Al derecho y al revés | Nobel y el pensamiento Alicia

15/10/2025.- El filósofo español Gustavo Bueno y, sobre todo, sus seguidores fueron quienes señalaron hace quince años esa racionalidad simplista para la que todo problema es fácil de resolver. En ella, toda dificultad se remedia casi por sí sola con solo esbozar una solución, sin pensar en los intereses que privan, aunque no se ventilen en público.

En el pensamiento Alicia, las guerras no existen y todo problema se resuelve cambiando al mandamás, como si los gobernantes no lucharan por mantenerse en el poder o como si tras de estos no hubiera intereses complejos.

Nada nuevo en el mundo del pensamiento Alicia, así llamado por el espejo de la niña que visitó el País de las Maravillas. Ya Homero atribuyó, milenios atrás, la guerra de Troya al rapto de una reina.

En la guerra de Gaza, que más bien es genocidio, quienes opinan y lanzan al ruedo "soluciones" lo hacen desde el pensamiento Alicia.

Se indignan cuando uno pide la participación de Estados Unidos —sin cuyo apoyo Israel no tendría el poder que hoy ostenta—, pero los cultores del pensamiento Alicia tampoco aceptan, en el estudio de las posibles soluciones, no solo el derecho de los palestinos a tener su propio Estado, sino el de darle salida a ese asesino que es Netanyahu.

Netanyahu, al igual que Trump y también Zelenski, tienen que seguir adelante, aunque tengan perdidas sus guerras, por algo básico: si salen del poder, unos van a la cárcel, mientras que Trump puede quedar inhabilitado de por vida y reo de nuevos juicios, que perderá.

Ninguno de los tres abandonará el poder de buena gana, si no tienen una solución a este futuro.

La salida es difícil, pero más la dificultan los opinadores —algunos con poder real— que desde el pensamiento Alicia proponen o aplauden soluciones que, por no tomar en cuenta los intereses de "los otros", son inviables.

Debido a esta situación, no aplaudí el último alto al fuego entre Israel y Hamás, incompleto por no tomar en cuenta, desde la visión borrosa del pensamiento Alicia, el futuro del asesino Netanyahu.

Tampoco el inesperado Nobel de MCM cuando yo estaba proponiendo otro alto al fuego, pero ahora en Ucrania, para que la Academia Sueca premiara a tres pillos que se odian: Trump, Netanyahu y Zelenski.

Suena extraño, pero al menos sería realista en un mundo donde la payasada se apoderó de la política de tres países donde hoy hay mandatarios sui géneris, situación que algún día pasará. La solución no sería para que este o aquel mandatario burlara la ley, sino sobre la base de los reales intereses de Estados Unidos, Israel y Ucrania, descontaminadas sus políticas del pensamiento Alicia, ese que, queriendo ayudar a los palestinos, los hunde aún más y acaba con cualquier solución realista.

 

Domingo Alberto Rangel


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