Louis Larrúa: el cine venezolano tiene mucho que contar
Le gustaría hacer el personaje de Antonio José de Sucre en la pantalla grande
01/11/25.- Apostarle al cine venezolano, tener fe en lo nuestro y en las ideas creativas que impulsen la industria cinematográfica y artística en Venezuela, es el pulso del actor venezolano Louis Larrúa.
"Es importante que el cine venezolano apueste más por él mismo, se tenga la fe necesaria para contar, para hacer y para culminar proyectos. Hay mucho por contar y necesitamos espacios para eso, pero debemos valorar nuestra venezolanidad, nuestras creencias y costumbres, y avanzar en contar nuestras historias”, expresó.
En entrevista exclusiva con Ciudad CCS, el protagonista de las películas La maldición de Knoche y Cristal: ¿Caza o presa?, confesó que entre él y el cine venezolano surgió un amor a primera vista cuando en 2018 decidió abandonar su carrera de ingeniería informática y estrenarse como actor.
“Sí, mi vida dio un giro de 360 grados. Imagina cómo reaccionó mi familia cuando le di la noticia de que no seguiría en la informática. Cuando me preguntaron qué haría, y les respondí: ‘voy a ser actor’; me miraron con cierta incertidumbre”, relató Louis entre risas, pero también con satisfacción porque lo ha logrado.
No es fácil imaginar algo como un sueño y al poco tiempo ver, en la realidad, ser el protagonista de una película que está puesta en las carteleras del circuito comercial de cines. Louis, con 30 años, ya lo ha hecho dos veces.
En 2024 los venezolanos pudimos verlo protagonizando la primera película de terror filmada en las montañas del Ávila que cuenta la leyenda del doctor alemán Gottfried Knoche, un embalsamador de cuerpos que se arraigó en Venezuela en el siglo XIX, y en las entrañas del Waraira Repano experimentaba con los cadáveres.
En La maldición de Knoche, del director Eduardo Rivas, el actor venezolano le da vida al papel de Leonardo, un guardaparques del Parque Nacional El Ávila marcado por traumas de su pasado que explotan tras los acontecimientos. “Ser Leonardo fue una experiencia fantástica porque fue una escuela que me llevó al límite. Para mí fue todo un reto porque el personaje no se parece en nada a mí, y eso me hizo exigirme y probarme para poder dar mi mejor performance para lograr el personaje”, detalló.
La película trata de un grupo de jóvenes que deciden adentrarse en la montaña para redescubrir una antigua leyenda de Galipán, la leyenda del Doctor Knoche. Al llegar al lugar, uno de los jóvenes comete un acto de profanación en la tumba del doctor, desatando una terrible maldición sobre ellos. A partir de ese momento ellos comienzan a experimentar eventos paranormales que los hace confrontarse con sus miedos.
A Larrúa esta película le enseñó de todo un poco. Aprendió a crear un personaje y también a batallar con las dificultades que tuvo que enfrentar para el rodaje de las escenas, filmadas en su mayoría en exteriores. “Knoche es una historia importante y es parte de nosotros. Es una de esas historias que no se cuentan y se van perdiendo en el tiempo, y que es muy importante darles visibilidad, mostrando también lo que somos nosotros los venezolanos, para darnos visibilidad internacional ”, enfatizó el actor.
El también actor de teatro está convencido de que hay espacio para todos los géneros y que al cine venezolano le falta mucho por contar. “Hay ahora como una explosión de ideas, de cosas nuevas que me hacen sentir muy optimista hacia el futuro. Hay que contar más sobre nuestra vida cotidiana como lo hacen otros países, y darle proyección a distintos géneros cinematográficos”, dijo.
De Knoche a Cristal
Después del éxito con la innovadora película La maldición de Knoche, Larrúa continuó dando pasos agigantados en su carrera y hace pocas semanas se estrenó en cartelera su segunda película: Cristal: ¿Caza o presa?, del director Mario Ramírez, en la que encarna el papel de un joven (Buche) ligado al ambiente de las drogas que tiene que convertirse en el secuestrador de una chica (Cristal) para pagar una deuda. Sin embargo, Buche sale abruptamente de la trama al ser asesinado.
“Recibí la oferta para realizar este personaje y lo asumí con el mismo profesionalismo. Cristal fue un proyecto que nació durante la etapa de la pandemia mundial y eso lo hizo todo un reto porque tuvimos dificultades para llevar adelante las grabaciones en las locaciones escogidas, había que pedir permisos, usar los tapabocas, y eso retrasaba las escenas”, apuntó.
El director de este film, que entrará en su tercera semana en los cines, apostó a crear un ambiente de suspenso cuando le dio un giro a la trama y apareció Cristal como una justiciera de cuatro adolescentes que la acecharon y estaban decididos a violentarla y a deshacerse de su cuerpo, después que esta es abandonada en el lugar de su cautiverio tras la muerte de Buche.
Con respecto a esto, Larrúa comentó que el cine nacional muestra hoy una gran variedad tanto en temática como en estilo y “eso es positivo, siempre es bueno que las películas no se parezcan y que cada director tenga su estilo y sus temas”. Adelantó también que es necesario mejorar y perfeccionar los guiones para darle profundidad y originalidad a un film, porque “es la única manera de explotar la creatividad, porque el guión es la base de toda buena película”.
Como el Gran Mariscal de Ayacucho
El dramaturgo, poeta, director teatral, actor y guionista venezolano, Rubén Darío Gil, fue el mentor de Larrúa cuando este decidió inscribirse en el instituto ESCineTV, donde recibió sus primeras clases formales de actuación.
“Fue mi gran maestro, le debo mucho a quien me enseñó y me metió en el mundo de la actuación. Con él yo descubrí que esto es lo que realmente me llena, descubrí mis cualidades y mi talento como actor; y lamentablemente hace unos meses atrás se nos fue de este plano. Le agradezco desde aquí todo lo que me dejó”, enfatizó el actor.
Además de La maldición de Knoche y Cristal: ¿Caza o presa?, Louis participó también en la película Fragmentos, del director Alejandro Rangel, en la que encarna al vigilante de una prisión. También hizo los cortometrajes Orden 2020 y Línea Segura.
Asimismo, las tablas del teatro han sido testigo del talento de este actor venezolano que formó parte del grupo teatral Theja, como alumno de los maestros José Simón Escalona, Javier Vidal y Julie Restifo. Tuvo participaciones en la Gala del reino encantado, la Gala de Villanos y el musical sobre José Gregorio Hernández. Otros tres papeles trabajó Larrúa también en el microteatro como su rol en El último round; ¿Qué buscas del ser amado? y en la comedia Alquílame esta.
Larrúa destacó la importancia que tiene que el país preserve su patrimonio cinematográfico, pero también expresó su inquietud porque “quizás faltan más películas que cuenten sobre nuestra Venezuela, sobre tantas historias importantes”.
En ese contexto, confesó que en relación a personajes históricos sería un gusto para él convertirse en el Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre; porque “me encantaría realizar ese personaje, y de la historia universal me llama la atención encarnar a Jean Valjean, de la gran obra de Víctor Hugo, Los Miserables”.
En los próximos meses, Larrúa será de nuevo protagonista de las salas de cine nacional con dos grandes estrenos de sus últimos proyectos que ya están concretados: La vida mejor, de Alejandro Rangel y Génesis Azuaje; y el film Imbatibles, de Argenis Guerrero.
SABINA DI MURO / CIUDAD CCS

