Memorias de un escuálido en decadencia | Conmoción
03/10/2025.- ¡Están asustados! ¡Trump los tiene locos! Así gritamos aquí, en la clandestinidad, cada vez que a la dictadura se le ocurre una vaina para defenderse. Es verdad que cada día somos menos en la clandestinidad, pero su palabra, compañero Trump, nos levanta el ánimo para levantarnos contra la dictadura. Ante la ayuda humanitaria que usted le quiere dar al país, salvándonos de esta oprobiosa dictadura, ellos salen con cualquier vaina. Ahí salieron y firmaron un decreto de conmoción exterior para darle plenas facultades al dictador y seguir persiguiendo a los demócratas como nosotros. Están cagadísimos y se les nota. Ya no saben qué hacer ante la ola democrática que usted ha desatado en el mundo, compañero Trump. Aquí entre nos, esa rueda de prensa donde se presentó con el compañero Netanyahu para hablar de los veinte puntos para conseguir la paz en Gaza, eso le quedó del carajo, de veinte puntos. Usted siempre llevando la voz cantante, compañero. Es que usted le está quedando muy grande a Estados Unidos. Nosotros, aquí, seguimos hasta el final, aunque le decimos una vaina: ese final se nos pone cada día más lejos. Por eso nos arrodillamos ante usted para ver si de una vez hace lo que tanto esperamos para derrotar a esta gente que nos ha traído la pena, la vergüenza y la desfachatez como política.
Ahora, nuevamente, decretaron la Navidad a partir del 1.° de octubre. Es decir, que aquí ya es Navidad que vuelve, tradición del año, unos van alegres y otros van llorando. ¿Cómo le parece esa vaina, compañero? Y todo el mundo está pidiendo bonos navideños, porque no soportan pasar otra Navidad limpios de bola a bola. La gente salió el 1.° de octubre con su burrito sabanero, camino de Belén, pero limpios por todas partes. Eso de adelantar la Navidad es otro recurso para que la gente no se levante como nos levantamos nosotros aquí, en la clandestinidad, todas las mañanas, cuando ponemos el himno de los Estados Unidos, que jamás serán vencidos.
Otro que los tiene asustados y turulatos es el avance diario y constante del compañero dólar. Detuvieron a un compañero en un apartamento en El Valle y dijeron que controlaba el avance del compañero dólar, y ahora parece que, como diría el compañero Carlos Ortega y Gasset —que ojalá le vaya bien en el negocio de churros y chicharrones que puso en Miami—, el compañero dólar se les fue de las manos. Es verdad que el euro también está galopando en el mercado nacional, pero para nosotros el compañero dólar es el verdadero representante de la democracia, la libertad de expresión y todos los valores que hemos defendido cada vez que salimos a la calle a enfrentar al enemigo sin que sepa quiénes somos ni dónde estamos, porque esa es ahora nuestra manera de actuar contra el enemigo: atacar sin que sepan quién eres y mucho menos dónde te estás escondiendo...
Sería bueno, estimado compañero Trump, que para este diciembre, usted nos envíe el mejor regalo: la democracia. No podemos permitir que pase un nuevo año con la dictadura disfrutando del score. Tenemos que recordar que ya vivimos un diciembre, en el 2002, cuando pedíamos Navidad sin el dictador anterior, y hallacas también sin el dictador. Entonces, aquí seguimos como en el final de Doña Bárbara: una raza buena que ama, sufre y espera. Así estamos, compañero Trump, a la espera de que usted nos salve.
El papá de Margot llegó de la calle y dijo: "El dictador acabar de firmar un decreto de conmoción exterior, que es una vaina bien arrecha, y esos carajos andan por las calles como que no hubiese pasado nada. Por eso es que a este país no lo jode nadie, porque nadie se toma en serio las vainas serias. No me jodan". Y se fue al cuarto y agarró la puerta y le metió ese coñazo tan duro que la vecina salió gritando: "Sal para el mar, desgraciado, para ver si Trump te manda un misil y acaba con este castigo".
—Ven a mi casa esta Navidad... —me canta Margot.
Roberto Malaver