidades”.
En la “renuncia” de Holsey se entremezcla el conflicto interno, liderado por el jefe del Departamento de Guerra (antes secretario de Defensa):
El almirante Holsey, que es negro, es el último de una serie de más de una decena de jefes militares, muchos de ellos personas de color y mujeres, que han abandonado sus puestos este año. La mayoría han sido despedidos por Hegseth o expulsados. (Eric Schmitt y Tyler Pager, NYT, 17 de octubre de 2025)
El gobierno francés, recordando que tiene colonias e intereses en el Caribe, también expresa su “preocupación”. El ministro francés de Relaciones Exteriores ha declarado:
He seguido las operaciones estadounidenses, con bombardeos que causaron varias decenas de muertos, con mucha preocupación porque, al hacerlo, Estados Unidos se libera de las reglas del derecho marítimo, en una región del mundo donde Francia está presente. (AFP, 29 de octubre)
En tono cada vez más abierto, coinciden los medios gringos, franceses, españoles o suizos: la proclamada lucha contra las drogas es una excusa, la conducta consecuente ya es criminal.
Es demasiado evidente que el gobierno de los Estados Unidos intenta imponer sus intereses y su voluntad por la fuerza militar, el amedrentamiento, las operaciones encubiertas de la CIA. En busca de destruir la rebeldía de la revolución bolivariana (o ahora, de silenciar a Petro). En busca de apropiarse de las riquezas venezolanas, particularmente el petróleo.
Ante la amenaza múltiple, el pueblo venezolano se mantiene firme, unido, movilizado, con calma y cordura, con nervios de acero, como dice continuamente el presidente Maduro. A la vez, poniendo al día nuestra defensa militar con la unión popular-militar-policial, cuidando la economía del país y la vida cotidiana, trabajando en el fortalecimiento del poder popular.
Nadie dijo que la descolonización, la afirmación de nuestra soberanía, era fácil.
centrodecolonizacionvzla.wordpress.com

