Caracas sigue jubilosa por canonización de sus dos santos

La iglesia Nuestra Señora de La Candelaria ha estado abarrotada durante este domingo

Los peregrinos celebraron la estatua erigida en la plaz.

 

19/10/25.- Tras conocerse la tan anhelada decisión del Vaticano de canonizar al Dr. José Gregorio Hernández y a la madre Carmen Rendiles Martínez la madrugada de este domingo, el país entero estalló en un júbilo sin precedentes, teniendo como uno de los sitios donde la euforia llegó a su máximo nivel la iglesia Nuestra Señora de La Candelaria y la plaza contigua que lleva el mismo nombre.

Miles de feligreses abarrotaron el espacio ubicado en el centro de Caracas, no solo para asistir a las misas programadas ante la magnitud del acontecimiento, sino para ocupar los alrededores del templo, en especial para admirar y fotografiarse frente a la enorme estatua del "Siervo de Dios" que fue levantada en la plaza.

La jornada alcanzó su máximo nivel en horas del mediodía, pues durante la celebración de la eucaristía, miles de personas no pudieron ingresar a la iglesia, rebasada por mucho en su aforo, y tuvieron que "conformarse" con mantenerse cerca, a la espera de poder ingresar al templo y ocupar aunque fuese "un huequito" para escuchar la misa y orar.

José Gregorio hizo de las suyas

Un atractivo especial durante la jornada significó la presencia de Francisco Santos, un peculiar personaje que vino desde las montañas del Táchira a alegrar muchos corazones en Caracas, al presentarse en el lugar personificando al "Médico de los Pobres", gracias a su asombroso parecido, su traje negro y su elegante sombrero azabache, al mejor estilo de la usanza de finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX.

La personificación asombró a los fieles por el gran parecido.

 

Tan pronto la concurrencia se percató de la presencia del recreador, se fue acercando para conversar con él y tomarse la clásica foto del recuerdo. Santos tuvo la suficiente paciencia para recibir y "retratarse" con los feligreses.

Dada la fuerza espiritual que irradia José Gregorio, varias de las personas que se fotografiaron con el "imitador" sintieron de cerca su halo milagroso y así lo expresaron con frases entrecortadas por la emoción e incluso con lágrimas.

REINALDO J. LINARES ACOSTA / FOTOGRAFÍA: JAVIER CAMPOS / CIUDAD CCS


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