Crónicas y delirios | Alerta máxima frente al intervencionismo de USA
Ante la amenaza intervencionista de los Estados Unidos y su cúmulo de misiles, submarinos nucleares y fragatas bélicas, la Revolución Venezolana cambió del signo pacífico a la fase de defensa armada, como bien ha sido dispuesto por el Presidente Nicolás Maduro y el Vicepresidente de Política y Seguridad Ciudadana Diosdado Cabello (a la vez Secretario General del PSUV), con el decisivo e íntegro respaldo de las Fuerzas Militares del país.
En virtud de que todos somos actores y partícipes de esta hora crucial que vive Venezuela, recordemos los diversos modos y acciones imperiales de Estados Unidos como traza, develamiento o enseñanza para comprender las actuales circunstancias.
En efecto, las intromisiones de USA en la América Latina han sido de dos tipos, la primera valiéndose de los factores políticos de cada uno de nuestros países, léase presidentes, dirigentes, partidos, segmentos o agrupaciones, a fin de controlar el cauce del ideario “doctrinal”, la economía y los recursos naturales de cada nación, como sucedió en Venezuela desde comienzos del siglo XX (o finales del XIX) hasta que el Comandante Chávez “mandó a parar” en 1999. El segundo camino optado por el imperialismo para Latinoamérica reside en el uso directo de la fuerza y las intervenciones armadas.
En esta última vía debemos recordar contextualmente el lema "América para los americanos", forjado por el presidente de los Estados Unidos James Monroe en 1823 con la finalidad de oponerse al dominio del colonialismo europeo, aunque luego se utilizó como un argumento para la expansión e intervención estadounidense en los asuntos de los países latinoamericanos y caribeños.
También es preciso rememorar por sus voraces ansias de predominio territorial, lo afirmado por el Presidente William Howard Taft en 1912: "No está distante el día en que tres estrellas y tres franjas en tres puntos equidistantes delimiten nuestro territorio: una en el Polo Norte, otra en el Canal de Panamá y la tercera en el Polo Sur. El hemisferio completo de hecho será nuestro en virtud de nuestra superioridad racial, como es ya nuestro moralmente". ¡Parece un remedo antiguo del mismísimo Donald Trump!
Recordemos de seguida las principales intromisiones y ocupaciones bélicas de Estados Unidos en América Latina y el Caribe:
1906: Cuba. En agosto de ese año estalla una insurrección contra el presidente títere Estrada Palma, quien solicita la intervención militar de EE.UU. Los norteamericanos desembarcan y designan como representante gubernamental a William Taft.
1908: Tropas norteamericanas intervienen en Panamá. En la próxima década lo harán cuatro veces más.
1910: Los marines yanquis ocupan Nicaragua para sostener el régimen de Adolfo Díaz, y en 1912 vuelven a invadirla para mantenerse allí hasta 1933.
1914: La Marina de Estados Unidos bombardea Veracruz en un ataque con motivo de la detención de soldados norteamericanos. El gobierno mexicano se disculpa, pero el presidente Woodrow Wilson ordena que la armada ataque. Hay 300 mexicanos muertos. Los invasores permanecen durante varios meses.
1915: Los marines ocupan Haití para "restaurar el orden". Se establece un protectorado que permanecerá hasta 1934. El secretario de Estado William Jennings Bryan, al informar sobre la situación haitiana comentó "Imaginen esto: negros hablando francés".
1916: Soldados de USA ocupan la República Dominicana y permanecen hasta 1924.
1918: En Panamá los marines abordan la provincia de Chiriquí para "mantener el orden público".
1924: La infantería de marina USA invade Honduras a fin de "mediar" en un enfrentamiento civil.
1925: Tropas del Ejército norteamericano dominan la ciudad de Panamá para acabar con una huelga y mantener el orden.
1927: En Nicaragua un capitán de los marines yanquis conmina a Augusto César Sandino para que se rinda. El rebelde responde: "Yo quiero patria libre o morir". Estados Unidos bombardea la aldea El Ocotal. Mueren 300 nicaragüenses por las bombas y ametralladoras yanquis.
1930: En República Dominicana comienza la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo fomentada y entrenada por Estados Unidos.
1933: Estados Unidos abandona Nicaragua, dejando en el control del país a Anastasio Somoza y su Guardia Nacional.
1934: En Nicaragua es asesinado César Augusto Sandino, quien había depuesto las armas. El asesinato fue ordenado por Somoza con la complicidad del embajador norteamericano.
1941: En Panamá es depuesto el presidente Arias por un golpe militar liderado por Ricardo de la Guardia, quien primero consultó su plan con el Embajador de Estados Unidos.
1954: El presidente de Guatemala Jacobo Arbenz fue derrocado por un golpe de estado que condujo a gobiernos autoritarios bajo el patrocinio de Estados Unidos y a una guerra civil que duró 40 años en el país centroamericano.
1963: Es depuesto Juan Bosch, el primer presidente electo democráticamente en el país luego de la caída del dictador Rafael Leónidas Trujillo. El golpe fue dirigido por los generales Elías Wessin y Wessin y Antonio Imbert Barreras, acusando a Bosch y a su gabinete de ser ''corruptos procomunistas'', y reemplazándolos con una junta militar.
1973: Derrocamiento de Salvador Allende. El gobierno de Estados Unidos, representado por el presidente Richard Nixon y su secretario de Estado Henry Kissinger, influyó decisivamente en grupos opositores a Allende, financiando y apoyando las condiciones para el golpe de Estado.
1983: Estados Unidos y una coalición de países caribeños invaden la nación insular de Grenada, asesinando al primer ministro Maurice Bishop, líder revolucionario marxista.
1989: Durante el mandato de George H.W. Bush, el ejército de USA invade Panamá para deponer al Presidente general Manuel Noriega, antiguo confidente de la CIA que se había declarado en rebelión contra los Estados Unidos.
Toda esta larga relación de agresiones insolentes, alevosas e inaceptables de los Estados Unidos de Norteamérica contra los países latinoamericanos, más los últimos acontecimientos relativos a una amenaza de ocupación guerrerista por parte de USA a Venezuela bajo el supuesto de acabar con un cartel de drogas que no existe, nos coloca en alerta máxima para la defensa de nuestra patria. Y por ello, tanto el presidente Nicolás Maduro como todo el gobierno nacional, regional y local, los parlamentarios sin distingos, las Fuerzas Armadas, el pueblo bajo organización y milicias, y los partidos democráticos del país mantienen el inalterable consenso de oponernos frontalmente a cualquier ataque externo. ¡Así será!
Igor Delgado Senior