Comentarios noticiables | No a las guerras y genocidio
El mundo debe reflexionar
11/10/2025.- La idea de cómo debería normalizarse en el futuro la competencia pacífica entre los países de Estados Unidos (EE. UU.), Reino Unido (RU), la Unión Europea, con Rusia y China; se deberá a lo que aporten en beneficio de la paz y la seguridad internacionales. Todo esto debe ser para conceder un carácter más estable a la humanidad, que produzca un giro en la confrontación y que ello sea a favor de la coexistencia pacífica en todo el globo terráqueo.
EE. UU. y sus aliados se han empecinado en promover los vientos de la guerra activados por grupos belicosos, cuya propaganda de odio (rusofobia-chinofobia) pretende hacer prevalecer sobre el sentido de la realidad y, a veces, sobre el mero sentido común.
Hoy, en todo el mundo se percibe la acuciante necesidad de cambios, la necesidad de reestructurar las relaciones internacionales. En esta situación es muy importante mantener contactos positivos entre orientales y occidentales. El diálogo entre los países de Occidente y Oriente es vitalmente necesario, en vista del inmenso papel que juegan en el mundo contemporáneo. Brota el solo hecho de que se lleve a cabo este diálogo, sin hablar ya de su contenido, cuando se podrá conjuntamente constatar principios tan importantes como la inadmisibilidad de las guerras, tanto nucleares como cualesquiera otras, la solución de los problemas por la vía política, económica y social, la necesidad de reconocer lo que significa el estallido de una guerra nuclear pequeña o grande, limitada o total, ya que, como es sabido, Occidente maneja todas esas posibilidades.
En París, los Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), congregados con motivo de la 28ª reunión de la Conferencia General, del 25 de octubre al 16 de noviembre de 1995, en la que aprobaron y firmaron la Declaración de Principios sobre la Tolerancia, con evocación en la Carta de la ONU, que declara: "Nosotros, los pueblos de la ONU, resueltos a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra, … a reafirmar la fe en los derechos fundamentales, en la dignidad y el valor de la persona humana, ... y con tales finalidades a practicar la tolerancia y a convivir en paz como buenos vecinos". Porque solo así se logrará romper el círculo vicioso que conduce a la afrenta, al enfrentamiento y al uso de la fuerza.
La alternativa de la guerra o la paz en que coloca al mundo la política exterior de EE. UU. y sus aliados es de vital observancia para todos los países del planeta, grandes o pequeños, desarrollados o subdesarrollados, en donde el derecho humano a la paz no sea solamente una premisa y un requisito para el ejercicio de todos los derechos y deberes humanos.
Identificadas las raíces de los problemas del conflicto bélico entre la Federación de Rusia y Ucrania, y el genocidio del Estado de Israel contra la población civil palestina en la Franja de Gaza, urge que sean atajadas con especial énfasis en la medida en que se imponga el esfuerzo por reconocer: Primero, que Ucrania, según el censo de 1979, tuvo la siguiente composición nacional: ucranianos, 36.489.000; rusos, 10.472.000; hebreos, 633.000; bielorrusos, 406.000; moldavos, 249.000; polacos, 258.000; búlgaros, 238.000; húngaros, 164.000; rumanos, 122.000; griegos, 104.000. La Unión Soviética (Rusia) incorporó a Ucrania como República Socialista Soviética el 30 de diciembre de 1922, hasta 1990, cuando se convirtió en República independiente. Segundo, el tema por el reconocimiento del Estado de Palestina, que ha debido establecerse en 1948, sufrió estancamiento por maniobras del Estado sionista terrorista de Israel.
Se creyó que la ONU podía poner en marcha la ejecución de sus resoluciones para establecer dicho Estado, pero hasta ahora nada de esto ha sucedido y no es más que un espejismo. El veto estadounidense en el Consejo de Seguridad de la ONU frena todo a favor de Palestina. En la actualidad, dicho veto ha impedido resolver el alto el fuego en la Franja de Gaza, pese a que Israel ha cometido más de 65 mil crímenes contra mujeres, hombres, niños y adultos palestinos.
Sin embargo, aunque aún persiste el conflicto entre Israel y Palestina, en los actuales momentos en el balneario de Sham El-Sheitk, en la península del Sinaí, en Egipto, se llevan a cabo conversaciones con representantes del movimiento islámico Hamás y el titular de Asuntos Estratégicos de Israel, Ron Dermer. En primera fase, acordaron un plan para terminar el genocidio que abarca canje de prisioneros, la entrada de ayuda humanitaria y la retirada parcial del ejército israelí. Se divisa el final de la guerra, pero los palestinos sospechan que Netanyahu malogre los acuerdos.
Los representantes de Occidente y Oriente deben convencerse de que los habitantes de nuestro mundo son diferentes los unos de los otros y seguirán siéndolo. Continuarán siendo fieles a sus respectivas ideas y modos de vida. Pero existe la responsabilidad común de ellos que implica conmensurar sus acciones con esa responsabilidad. No olvidar que para cambiar el mundo, el mundo necesita a todo el mundo.
J. J. Álvarez