Flotilla desafía bloqueo a Gaza mientras crecen denuncias a Israel

A dos años de la escalada sionista en Gaza van más de 66 mil palestinos asesinados

Una nueva flotilla se levanta y desafía el accionar israelí.

 

06/10/25.- La travesía de la Flotilla de la Libertad vuelve a poner los ojos del mundo sobre Gaza. Este lunes, sus organizadores confirmaron que, pese al asalto de la semana pasada que terminó con la detención de más de 470 activistas, la misión humanitaria no da marcha atrás. El Conscience, el nuevo buque insignia, navega ahora a unas 200 millas náuticas del enclave palestino, acompañado por veleros del colectivo “Thousand Madleens to Gaza” y cargado con 18 toneladas de ayuda. A bordo viajan médicos, periodistas, abogados y defensores de derechos humanos, decididos a romper un bloqueo que ya lleva más de 17 años.

“Nuestra única arma es la conciencia de los pueblos”, expresó Thomas Becker, uno de los activistas y abogado de la misión. El objetivo: abrir un corredor humanitario y visibilizar la catástrofe que se vive en Gaza, donde, según cifras del Ministerio de Salud local, más de 67.100 palestinos han muerto desde octubre de 2023.

Dos años de escalada y devastación en Gaza

Mujer protesta de forma simbólica con las "manos ensagrentadas" en una pared.

 

Este 7 de octubre se cumplen dos años del inicio de la última ofensiva israelí a gran escala sobre la Franja. Desde entonces, la crisis humanitaria no ha hecho más que agravarse. Organismos de defensa de los derechos humanos reportan más de 66 mil palestinos asesinados o muertos por la crisis humanitaria y un país destrozado. La ONU ya habla de hambruna instalada en Gaza, donde el desplazamiento forzado, los cortes de agua y electricidad, y el bombardeo continuo han dejado a la población en una situación límite. La reciente orden israelí de evacuar a un millón de personas de la ciudad de Gaza ha sido descrita por organizaciones humanitarias como una “marcha de la muerte”.

Mientras tanto, la expansión de asentamientos en Cisjordania y la presión militar profundizan la sensación de que la viabilidad de una Palestina autónoma está cada vez más lejos. Sin embargo, la resistencia no ha desaparecido: las protestas dentro y fuera de Israel, así como la solidaridad internacional, mantienen viva la exigencia de justicia y el reclamo por el fin del asedio.

Activistas relatan abusos 

Greta Thunberg: “Sistemas internacionales traicionaron a palestinos”.

 

La semana pasada, la Flotilla Global Sumud fue interceptada en aguas internacionales por la marina israelí, que abordó 45 embarcaciones y detuvo a cientos de activistas de más de 18 países. Entre los expulsados a Europa se encontraba la reconocida activista sueca Greta Thunberg, quien denunció condiciones infrahumanas durante su detención: celdas infestadas de chinches, poco acceso a agua y comida, y presiones para posar con banderas israelíes.


Otras voces, como la de la diputada europea Rima Hassan, relataron maltratos físicos por parte de la policía israelí. La organización legal Adalah y otros abogados lograron contactar con algunos de los detenidos y alertaron sobre torturas, privación de comunicación y vejámenes bajo custodia militar. Mientras tanto, más de 130 activistas siguen privados de libertad en Israel.


Las deportaciones se han dado a cuentagotas: primero cuatro diputados italianos, luego grupos a Turquía, España y, más recientemente, a Grecia y Eslovaquia. A su llegada a Atenas, Thunberg calificó el operativo como “el mayor intento jamás realizado por mar para romper el ilegal e inhumano asedio israelí”, y lamentó la inacción de los gobiernos ante lo que definió como un genocidio.

Solidaridad que crece y resistencia que no se apaga

Miles de palestinos son forzados a abandonar sus tierras por los ataques colonizadores por parte de Israel.

 


Las imágenes que llegan desde Gaza y de la Palestina ocupada muestran el drama cotidiano de una población que resiste entre ruinas y la amenaza constante. La acción de la Flotilla de la Libertad, así como las protestas obreras y estudiantiles en puertos, aeropuertos y plazas de ciudades de todo el mundo, son prueba de un movimiento de solidaridad que no deja de crecer.


Mientras los gobiernos discuten planes de paz que parecen lejanos y las potencias internacionales mantienen intereses cruzados, la sociedad civil insiste en acciones concretas: romper vínculos con Israel, bloquear el suministro de armas y denunciar la complicidad de quienes sostienen el bloqueo. El reclamo por una Palestina libre y el fin de la violencia no es solo una consigna: hoy es una urgencia ética que moviliza a miles.


En medio de la devastación, la esperanza persiste en la convicción de que la solidaridad internacional y la resistencia palestina pueden torcer el rumbo de la historia. Al final, la lucha por Gaza es también un llamado a la humanidad entera para no mirar hacia otro lado.

ISAÍAS OVALLES / CIUDAD CCS


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