Revolución y reflexión | ¿Por qué se vienen a vigilar al Caribe?
18/10/2025.- Empecemos afirmando una verdad que solo un reducido grupo de personas podría negar. La riqueza se concentra solo en una pequeña fracción de multimillonarios en el mundo. Asimismo, no es un secreto que la lista de magnates suele renovarse cada cierto tiempo. Esto significa que constantemente se renuevan las caras de los dueños de las multinacionales a nivel global.
Entonces, este grupito de multimillonarios alimenta el sistema hegemónico económico y financiero a nivel mundial. Dicho en otras palabras, las industrias agroalimentaria, farmacéutica, militar, tecnológica, musical, cinematográfica y automotriz son controladas por un puñado de magnates, quienes dirigen realmente las grandes corporaciones en el mundo.
De este modo, sabemos quiénes controlan la industria de las tecnologías de la información y comunicación a nivel global. La gran mayoría de estas plataformas tecnológicas son utilizadas para reproducir falsas narrativas en los diferentes medios de comunicación y las diversas plataformas digitales donde convierten lo bueno en malo y lo malo en bueno; es decir, donde una mentira repetida mil veces la convierten en verdad y el tren de mercenarios de la comunicación en tiempo récord la ponen a girar por todo el mundo. Por supuesto, este fenómeno tiene que ver con el planteamiento que realiza el lingüista, filósofo, politólogo, intelectual y activista estadounidense, Noam Chomsky: “La manipulación mediática hace más daño que la bomba atómica porque destruye los cerebros”.
Pero vamos más allá; cuando consultamos a Google quiénes son los más ricos en el mundo, nos encontramos con un listado actualizado de julio del año en curso. De acuerdo a Forbes, los primeros diez multimillonarios son ocupados por: Elon Musk (fundador de Tesla y SpaceX), Larry Ellison (cofundador de la empresa tecnológica Oracle), Mark Zuckerberg (creador de Meta (Facebook)), Jeff Bezos (dueño de Amazon y Blue Origin.), Larry Page (cofundador de Google), Steve Ballmer (ex CEO de Microsoft), Sergey Brin (cofundador de Google), Bernard Arnault & Familia (dueño de LVMH, un grupo de marcas de lujo), y en la posición número 10 se encuentra Jensen Huang (CEO de Nvidia). Todos hombres con nacionalidad estadounidense, a excepción del francés Bernard Arnault.
No olvidemos que SpaceX es una corporación aeroespacial que se dedica al diseño, fabricación y lanzamiento de naves y cohetes espaciales, otro proyecto que surge de la ambición de llevar humanos a Marte. Musk, también dueño de la plataforma X, es el director ejecutivo de la empresa Tesla, que fabrica y vende automóviles eléctricos. A Elon Musk, en su irracionalidad y mentalidad colonialista y supremacista, no le importa el daño ambiental que implican proyectos de esta naturaleza. ¿Será Musk parte del verdadero cartel de delincuencia organizada transnacional?
No lo dudemos, el sistema capitalista, el imperialismo, el fascismo y todas sus mutaciones han sido las causas de los grandes problemas que padecemos en el planeta: guerra económica, guerra comercial, guerra psicológica, guerra mediática, intervenciones militares, genocidios, crisis ambiental, crisis agroalimentaria, narcotráfico, terrorismo de Estado, diplomacia del engaño, chantaje, sanciones arancelarias e imposiciones de medidas coercitivas unilaterales (MCU) a los pueblos y sistemas de gobiernos que no obedezcan a los intereses de la Casa Blanca.
A propósito de la situación de agresión imperial de EE. UU., que otra vez atenta contra la paz de Venezuela y nuestra región suramericana, surge una importante pregunta: ¿Lucha contra el narcotráfico? Cuando es sabido que Estados Unidos encabeza la lista de mayores consumidores de droga en el mundo.
Importa, y por muchas razones, resaltar las estadísticas del Informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc). El 87% de la droga producida sale por el Pacífico (Colombia, Ecuador y Perú). Se quiere con ello significar que los países con mayor producción de droga son: Colombia, Perú y Bolivia (61%). Asimismo, destacar que el 87% de la cocaína sale por el Pacífico, Colombia y Ecuador; un 8% es traficado por La Guajira (Colombia) y solo un 5% de la droga producida por las redes del narcotráfico colombiano, legado de Pablo Escobar y sus principales sucesores, Álvaro Uribe e Iván Duque, entra, o pretende entrar, por el territorio venezolano.
En este sentido, el escritor e historiador venezolano Luis Britto García señala: "¿Por qué no se van al Pacífico, que es por donde llega el 90 por ciento del narcotráfico a Estados Unidos?, ¿por qué se vienen a vigilar al Caribe, donde no pasa casi nadie?".
En la misma línea de pensamiento, el sociólogo puertorriqueño, Ramón Grosfoguel, expresó: “Si realmente estuvieran interesados en parar el narcotráfico, tendrían que hacer una operación interna, empezando por Wall Street, el Pentágono y la Administración de Control de Drogas (DEA). Entonces, ¿tendría que iniciar la Casa Blanca la lucha contra el narcotráfico en su propia casa? La respuesta es obvia".
Resulta importante plantearnos preguntas que permitan que comprendamos cómo opera el sistema hegemónico de dominación y opresión que destruye cada día más a nuestra madre naturaleza y que pone en jaque nuestra propia existencia. Un sistema que nos quiere ahogar en una sumisión absoluta y en un estado de letargo permanente.
Un sistema que nos quiere enjaular en una burbuja tecnológica que dispara a diario nuestros cerebros, un sistema que trabaja día y noche para lograr que nuestros ojos permanezcan anclados a las pantallas consumiendo los misiles de la deformación y la desinformación, un sistema al que le conviene que nuestros cerebros estén vacíos, desconectados del saber, del ser, del sentir y del hacer.
En fin, ese sistema se empeña en deshumanizarnos porque le conviene que seamos complacientes de un sueño americano que nos venden en cajitas felices y que no nos pertenece.
Andreína Camacho