Pluma acústica | Vytas Brenner
Ofrenda a la identidad musical venezolana
02/10/2025.- Una de las figuras más importantes e influyentes del rock progresivo y la música experimental en Venezuela y Latinoamérica fue el germano-venezolano Vytas Brenner. No solo fue un virtuoso del teclado y extraordinario compositor, sino también el creador de un sonido único, una fusión audaz y orgánica del rock sinfónico con el folclore venezolano, dotando al género de una identidad profundamente nacional.
Vytas nació en Alemania en 1946 y llegó con su familia a Venezuela cuando apenas tenía dos años de edad. Este hecho marcó en aquel niño el inicio de un vínculo indisoluble con la cultura del país que lo adoptó. Su madre, cantante de ópera, sirvió de primera influencia musical. Se educó en el colegio Emil Friedman de Caracas, donde tuvo una sólida formación musical.
Sus primeras incursiones musicales profesionales lo llevaron a España, donde en 1966 formó, junto a su hermano Haakon, el grupo Brenner’s Folk, con el cual grabaron un EP de folk en catalán. Luego, partió a Estados Unidos, donde realizó estudios de música electrónica en la Universidad de Tennessee. Después de esta experiencia, regresó a Venezuela con un objetivo claro y vanguardista: integrar los sofisticados sonidos de los sintetizadores y la potencia del rock con la riqueza melódica y rítmica de la música tradicional venezolana.
Su formación académica y su fascinación por los sintetizadores y la experimentación electrónica, aunada a la profunda inmersión en la cultura venezolana, sentaron las bases para su obra maestra.
La ofrenda: el manifiesto de un nuevo sonido
En 1973, Brenner lanzó su primer álbum: La ofrenda de Vytas Brenner, un trabajo que se convirtió instantáneamente en una pieza seminal del rock progresivo latinoamericano. Para este proyecto, consolidó una banda bajo el nombre de Ofrenda, que reunía músicos e instrumentos típicos del rock (teclados electrónicos, guitarra eléctrica, batería y bajo) con músicos folclóricos venezolanos y su emblemática instrumentación (arpa, cuatro, maracas y percusión tradicional).
Este álbum fue un acto de audacia y genialidad, al fusionar el virtuosismo del rock sinfónico con la riqueza rítmica del folclore criollo. Su estilo de ejecutar las teclas le valió la comparación con figuras internacionales como Rick Wakeman o Keith Emerson, pero con una identidad tropical. Le permitió crear atmósferas envolventes, estructuras musicales complejas y paisajes sonoros que elevaban el folclore a una dimensión sinfónica y psicodélica.
Temas instrumentales icónicos como Morrocoy, Frailejón, Araguaney y Ávila, además de convertirse en himnos que rinden homenaje a la flora, fauna y geografía venezolanas, demostraron cómo los sintetizadores ARP 2600, Moog Micromoog y el órgano Hammond podían dialogar armónicamente con el arpa y el cuatro, creando paisajes sonoros que pintan a todo color el panorama musical venezolano.
La discografía de Vytas Brenner con Ofrenda en esta etapa se completa con otros álbumes fundamentales como Hermanos, de 1974, donde continuó con la exploración de la fusión; Jayeche, de 1975, con temas icónicos como Ávila y Cariaco; y En vivo, de 1977, un álbum doble, considerado un hito por ser el primer álbum doble en vivo grabado en el país. Plasmó la energía de sus conciertos, como la del lleno total en el Poliedro de Caracas.
Después de La ofrenda…
Tras la disolución de Ofrenda, en la década de 1980, la carrera musical de Brenner tomó un rumbo más variado, al incursionar en el pop-rock y la música comercial, aunque manteniendo siempre su calidad como productor, arreglista y músico de estudio. Fue muy exitoso con jingles y música para campañas publicitarias. Discos como I Belong, de 1981, y Estoy como quiero, de 1982, reflejaron esta diversificación estilística. Posteriormente, regresó a su esencia con el álbum Amazonia, de 1990, en el que retomó la fusión instrumental.
Vytas Brenner falleció el 18 de marzo de 2024, en Salzburgo, Austria, a la edad de 57 años, mientras preparaba una nueva grabación, lamentablemente inconclusa. Su música no solo rompió barreras, sino que también brindó un sonido de vanguardia con fuerte sentido de identidad nacional. Dejó un legado que permanece fresco y referencial para las nuevas generaciones de músicos venezolanos.
Kike Gavilán