Al derecho y al revés | Desubicados irrespetan el Vaticano

22/10/2025.- Como introducción al tema, inicio con una pequeña anécdota relacionada.

El primer gobierno de Carlos Andrés Pérez recibió una millonada en dólares proveniente del alza del petróleo, que no estaba presupuestada.

No era un dinero que nos hubiéramos ganado los venezolanos, porque la subida en el precio del crudo se debía a que los países productores árabes le hicieron boicot a Europa y a los Estados Unidos.

Sin embargo, de igual modo, el presupuesto se cuadriplicó de un día para otro y el gobierno venezolano tuvo como "problema" ¡gastar ese realero!

Parte del dinero recién recibido se destinó a tener un avión presidencial, que entre sus especificaciones debía ser transcontinental. Mientras llegaba el aparato, Carlos Andrés Pérez decidió ir a México... y llevarse un gentío...

Para ese fin, se pidió el mayor avión de Viasa y se designó el espacio de la primera clase al presidente y sus ministros. Detrás, en la clase turista, iban periodistas, guardaespaldas y camarógrafos.

Una de las periodistas de aquel séquito, durante la primera rueda de prensa en suelo mexicano, le hizo una pregunta directa e irrespetuosa al presidente venezolano. Este, sin inmutarse, la contestó, según testimoniaron los presentes.

Ese viaje era corto y pronto regresó el mismo avión de Viasa por todos, incluyendo aquella periodista —evidentemente opositora—, a la que el ministro organizador no quería dejar subir.

El caso llegó a oídos del presidente, quien, para sorpresa de muchos, insistió en que esa periodista debía regresar con la delegación.

Bien: al subir todos al avión, Pérez caminó por el pasillo hasta el puesto de la periodista y le dijo: "Señorita, su pregunta fue excelente, pero ha debido hacerla en Venezuela, porque en México todos somos venezolanos".

Fin de la introducción.

Ahora, me traslado al Vaticano, justo antes de comenzar la misa donde se canonizarían, junto a otros santos católicos, a José Gregorio Hernández y a Carmen Rendiles.

Allí, en plena basílica, un grupete de los venezolanos invitados chuleó a Roy Chaderton, tildándolo, sin motivo o razón, de judas.

Es de notar que Chaderton, aparte de haber sido canciller venezolano y embajador ante la Santa Sede, actualmente es embajador en Suiza y estaba invitado a la misa de canonización.

También es de notar que los que chuleaban a Roy Chaderton se supone que son católicos y formaban parte de los mil venezolanos de una delegación de la que formaban parte tanto gente del gobierno como miembros de la oposición venezolana… la mayoría de ellos invitados de la Iglesia...

El punto es que tan desubicados como aquella periodista que intentó dejar mal parado al presidente de Venezuela durante un viaje a México lo están estos salvajes que le gritaban a Chaderton en Roma.

El embajador Chaderton no quedó mal. Mal quedaron los que intentaron convertir una misa de canonización —con santos de varios países— en reyerta callejera.

Mal la Guardia Suiza, que ha debido expulsar de la misa a los chuleadores, y hasta mal el papa, que ni se dio por enterado...

La paz es necesaria, porque un país no puede surgir con tanto odio, pero con esta clase de chusma pirateando la política, es difícil lograr tal meta.

Casi como pretender que los palestinos inmolados en Gaza puedan llegar a una paz con el tramposo y criminal Netanyahu.

 

Domingo Alberto Rangel


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