Xin chào | Aquel llamado del Tío Hồ
Escuché por primera vez sobre Hồ Chí Minh
en la primavera de 1954, cuando yo era una estudiante
de sexto grado que vivía en los suburbios de Washington, D.C.
Lady Borton
08/08/2025.- A medio siglo de la estampida yanqui en Vietnam, todavía se discute si esa proeza escenificada por el pueblo vietnamita es una verdad absoluta, sobre todo ante el poder del relato hollywoodense que hasta convirtió a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) en una “victoria indiscutible de Estados Unidos”.
Por eso es que Le Xuan Niem, quien fuera presidente del Centro de Educación y Turismo de Origen, de Hanoi, hace ya 11 años, mostró su preocupación y hasta su angustia ante el descuido de los jóvenes vietnamitas en el estudio de la historia patria, que es tan admirada en numerosos países.
En el imponente Museo Hồ Chí Minh, situado muy cerca de la plaza Ba Dinh, escenario en 1945 del nacimiento de la República Democrática de Vietnam, se recordó aquel llamado de Hồ Chí Minh (1946) dirigido a la población vietnamita que protagonizó masivamente la batalla por la defensa de la soberanía que hoy muchos jóvenes han olvidado.
En el Museo Hồ Chí Minh se dieron cita unas 500 mujeres y hombres, con sus pechos adornados de preseas, cual reconocimientos al esfuerzo en los combates que para ese momento se habían librado sobre todo en la parte norte de la indomable Indochina desde el año 1858, cuando los imperialistas franceses irrumpieron por la playas de Da Nang, en la parte media del territorio annamita.
Los héroes y heroínas, orgullosos de sus atuendos tradicionales, bailaron, cantaron y declamaron en homenaje al líder Hồ Chí Minh y a todos los y las combatientes que hicieron posible hasta ese momento la recuperación de los territorios de aquel pequeño país de 331.690 Km², cuya mayor riqueza son las montañas y los ríos y el amor por la madre tierra.
Fue dramático el llamado de Le Xuan Niem, quien, con su solapa plena de premios al heroísmo, reconoció que en Vietnam ha mermado el estudio de la Historia: Muchos jóvenes recuerdan con facilidad el nombre de Bill Gates, no así el de sus héroes nacionales, comentó con honda preocupación.
La organización que dirigía para el momento Xuan Niem se encarga de garantizar la seguridad social de los combatientes de ayer y de sus familiares, y también de luchar por el rescate de los valores históricos del país indochino.
Héroes más allá de la frontera
Esa angustia de Xuan Niem, sin duda alguna que no es excepcional en ese país, donde miles de hombres y mujeres entregaron sus vidas frente a esos invasores que por más de un siglo sembraron el terror en toda Indochina para apoderarse de las riquezas naturales. Sin embargo, esa proeza del humilde pueblo vietnamita es aplaudida en todo el mundo con gran admiración, sobre todo en los países que hoy son víctimas de la agresión imperialista, como el caso de Palestina, entre otras naciones del Medio Oriente.
Durante nuestra estadía en Hanoi pudimos conocer una galería ubicada en el edificio de la Unión de Asociaciones de Amistad con Vietnam (VUFO, por sus siglas en inglés), colmada de retratos de gran formato de numerosos revolucionarios extranjeros que de una u otra manera defendieron la causa del pueblo vietnamita en diferentes países, incluyendo Estados Unidos. En ese salón figura el retrato del intelectual estadounidense Tom Hayden, quien estuvo casado con la artista y activista Jane Fonda. No podían faltar los óleos de Fidel Castro, el Che Guevara, Mao Tse-Tung, Vladímir Lenín, Beltran Russel y el venezolano Luis Correa (comandante Gregorio), quien comandó los destacamentos de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) que operaron en Caracas, durante la década de los años 60.
Un personaje muy querido en Vietnam es la escritora Lady Borton, quien trabajó como sanitarista de la soldadesca gringa en el sur de Vietnam y quedó enamorada de la causa vietnamita, donde hoy vive desde la década de los 60.
Borton relata en su libro sobre los viajes del Tío Hồ las razones por las cuales decidió irse muy joven a Vietnam: Escuché por primera vez sobre Hồ Chí Minh en la primavera de 1954, cuando yo era una estudiante de sexto grado que vivía en los suburbios de Washington, D.C. Mi maestra nos asignó un artículo de un periódico infantil de alcance nacional. La historia acerca del año de la victoria vietnamita sobre los franceses en Điên Biên Phu incluía un mapa con amenazadoras flechas rojas que se arqueaban desde Hanói hacia Malasia, Indonesia, India e incluso Estados Unidos. Sentada en mi salón de clases, mirando esas flechas, pensé: ¿Quién debería creer esto?
Así como la estadounidense Lady Borton se identificó prontamente con la causa vietnamita desde que pisó territorio de ese país asiático, lo mismo le sucedió a la militante izquierdista italiana, Geraldina Colotti, quien desde que conoció la Revolución venezolana, no ha dejado de viajar a la capital del país bolivariano, sobre el cual ha escrito ya varios libros y numerosos artículos que la han convertido en una suerte de corresponsal de Venezuela en Europa.
Colotti declaró recientemente, después de reseñar el proceso electoral del pasado 27 de julio donde el chavismo obtuvo el 85 por ciento de las alcaldías, que el acontecimiento político que le dio un vuelco a la realidad venezolana fue la aparición en la escena del comandante Hugo Chávez, tras ganar las elecciones en 1998. Según la escritora italiana, para ella todo pareciera una revolución de laboratorio, mientras en el resto del mundo la izquierda se desvasnecía tras la desaparición de la Unión Soviética. La entusiasta italiana recordó aquella consigna: Alerta, alerta, alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina. Y todo sucedía mientras en América Latina resurgían las fuerzas de izquierda bajo la euforia indiscutible del máximo líder venezolano.
Ángel Bastidas G.
Consultas:
- Lady Borton (2010). Ho Chi Minh A Journey. Ed. The Gioi.
- A. Bastidas G. (2017). Xin chao. Ed. The Gioi.