Palabras... | Tiempo hace que la espero

La historia nos la debe y tendrá que pagarla.

 

11/09/2025.- No crean que es nueva esta espera. Sin hacer aspavientos, los hemos estado esperando desde cuando Bolívar lo predijo, seis años luego de ser enunciada, en 1823, la doctrina del patio trasero: "Los Estados Unidos parecen estar destinados por la Providencia a causar miseria en América en nombre de la libertad". Dejando asentada nuestra posición antiimperialista, sin medias tintas, frente a la soberbia y arrogancia autócratas de la doctrina Monroe del autonombrado policía del globo.

En 1960, Argimiro Gabaldón, también conocido como Comandante Chimiro, planteó, en el marco del histórico III Congreso del Partido Comunista de Venezuela (PCV), del que fue secretario general, la necesidad de acudir a la lucha armada, entre otros mecanismos de combate. Gabaldón crea el primer foco guerrillero en La Azulita, estado Mérida, bajo el lema "Luchar hasta vencer".

Estados Unidos ha invadido militarmente a numerosos países en América Latina, y países de África, Asia y Europa. Hay ejemplos notables de intervenciones militares directas. Entre tantas otras, México (guerra de 1846-1848), Granada (1983), Panamá (1989), Irak (2003) y Afganistán (2001). Además de invasiones directas, y haber apoyado golpes de Estado, ha utilizado la fuerza en conflictos indirectos y desplegado fuerzas militares en países como Vietnam, Corea y Libia.

En Oriente Medio, estuvo autohaciéndose cargo de la guerra en Irak (2003) y Afganistán (2001). Asia, durante la Guerra Fría, experimentó la presencia estadounidense en países como Vietnam, Corea y Filipinas. En Europa, durante la Segunda Guerra Mundial, hubo participación directa en Italia y Alemania. Se suman otras vías de intervención como los golpes de Estado, que ha apoyado en países como Guatemala (1954), Perú, Bolivia y Chile. Se ha inmiscuido en coaliciones internacionales, interviniendo en Libia en 2011. Ha desplegado fuerzas militares y operaciones con drones y bombardeos en zonas de conflicto como Siria, Irak y Libia.

Por lo que si hay que luchar no será solo por la soberanía venezolana únicamente, sino también por la soberanía latinoamericana y en memoria del martirio en Gaza, la humillación en Libia, las mentiras en Irak y Afganistán, el saqueo de África, los muertos en el enfrentamiento en Corea, que partió al país en dos, y esa mediática de guerra contra nuestros pueblos en proyecto de autodeterminación. Y los asesinatos en serie de figuras como Martin Luther King, Jesse Jackson, Olof Palme, Allende, Chávez, los generales y científicos en la República Islámica de Irán, y el genocidio en Gaza, presentes todos, presentes, presentes...

Cincuenta millones de muertos desde que finalizó la Segunda Guerra Mundial —más de medio mundo— son la deuda externa de la impunidad del imperio norteamericano. Y mucho más de una humanidad de muertos en el mapa mundial de guerras en la historia toda, causados por el transgresor concepto occidental del sistema capital, echados y regados con insolencia de rey sobre la cara triste de la madre tierra. Todos esos muertos también eran nuestra familia de la patria mundo.

Son tan bastos y genocidas en la historia que la deben, y mucho más cuando son los que ya han puesto de moda la muerte y ridiculizado el ego que apenas los soporta.

Trump

cuando mueras

no ofreceremos tus cenizas al viento, tu cuerpo al mar

ni la carne a la tierra

Podríamos ofender las mariposas

envenenar los peces

irrespetar los lirios

que brotaron de otros muertos

Simplemente

bajaremos

la poceta

genocida

Además, ya fue dicho por el Supremo, bastante montaña hay aquí.

La historia nos las debe y tendrá que pagarla.

 

Carlos Angulo


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