La "Pelea del Siglo" cumple medio siglo
El 1° de octubre de 1975 se realizó la épica batalla entre Muhammad Alí y Joe Frazier

01/10/25.- Hoy (o ayer, dependiendo de dónde estuviésemos ubicados para aquel momento) se cumple medio siglo de la que fue calificada “La Pelea del Siglo” y que, con el paso del tiempo, ha sido catalogada como “La mejor pelea de todos los tiempos” en el boxeo: La tercera guerra (porque fue una verdadera guerra con guantes) entre dos históricos pugilistas: El mítico Muhammad Alí, considerado por muchos el boxeador más grande de la historia, y el rival más enconado que encontró en su carrera de 61 combates en el boxeo profesional: Joe Frazier (Smoking Joe).
La expectativa era enorme, pues ambos boxeadores habían desarrollado una rivalidad que, para aquel entonces, era solo comparable a los tres duelos entre Willie Pep y Sandy Sadler y las dos peleas protagonizadas por Joe Louis y Max Schmelling.
Los aficionados también querían ver quién era mejor entre ambos, pues ya se habían enfrentado dos veces, la primera de ellas el 8 de marzo de 1971 en el Madison Square Garden de Nueva York, un pleito en el que el campeón Frazier defendía su título de los pesos pesados contra un excampeón que había sido despojado de su título por haberse negado a participar en la Guerra de Vietnam, situación que le costó incluso casi tres años de cárcel.
No obstante, la condición de invicto de Alí y su reconocida capacidad para desplazarse en el ring, demostrada antes de ser encarcelado, sumado a su condición de invicto y su carisma dentro y fuera de los ensogados, le conferían el carácter de favorito para esta pelea.
Sin embargo, la resistencia, energía desbordada y el mortífero gancho de izquierda de Frazier, además de su excelente movimiento de cintura, no pudieron ser contrarrestados por Alí, que estuvo incluso en precarias condiciones en varios asaltos, especialmente en el 11, añadido un knock down en el round 15. Al final, Frazier se llevó la victoria por decisión unánime y acabó con el aura de imbatibilidad de Alí.
Segundo Capítulo
A pesar del triunfo convincente de Frazier, el campeón quedó en precarias condiciones tras la refriega e incluso tuvo que ser hospitalizado, lo que resultó el primer ingrediente para un segundo combate.
Esta vez los promotores se pusieron de acuerdo para fijar la revancha el 28 de enero de 1974, también en la Meca del Boxeo.
Para esta oportunidad, la tensión fue aún mayor que la del primer combate, pues días antes de celebrarse, Alí y Frazier tuvieron un fuerte encontronazo frente a las cámaras de televisión y casi se van a las manos. Ambos fueron severamente criticados e incluso multados, pero para los aficionados la situación exaltó el morbo por ver correr mucha sangre en esta segunda refriega.
La situación no fue la esperada, pues Alí recurrió a la táctica de sus primeros años: esa de desplazarse con mucha soltura por el ring, al mejor estilo de sus primeros años, para mantenerse fuera del alcance de los feroces mazazos de “Smoking Joe”, quien, como siempre, ofreció buen espectáculo al perseguir al oponente por todo el cuadrilátero y conectar buenos golpes, pero sin poner en peligro a Alí, quien fue acumulando puntos al conectar con certeza sus rectos y combinaciones y mantener la distancia con sus jabs. Esta vez la decisión de los jueces, tras 12 asaltos, favoreció a Alí.
Thrilla in Manila
Con este nombre, los siempre habilidosos promotores y publicistas del boxeo, “bautizaron” el tercer bout entre los dos gladiadores, tras haber escogido la capital de las lejanas Islas Filipinas como escenario para “el bonito”, el combate que definiría quién era el mejor.
Alí iba por su cuarta defensa del título de peso completo, tras haber sorprendido al mundo al reconquistarlo con un dramático knock out frente al entonces invicto y superdotado George Foreman, el 30 de octubre del año anterior el Kinshasa, antigua Zaire, lo que le confería el estatus de favorito, ante un Frazier que lució prácticamente indefenso en sus dos combates ante “Big George”.
Desde el campanazo inicial se comprobó que no habría sorpresas para el pleito definitivo, pues Frazier salió con su estilo agresivo y Alí bailoteando y jabeando para mantenerlo a distancia, pero esta vez la diferencia la marcó el que ambos pugilistas ya no tenían la capacidad física de otrora y la estrategia era “matar o morir”, lo que convirtió el espectáculo en una verdadera carnicería.
Asaltos Iniciales (1-4): Ventaja para Alí
Round 1-4: Ali comenzó muy bien, utilizando su velocidad y jab para mantener a Frazier a distancia. Lanzó combinaciones rápidas y golpes limpios. Frazier, conocido por ser un pugilista que iba “de menos a más”, avanzaba constantemente, intentando romper la guardia, pero era superado en puntos por la precisión de Alí. Frazier fue tambaleado un par de veces por los golpes del campeón en estos asaltos.
Asaltos Intermedios (5-10): Frazier toma la iniciativa
Round 5-7: Cuando todo parecía indicar que Alí iba a sortear los obstáculos, la situación se torna favorable al retador. Alí empieza a mostrar signos de cansancio. Frazier encuentra su ritmo y comienza a acorralar a Alí contra las cuerdas, conectando sus temidos y poderosos ganchos de izquierda, tanto a la cabeza como al cuerpo. Alí recurre a uno de sus mejores amigos: las cuerdas, para capear el temporal, pero Frazier lo castiga severamente.
Round 8-10: Frazier continúa su dominio en la arena. Sus golpes son más efectivos y están agotando a Alí, quien acusa el castigo, se tambalea y su movimiento se ralentiza, mientras Frazier sigue presionando, implacable, buscando el nocaut con sus ganchos de izquierda.
Asaltos Finales (11-14): Alí consigue un segundo aire
Round 11: Milagrosamente, Alí encuentra lo que en el boxeo se conoce como “un segundo aire” y cambia de táctica, saliendo de las cuerdas y atacando con más fuerza. Lanza una serie de combinaciones rápidas y potentes que sorprenden a Frazier y dañan visiblemente su rostro.
Round 12: Alí mantiene el impulso, golpeando a Frazier, cuyo ojo izquierdo está casi completamente cerrado. La visión limitada de Frazier le impide ver los golpes de derecha de Ali que entran ahora con relativa facilidad.
Round 13: El asalto continúa siendo brutal. Alí conecta otra combinación demoledora, haciendo volar el protector bucal de Frazier hacia la multitud, que reacciona con vítores y presiente que el final del aspirante está cerca. Frazier está muy conmovido, casi ciego, pero su ilimitado coraje, su marca de fábrica, le impide caer.
Round 14: El asalto final es un asalto de castigo inhumano, posiblemente el más brutal de la historia. Alí golpea a Frazier casi a voluntad, aunque ya con poca reserva física por el esfuerzo. Frazier, prácticamente ciego de ambos ojos (más tarde se supo que tenía cataratas en un ojo, y el otro estaba cerrado por la hinchazón), todavía avanza por pura voluntad, pero no puede ver los golpes que le llegan, brindando al público un espectáculo a nivel de masacre.
Final de suspenso
Al finalizar el round 14, el entrenador de Joe Frazier, Eddie Futch, considera que su pupilo ha recibido un castigo inclemente y ya no está en condiciones de seguir . A pesar de las protestas de Frazier, Futch no quiso arriesgarse a un daño irreparable a su boxeador, declarando: "Siéntate, hijo. Se acabó".
La película de suspenso no termina ahí. Alí, completamente exhausto y ya con poca capacidad para levantar sus brazos, le expresa a su entrenador, Angelo Dundee, que no podía seguir, que detuviera la pelea, pero la esquina de Alí se percata que al otro lado ya el equipo de Frazier lo trataba de mantener sentado para que no continuara.
Es entonces cuando el campeón se levanta con el campanazo y el réferi le levanta la mano por el abandono de Frazier, dejando entonces grabada para siempre, en el recuerdo de quienes vieron la pelea, la última escena que lo que posteriormente también se conoció como “La Matanza de Manila”.
REINALDO J. LINARES ACOSTA / CIUDAD CCS