01/09/2025.- El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, celebró el Día de la Bandera en medio de una amenaza: Rusia podría revocar la nacionalidad a veinte millones de sus compatriotas —casi la mitad de la población— que controla en Crimea, Lugansk, Jersón y Zaporiyia. Durante la ceremonia, el gobernante eslavo no mencionó a Donald Trump, cuyo temor a China es la causa principal —si no la única— del avance territorial ruso en Ucrania, según la mayoría de los ciudadanos. El presidente norteamericano posee una intuición privilegiada para cazar oportunidades, pero su incontrolable ego solo le permite analizar resultados, y no evalúa las consecuencias. Una de ellas es que su silencio solidario ante Putin potenció el liderazgo de Zelenski, a quien subestima desde marzo de 2022, cuando las negociaciones para detener la guerra se estancaron por discrepancias, enfrentamientos entre diversas tendencias políticas e ideológicas y exclusión de algunos actores clave. Entre ellos, Vladímir Putin, quien no fue invitado a una importante conferencia de paz en Suiza, a la que sí asistía Trump.

En ese contexto, Zelenski instruyó a su canciller Dmytro Kuleba para que planteara a su homólogo ruso Serguéi Lavrov un acuerdo de paz amplio e incluyente, que pudiera ser compartido simultáneamente por el Kremlin, Washington y la OTAN. En el marco de la conferencia, Trump vetó la iniciativa de Zelenski, a quien consideraba un aliado incómodo. Los miedos de Trump eran solo un rumor hasta que el periódico independiente hongkonés South China Morning Post divulgó una confesión del canciller chino Wang Yi: China no puede permitirse que Rusia pierda la guerra en Ucrania, porque Estados Unidos se podría olvidar de Putin y atacar a mi país. La frase fue publicada sin comillas, por no ser una declaración, sino una opinión personal de YI, en diálogo con la jefa de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, Kaja Kallas. Sin embargo, la jerarquía del personaje otorga credibilidad a la tesis sobre el terror de Trump a contradecir a Putin para no provocar la ira de China. Mientras tanto, la debilidad de Trump estaría facilitando la total desintegración territorial de Ucrania, objetivo final de Putin.

Raúl Pineda