Comentarios noticiables | El terrorismo de la ultraderecha
se anula con lealtad institucional
16/08/2025.- El deseo de la ultraderecha venezolana es tratar de controlar las mentes de los insensatos que la siguen, así consiguen aterrorizar a miles de venezolanos y convencerlos de que sus acciones rapaces y agresivas son las mejores alternativas para derrocar al presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro. Esta ultraderecha calcula que cuando el Consejo de Defensa de la Nación use su enorme poder contra ella, generaría una tormenta militar y política mucho más violenta que la que los propios terroristas podrían haber provocado. En cada tormenta pueden ocurrir muchas cosas no previstas: se pueden cometer errores y atrocidades, la opinión pública puede titubear, los neutrales pueden cambiar de postura y el equilibrio de poder podría desplazarse, pero hasta ahora el Consejo de Defensa de la Nación asegura que los sistemas de inteligencia y contrainteligencia prevengan problemas de orden político.
El grupo de la ultraderecha que lidera María Corina Machado, Iván Simonovis, Leopoldo López, Julio Borges, Antonio Ledezma, Juan Guaidó, Edmundo González, entre otros, tienen en el terrorismo una estrategia paramilitar que pretende cambiar la situación política constitucional del país. Esto revela el grado de descomposición y podredumbre de estas personas, incapaces de tomar la sujeción de la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político que establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. “¡Venezuela está victoriosa!".
Desde 2016, el año más severo y largo, en el que la ultraderecha aventuró en deshacerse del presidente Nicolás Maduro con la victoria legislativa del 6 de diciembre de 2015; la caída de los precios del petróleo; la orden ejecutiva del expresidente de Estados Unidos Barack Obama, en la que declaraba que Venezuela representaba una "inusual y extraordinaria amenaza para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos (EE.UU.)", etcétera. En estas tres áreas decisivas —en la política, económica y geopolítica—, el gobierno de Maduro parecía estar en desconcierto. Esta situación, tanto interna como externa, daba a la contrarrevolución la ilusión de estar al alcance del poder. El terrorismo, en un contexto de guerra mediática, emergió como la carta a aplicar debido a los reveses en su contra producto del accionar de la inteligencia y la contrainteligencia del Estado que redujo su capacidad de atacar y contraatacar desde sus terrenos de operaciones.
En este sentido, para los terroristas propagar el miedo era y aún es su principal argumento. En esto ha existido una desproporción asombrosa entre su fuerza real y el miedo que consiguen inspirar, de ahí que los terroristas se parezcan a dos zancudos que intentan destruir el vidrio de la ventana de un cuarto de dormitorio. Los dos zancudos son tan débiles que ni siquiera son capaces de mover un simple vaso de papel.
En Plaza Venezuela, el día domingo 3 de agosto de 2025, en las cercanías del Metro de Caracas, el Sistema Nacional de Inteligencia y Contrainteligencia del Estado, actuando de manera coordinada en el ámbito de su competencia, desactivó un plan terrorista de una banda de criminales de extrema derecha que buscaba nuevos horizontes para su actuar: colocó bombas con alta carga explosiva, que fueron desactivadas en tiempo récord. Por la captura de 13 involucrados se neutralizó esa actividad terrorista. Se refirió a este caso el ministro de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello Rondón, que también informó de un lote de explosivos incautados en el estado Monagas, depositados en dos galpones. Una jueza que habló sobre el presente caso, dijo que el material era "simplemente un material petrolero". La jueza ahora tendrá que rendir declaración al respecto, enfatizó el ministro Cabello. Lo cierto es que se incautaron en uno de los galpones 54.000 unidades de cargas huecas, cordones detonantes, detonadores eléctricos y no eléctricos, teléfonos celulares, y otros dispositivos para actos de terrorismo. Y por si fuera poco, este miércoles 13 de agosto de 2025, el vicepresidente sectorial de Política, Seguridad Ciudadana y Paz, Diosdado Cabello, informó de la incautación de 1.500 kilos de explosivos en galpones de una empresa de El Tigre, municipio Simón Rodríguez, estado Anzoátegui, actuando de manera coordinada con el sistema de seguridad de la nación y explicó que el material encontrado, si explotara, produciría una onda letal de 911 metros (casi un kilómetro) y las esquirlas (proyectiles que al explotar salen disparados en cualquier dirección) que se desprenderían abarcarían hasta 1.200 metros. No quedaría nada ni nadie.
La realidad es que todo tipo de terrorismo dentro del territorio de Venezuela está sometido a una actividad operativa y de investigación que se ejecuta abiertamente y secretamente por los órganos y entes que conforman también los subsistemas de Inteligencia y Contrainteligencia Civil y de la Fuerza Armada Nacional. No se puede ignorar lo que ocurrió el 11 de septiembre de 2001, el ataque terrorista a las Torres Gemelas World Trade Center de Nueva York, que causó la muerte de 2.977 personas y 25.000 heridos, por acción de Al Qaeda, que derivó en un impacto audiovisual que ninguna persona que viera las imágenes del derrumbe nunca las olvidará. El ataque al Pentágono se produjo en el tercer vuelo número 77 de la American Airlines con 189 fallecidos y 106 heridos.
Los terroristas de la ultraderecha venezolana son tan débiles que no pueden librar una verdadera guerra. De modo que han optado, en su lugar, por generar un brutal espectáculo propagandístico con la esperanza de seguir ejecutando actos terroristas y de sabotaje ahora con el cliché de mercenarios clandestinos, además de los intentos de liquidar físicamente al presidente Nicolás Maduro, todo lo cual se demuestra mediante declaraciones de María Corina Machado, así como de incontables e irrebatibles pruebas acumuladas por el Gobierno venezolano.
Le queda al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela instruir penalmente a todos los involucrados que, de un modo u otro, han tenido relación con los actos terroristas, con el objeto de reforzar la aplicación de la Ley Orgánica de Seguridad de la Nación. Todo esto de conformidad con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
J.J. Álvarez