Pluma acústica | Nano Grant: el sonero eterno de la salsa venezolana
07/08/2025.- En el vasto universo de la música afrocaribeña, Venezuela ha aportado talentos invaluables que, con su voz y su arte, han enriquecido el patrimonio sonoro de la región. Entre ellos destaca con luz propia Octavio Ramón Palacios, mejor conocido como Nano Grant, un sonero que se erigió como una de las voces fundamentales de la salsa en Caracas, con una prolífera carrera de más de cuarenta años. Su vida, marcada por la pasión musical, y su obra, plagada de sabor y sentimiento, lo consolidaron como un referente indispensable para entender la evolución de este género en nuestro país.
Nacido el 30 de marzo de 1945 en Caracas, Nano mostró desde temprana edad una inclinación natural por el canto. Creció en un ambiente musical propicio, donde la salsa comenzaba a gestarse y a echar raíces, alimentándose de las influencias cubanas y puertorriqueñas que llegaban a las costas venezolanas. Era hijo de la importante cantante de fulías y decimista Dominga Palacios y primo de otro gran sonero venezolano, Carlos Daniel Palacios, miembro fundador del legendario Grupo Madera. Precisamente, junto a su primo Carlos Daniel, Nano comenzó a dar sus primeros pasos musicales en las descargas callejeras del barrio San Agustín, forjando juntos los cimientos de una vocación que acompañaría a ambos toda la vida.
La trayectoria musical de Nano Grant fue extensa y prolífica, abarcando colaboraciones con más de veinte de las orquestas más respetadas de Venezuela en sus más de cuarenta años de carrera artística. La primera agrupación en la que participó de manera profesional fue en Los Aventureros, de Carmelo Montezuma, donde curiosamente ingresó como bongosero; sin embargo, al poco tiempo ya era el cantante del grupo. Para el año 1962 grabó con Los Aventureros su primer tema como cantante: Ignoro tu existencia. Misma canción con la que años antes había debutado el gran Alberto Beltrán con la Sonora Matancera.
Luego de su salida de Los Aventureros, Grant comenzó a trabajar con Frank y su Tribu, el Sexteto Los Crema y Los Brothers. Sin embargo, su carrera profesional despegó definitivamente en 1967, cuando grabó por primera vez con una orquesta grande, La Orquesta del “Pavo” Frank Hernández, en el disco El Pavo en Salsa. Ese mismo año 1967 fue fichado por el maestro Porfi Jiménez, con quien trabajó por un par de años, dejando sendas grabaciones como: Dudas, El sabor se te acabó, Judy con disfraz y Estorbo.
A finales de 1960 y principios de 1970 participó en la agrupación Los Dementes, bajo la dirección de Ignacio Navarro, porque Ray Pérez se encontraba en Nueva York. Luego pasó a la agrupación de Andrés y sus Estrellas con quienes grabó en 1976 el disco homónimo. En esa misma época trabajó con la Sonora Hípica, el Sexteto Los Compadres y, en 1979, junto a la Orquesta Antillana, realizó una de sus grabaciones más importantes titulada: Nano y la salsa cubana. Donde se destacan temas como: Tremendo cumbán, Que no me empujen y El panadero Juan.
A principios de la década de 1980, formó parte del mítico Grupo Madera, luego de la tragedia del hundimiento de la embarcación Esther en aguas del río Orinoco, donde perdieron la vida casi todos sus miembros fundadores. Uno de los que sobrevivió al accidente fue su primo Carlos Daniel Palacios, quien por cosas del destino no asistió al viaje. Con el Madera trabajó por un par de años. En paralelo fundó la Orquesta Epa en el pueblo de Santa Lucía del Tuy, con la cual grabó el disco: No podrán destruirme. En esta producción encontramos temas como: Permiso, Rumba en el patio, Son bossanova y No podrán destruirme.
En 1991 grabó en el disco Rumbacumlaude de La Banda Sigilosa el tema Superman. Luego ingresó a las filas de la agrupación Cadáver Exquisito con quienes grabó en el año 2000 un disco legendario titulado: En vivo desde la terraza del Ateneo de Caracas.
La influencia de Nano Grant trascendió las fronteras venezolanas, llevando su talento a tierras puertorriqueñas, norteamericanas y dominicanas, donde dejó una huella indeleble en la escena salsera. Su legado indiscutible lo ha posicionado como uno de los mejores soneros venezolanos de todos los tiempos. Cambió de plano el 14 de agosto de 2003 dejando un vacío enorme en el corazón de los amantes de la salsa y un legado inconmensurable.
Kike Gavilán