Hablemos de eso | Refrito

24/08/2025.- La BBC publicaba el 3 de abril de 2020: “Poderosos barcos de guerra, aviones espía y miles de tropas estadounidenses van rumbo al mar Caribe, cerca de las costas de Venezuela”.

Y continuaban detallando.

“Menos de una semana después de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusara por narcotráfico al presidente Nicolás Maduro y a una decena de altos funcionarios o exfuncionarios de Venezuela, el gobierno de Donald Trump anunció este miércoles el inicio de una operación antinarcóticos ampliada que implica la duplicación de las fuerzas estadounidenses presentes tanto en el mar Caribe como en el Pacífico oriental”.

Es noticia vieja. Un cartucho quemado. Es del 2020, de hace 5 años, cuando corría el último año del primer mandato de Donald. Otras noticias relacionadas publicadas por aquellos días titulaban: “Estados Unidos despliega una fuerza naval cerca de aguas de Venezuela “para combatir el narcotráfico”. Y la propia BBC tuvo que entrecomillar el objetivo de tan difícil de creer que resultaba, ¿combatir el narcotráfico? Justo cuando la administración de Trump quemaba recursos y más recursos en respaldar a Guaidó, organizar golpes de Estado, incursiones por mar, ayudas “humanitarias”, intentos de magnicidio y pare usted de contar. ¿Por qué ocultar la verdadera y clara intención de “salir de Maduro”, sobre una acusación de narcotráfico sin patas ni cabeza? Pero además aparecía otra noticia relacionada: “¿En qué consiste el plan de transición de Estados Unidos para Venezuela sin Maduro ni Guaidó (y cuán viable es)?, pretendía contárnoslo la BBC.

Por supuesto, la cosa es vieja y protagonistas del ayer como Guaidó y su pandilla ya no cuentan. Desde entonces, ha cambiado mucho la realidad en Venezuela, que luce segura, estable políticamente, recuperándose económicamente (aunque todavía falte mucho para alcanzar los niveles anteriores a 2014). Pero la operación se repite tal cual en este primer año del segundo mandato de Trump. Como sabemos, el mismo Departamento de Justicia hace las mismas acusaciones con la misma ausencia de pruebas y sube la recompensa por “información que conduzca a la captura de Maduro” y de seguidas anuncia un despliegue naval cerca de nuestras costas, con barcos de guerra, misiles y más de 4.000 efectivos. ¿Qué pasará esta vez?

No soy adivino, y este artículo se publicará cuatro días después del momento en que lo escribo. Pero hay algunos hechos evidentes:

1. El señor Trump es aficionado a las amenazas que no se concretan y ha mostrado claras contradicciones en sus relaciones con Venezuela. Por ejemplo, ha negociado de Gobierno a Gobierno y tenido que ceder en nuestros reclamos (del Gobierno y el pueblo de Venezuela) para que nos devolvieran a los detenidos en El Salvador y a la niña Maykelis (separada grotescamente de su madre deportada). Mientras suspendía las visas para todos los venezolanos, ha otorgado una licencia a la compañía petrolera Chevron para reanudar operaciones en nuestro país en tanto preparaba esta jugada de la amenaza y la recompensa. Por supuesto, ¿cuáles cartas tendrá en la mano el señor Trump?, es difícil de prever.

2. El retroceso de las fuerzas populares en América Latina con las derrotas electorales en Ecuador (con cara de fraude, pero derrota al fin y al cabo) y Bolivia debilita la defensa de Nuestra América como territorio de paz (por ejemplo, el señor Noboa, presidente de Ecuador, está en los trámites para restaurar una base estadounidense en su país y los dos candidatos clasificados para la segunda vuelta en Bolivia no se han ahorrado palabras para manifestar su odio hacia Venezuela y su proceso bolivariano). Esto, mientras la presidenta Scheinbaun ha repudiado la injerencia en América Latina y el presidente Gustavo Petro ha rechazado la posibilidad de una intervención militar. Por su parte, los países del ALBA-TCP han respaldado a Venezuela y denunciado que la amenaza militar y la recompensa violan la legalidad internacional, una que, por cierto, nunca ha sido respetada por Estados Unidos y que aparece cuestionada ante la amenaza abierta de Netanyahu de ocupar totalmente la ciudad de Gaza, en una operación para desterrar y terminar de demoler las casas de un millón de palestinos, operación que ha contado con el respaldo de Donald Trump, quien ha anunciado su beneplácito ante la posibilidad de arrasar Gaza para construir un centro turístico.

3. Pero el factor más importante es la fuerza que ha recuperado la Revolución Bolivariana y la unión de nuestro pueblo, una unidad que es popular-militar-policial y que se ha venido fortaleciendo por la capacidad del presidente Maduro para generar consensos y condiciones para afrontar la agresión imperialista. Como dijo el Presidente en la Cumbre Extraordinaria del ALBA, citando a José Gervasio Artigas: “Nada podemos esperar si no es de nosotros mismos”.

centrodescolonizacionvzla.wordpress.com

Humberto González Silva


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