Hablemos de eso|Bolivia: Túpac Katari, Bartolina Sisa y Juana Azurduy
10/08/2025.- El tamaño gigantesco de la participación de Bolívar y Sucre en el nacimiento de lo que hoy es el Estado Plurinacional de Bolivia es tan formidable que parece inevitable contar los sucesos de agosto de 1825 a partir del papel de estos dos grandes hombres, que cargan sobre sí la dignidad de todos los pueblos que se abren paso a su independencia. La república nace precisamente bajo el nombre de Bolívar, República de Bolívar, una denominación que crea una conexión infinita entre Bolivia y Venezuela. No puede entenderse de otro modo esta alianza.
Pero es injusto hablar de Bolivia como si naciera solamente a partir de la acción de dos hombres venezolanos, de los ejércitos bajo sus mandos y de su generosa manera de comprender la libertad, hermana inseparable de la justicia, de la lucha de los pueblos americanos ligada a un destino común.
En 1780, Túpac Amaru II lideraba la más poderosa acción de rebelión indígena contra el dominio español, continuada por Túpac Katari y Bartolina Sisa desde el Alto Perú, sus ejércitos de miles de hombres pusieron en peligro por primera vez la dominación europea en Nuestra América. Y ambos planteaban un país de la gente, de la mayoría, era su bandera la eliminación de la situación de servidumbre a la que estaban sometidos aymaras, quechuas y todos los demás pueblos originarios de estos territorios, era su bandera la abolición de la esclavitud a la que estaba sometida la población afrodescendiente. Para derrotar a este primer hito de la independencia verdadera, la Corona española tuvo que movilizar todos sus ejércitos.
Y justo en los tiempos de la refriega, nace Juana Azurduy. Mestiza ella por su madre y por tanto indígena y ligada a los pueblos originarios, encabeza, primero junto a su marido y luego de enviudar continúa por sí misma liderando la guerra por la independencia desde el Alto Perú. Mujer y madre de cinco hijos y cuatro murieron en las duras vicisitudes de la guerrilla. Se codeaba con la élite criolla por su riqueza de cuna que venía de su padre blanco. Una riqueza que le fue arrebatada por la reacción. Cada prueba la hizo más fuerte y más decidida. Sería declarada general de las fuerzas patriotas.
La oligarquía mezquina y racista viene de allá, como la constante lucha por la libertad con justicia y con el reconocimiento de los dueños originales de esas tierras también tienen desde entonces un pasado que contarse y del cual enorgullecerse y ganar fuerza. Bolivianas y bolivianos forman un pueblo que no se rinde.
Humberto González Silva