Letra fría | Palo al tiburón

05/09/2025.- A juzgar por los vientos que soplan, la "mar embravecida" vuelve a rugir. Aunque ya no sepamos si lo que dicen es verdad o si es otra de las "narrativas", como se dice ahora, que el senador Marco Rubio utiliza para echarle la burra pa’l monte a su presidente. Por cierto, su presidente no le está parando muchas bolas al asunto, aunque haya pisado la concha de mango del barquito hundido, que, curiosamente, coincidió con una rueda de prensa el otro día. Y si decimos que se embarró los zapatos de mango es porque, según Diosdado, tras analizar el video —presuntamente creado con inteligencia artificial—, el operativo ocurrió de noche y no de día, cuando, como cantaba Rubén Blades, "Brilla el verde azul del gran Caribe / con la majestad que el sol inspira".

Todos deben saber ya a qué "tiburón" me refiero:

Es el tiburón que va buscando, / es el tiburón que nunca duerme, / es el tiburón que va acechando, / es el tiburón de mala suerte". Esa "serpiente marinera" que Rubén Blades perfila en una metáfora política que, como bien resume la página Salsa Chimpum Callao: "La letra describe la figura del tiburón como un ser dominante y depredador que recorre el mar Caribe, acechando y sin mostrar piedad por sus presas. Este tiburón representa a las fuerzas externas e invasoras que buscan controlar y explotar los recursos y la gente del Caribe".

Esto va más allá de que el cantautor se haya desmarcado de sus letras sociales de principios de los ochenta. La canción decía: "Pa que no se coma nuestra hermana El Salvador". Lo que no se puede soslayar es cuando ese "doctorcito en derecho", mensajero de la Fania, le llegó a Blades con unas letras con conciencia, que hablaban de Cipriano Armenteros y de aquella proclama en Tiburón, que se atrevió a decir en su época: "¡Nicaragua sin Somoza!".

Siguiendo el análisis de la página peruana Salsa Chimpum Callao:

La canción hace uso de imágenes poderosas del mar y la naturaleza para pintar un cuadro del Caribe, resaltando su belleza y tranquilidad, que se ve interrumpida por la presencia amenazante del tiburón. La repetición de la frase "solo el tiburón sigue" enfatiza la persistencia de esta amenaza que nunca descansa. Además, la mención de la sirena y su canto podría simbolizar las distracciones o engaños que pueden desviar a la gente de la verdadera amenaza. El estribillo "palo al tiburón" es un llamado a la resistencia y la unidad entre los caribeños para defender su tierra y su honor frente a la opresión. La canción termina con un mensaje de orgullo y resistencia, instando a la gente a proteger su bandera y a enfrentarse con honor a las fuerzas invasoras.

Lo cierto es que este mensaje fue y sigue internalizado en Venezuela, como lo demuestra la contundente respuesta de las autoridades y su presidente, incluyendo a voceros de la nueva oposición democrática, esa que va a misa los domingos y cree en las elecciones.

Este tema, el primero del LP Canciones del Solar de los Aburridos, de 1981, arranca de manera muy cinematográfica. Se escuchan las olas del mar, sonidos de aves marinas y el dial de un radio que sintoniza varias emisoras, incluido un fragmento de los Rolling Stones. Si Luis Alberto Lamata no hubiese fallecido, ya estaría pensando en filmar una película sobre todo lo que se ha estado tramando en el Caribe.

Antes de finalizar, comparto un fragmento de la primera entrevista que le hice al cantautor, o, mejor dicho, la primera pregunta y su respuesta:

—Yo vengo, desde hace tiempo, trayendo una pregunta arrugada aquí debajo de la manga. Te la voy a soltar de una vez. Se trata, por supuesto, de las connotaciones políticas de algunas de tus letras. Pareciera existir algún tipo de contradicción. Teóricamente, lo político no vende, pero en tu caso sí vende, y —lo que es más interesante— también incide en el suceso político, como aquel caso de "¡Nicaragua sin Somoza!".

—En ese aspecto, yo no he sentido ninguna contradicción, ya que yo no pretendo cambiar el mundo a través de canciones, o darle al mundo, para ese cambio, mi exclusiva interpretación de las ideas (de los gais, por ejemplo), lo que yo considero muy arrogante, aparte de que yo no tengo ninguna solución total para las cosas… Pero sí me parece, como persona, como artista, y como quiera que estamos tratando de crear una apreciación diferente de lo que es el artista popular. No es el estereotipo consabido que se viene del tipo muy bello, que fuma de una manera y agarra el micrófono de otra. Tú sabes, ese estereotipo de: "Oye, ven, mamá… ven, vamos a bailar… ven p'acá"… Porque estamos hablando de otra manera de abordar la música, que pasa por una Nicaragua sin Somoza, o que El Salvador se decida resolver, y le sea permitido resolver, su problema interno, por sí mismo, sin influencias ni presencias extranjeras en suelo salvadoreño.

El mensaje para los Marco Rubio también está en esa memorable canción: "Respeta mi bandera" o "Pa que vea que en el Caribe / no se duerme el camarón".

 

Humberto Márquez


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