Psicosoma | Anotaciones del mundo onírico

       

                                                       No me despiertes si duermo, / y si es verdad, no me duermas. / Mas sea verdad o sueño, / obrar bien es lo que importa. / Si fuere verdad, por serlo; / si no, por ganar amigos. /

                                                                                                Pedro Calderón de la Barca

23/09/2025.- Las conversas, monólogos, diálogos, al soñar con los seres idos, son tan extraños y casi nunca nos damos cuenta de estar soñando o algunos son sueños lúcidos, despertamos consternados y aún sentimos ese halo, olores, la casa, la cortinas, un color determinado, patio inmenso, animales y la figura de la madre o padre aparece nítida o desdibujada; me comentaba una paciente de sus sueños regresivos con su madre con un mandil, ropa gruesa, que la llama en medio de neblinas, la protege del frío con unas medias especiales en unos zapaticos de charol negro y ella siempre se quitaba las medias para esconderlas o las perdía; otra, muy estresada, decía que temía recordar sus sueños porque se le cumplían al revés; y una que se ve de niña llorando porque no quiere ir a la escuela y la madre la lleva a regañadientes.

Las repeticiones parecidas de sueños son comunes y existe una especie de patrón, incluso en las pesadillas que son explotadas en las películas de terror psicológico, como son los complejos de Edipo y Electra estudiados por Sigmund Freud; estos sueños enrevesados siguen dando increíbles montos de taquilla. El mundo onírico es poco investigado científicamente y abundan propuestas teóricas como especulaciones.

Realmente no sabemos por qué soñamos y, entre las diversas teorías, algunas nos dicen que soñar ayuda a procesar los recuerdos, comprender los sentimientos, emociones y conformar el autoconocimiento; otras nos ayudan a procesar y consolidar información del día anterior o que los sueños tienen significados simbólicos del mundo interior inconsciente...

En La interpretación de los sueños, de Freud, el neurólogo manifestó que los sueños son "cumplimientos disfrazados de deseos reprimidos". La teoría de los sueños de Sigmund Freud plantea que las personas están impulsadas por anhelos reprimidos e inconscientes, como los agresivos, tánicos e instintos sexuales, y sugiere que los sueños representan deseos inconscientes, pensamientos, motivaciones, regresiones, frustraciones y traumas.

En las imágenes, recreaciones del soñante, el mundo familiar y, en especial, la madre, adquieren una díada unívoca con el nuevo ser, a quien impronta al nacer con sus expectativas, deseos, traumas, prejuicios, con el patrón sociocultural dominante; sería un sueño real, básico, que la pareja asumiera en conjunto el cuido y crecimiento emocional. Así, la madre regulariza sus excesos o defectos en su nuevo rol y esa creencia única de ser absoluta dependiente emocional, sin darse tiempo a sí misma en solo ser madre, evitaría descuidar otros roles, que en realidad la perjudicarían en ese nuevo aprendizaje de crianza al ser madre y mujer. Hay otras características de madres estresadas, narcisistas, que prefieren dejar al bebé con niñeras o incorporarse al trabajo rápidamente, y es tan real esta situación que al llevarlo al pediatra y al psicólogo tienen que llevar también a sus cuidadoras, que están más tiempo con el crío. Las secuelas derivadas son explicadas por Jaques Lacan.

Las madres absorbentes "sacrificadas" no dejan desarrollar al nuevo ser; cuando se olvidan de sí mismas, abruman por exceso el proceso del sueño inicial del lactante con disrupciones. Digo esto porque muchas madres modernas, sujetas al mundo virtual, lanzan casi cursos de lenguas extranjeras, exageran la sobreestimulación, decorados extravagantes, ejercicios mentales y el tal mentado efecto Mozart y otras técnicas inverosímiles... Realmente recuerdo a las curanderas de los pueblos por su sencillez y sabiduría.

La gran mayoría de madres no sabemos desprendernos de los hijos e hijas, el cordón emocional umbilical sigue atado a la madre y no los deja desarrollarse ni crecer en los espacios social, cognitivo, familiar, porque se les resuelven sus problemas creyendo que eso es la demostración del afecto; la protección desmedida les bloquea el esfuerzo, curiosidad, amor. En consulta, los casos comunes de hijas o hijos sobreprotegidos les generan traumas y dependencia emocional con muchas secuelas que hacen de sus vidas un eterno infierno, un mundo de "cría cuervos... ", de vidas cruentas en adolescentes especialistas en bullying, como la serie Adolescencia, con baja tolerancia a la frustración.

Soñar, dormir; soñar es parte del desarrollo humano, se sueña en promedio de dos horas por noche y casi no lo recordamos; el proceso es diferente en cada etapa y desarrollo del ser, se le asocia con el insomnio, efectos nefastos en la salud psíquica, cognitiva y sistema inmunológico. Se conoce por investigaciones que recordamos más sueños vívidos que ocurren durante el sueño REM (movimientos oculares rápidos). También soñamos durante el sueño sin movimientos oculares rápidos (No REM), esos sueños se recuerdan con menos frecuencia y tienen un contenido más mundano.

En consulta, las madres no quieren comprender que sus hijos no les pertenecen y somos un puente para que sigan madurando en el vientre social de la comunidad. A mayor dedicación metódica y nutrición durante la primera infancia, se crearán los lazos fuertes para la independencia psicosocioemocional.

Yo sueño que estoy aquí, / de estas prisiones cargado; / y soñé que en otro estado / más lisonjero me vi. / ¿Qué es la vida? Un frenesí. / ¿Qué es la vida? Una ilusión. / Una sombra, una ficción, / y el mayor bien es pequeño: / que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son. (Calderón de la Barca).

 

Rosa Anca

                                                                                    

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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