Paola Posani: "La UCV nunca estuvo como está ahora"
Más de 2.200 espacios han sido recuperados desde el año 2021
21/08/25.- Paola Posani ha estado vinculada a la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela (UCV) desde hace mucho tiempo: allí se graduó de arquitecta, fue profesora de Diseño, se hizo doctora en Arquitectura y llegó a ser directora de la Escuela.
Además, su padre, Juan Pedro Posani, fue un destacado arquitecto, profesor y crítico, quien fungió como colaborador de Carlos Raúl Villanueva precisamente en el proyecto de la Ciudad Universitaria de Caracas. Posteriormente se convirtió en su mano derecha en otras obras emblemáticas. Además creó y fundó el Museo Nacional de Arquitectura (Musarq).
Hoy, ella forma parte de la Comisión Presidencial para la Recuperación de la UCV, que fue creada en el año 2021 para restaurar este campus. Hasta el momento se han recuperado 686 salones, 234 laboratorios, 6 obras de arte, 615 oficinas, 495 salas de baño, 142 consultorios, 14 canchas, 13 auditorios, 13 anfiteatros, 9 gimnasios y 5 quirófanos. Sin embargo, aún resta mucho por entender y hacer.
- ¿Cómo ha sido la recuperación de la UCV?
- Es inédito lo que estamos haciendo, porque es una ciudad universitaria, patrimonio de la Nación y la Humanidad, no es un monumento como el Partenón, en Roma. Es decir, aquí la gente viene todos los días, camina, se sienta, la usa. Además, no es una catedral gótica sino un patrimonio moderno, próximo, y eso le otorga unas características distintas. A la par, es autónoma y es un universo donde conviven oposición y gobierno. Llegamos porque se cayó parte del pasillo 5, pero aquí no había nadie ni un vigilante, era como Jumanji, solo faltaba un dinosaurio, todo se lo había tragado el monte. Estuvimos solos, en plena pandemia, no estaban dando clases, era una época muy difícil, pero lo logramos. Cuando estudiamos en los años ochenta, la UCV nunca estuvo como está ahora. Realmente dudo que haya tenido un momento como el que tiene en la actualidad. Eso nos alegra profundamente, estamos eufóricos porque lo estamos haciendo bien, con un equipo de expertos, asesores, especialistas de la propia UCV. A nadie se le preguntó su tendencia política.
- De lo ya hecho, ¿qué resaltarías?
- El paisajismo, la recuperación de Tierra de Nadie y de los colores originales planteados por Villanueva, todos los trabajos realizados en Medicina, Medicina Tropical, Experimental, el Anatómico, el Anatomopatológico, el Hospital Clínico, el Jardín Botánico... También lo hecho en algunas escuelas y facultades que estaban en estado crítico, el Reloj, la biblioteca de Ingeniería y el mural de Ciencias, que es un trabajo que la gente ve fácil pero es difícil y quedó impecable.
- ¿Qué se está haciendo en la actualidad?
- La UCV tiene derechos, pero también deberes. Por ejemplo, están los galpones donde funciona la Escuela de Estudios Políticos, que no son parte del proyecto original y la Unesco dice que lo primero que tenemos que hacer es demolerlos y restituir las áreas verdes, porque aquí hay un tema importante: Carlos Raúl Villanueva diseñó todo, también las áreas verdes, o sea, el paisajismo que nosotros vemos es el paisajismo que él diseñó, que él quería. También es fundamental el mantenimiento, en un país donde hablar de mantenimiento no es lo común. Además, un mantenimiento completo, no solamente limpieza. Tenemos gente montada en los techos, sacando el agua y las hojas que se pudren. Incluso contamos con expertos en áreas verdes y se siembran plantas para poder recuperar las que mueren. Había una vegetación que no era la adecuada, por ejemplo, árboles de mango, mamón, limón. Originalmente no había árboles frutales dentro de la universidad, pero la gente se come un mango, tira la pepa, crece una mata y empieza el desorden. Para todo esto tenemos un equipo de 14 o 15 expertos, arquitectos, ingenieros, restauradores, un abogado que tiene un doctorado en Patrimonio.
- ¿Cuáles son los mayores retos que tiene la Comisión en este momento?
- Profundizar la relación con las autoridades y racionalizar los espacios dentro de la universidad. Aquí hay escuelas tan importantes como la de Idiomas Modernos que nunca han tenido sede y necesitan una, porque además usan laboratorios, o sea, es como una deuda pendiente. Hay horas donde los salones están vacíos, pero hay escuelas que no tienen dónde ver clases. Por eso, hay que sincerar la población real de estudiantes y la burocracia universitaria, que a veces ocupa más espacio del que realmente necesita. Básicamente, creo que hay un error al pensar que el territorio es mío, en vez de entender que es un patrimonio. Otra de las deudas pendientes son los balcones y el museo. En el edificio donde están los archivos, originalmente la planta baja era libre y arriba estaba el museo, pero eso se ranchificó y ya hay un estudio de cómo está afectando el peso a la estructura. En el Aula Magna se hizo un trabajo importante, se recuperó el aire acondicionado, pero aún quedan cosas pendientes. También se están haciendo estudios sobre el mosaiquillo de la fachada del edificio de la Biblioteca Central, uno de los más emblemáticos que tenemos. Igualmente restan algunas obras de arte. Además, hay que consolidar la memoria de lo que hemos hecho y aprender a preservar. Entender que si quisiéramos volver a construir este conjunto así, tal cual, no podríamos hacerlo jamás.
CIUDAD CCS