Xin chào | Ese sol, ese cielo

 

25/07/2025.- Para Geraldina Colotti, periodista, escritora, poeta, investigadora y, sobre todo, gran admiradora del proceso bolivariano, los revolucionarios del siglo pasado debemos recordar lo que ella define como paciencia estratégica. Así lo afirmó en los coloquios sabatinos que alberga la vieja quinta Castillete, ubicada en la parroquia El Paraíso, donde se dan cita religiosamente veteranos militantes de los años 60, 70, 80 y 90.

La incansable activista italiana, nacida en la ciudad de Vetimiglia, exmilitante de las otrora Brigadas Rojas del pasado siglo, tal vez el carcelazo de 27 años que la mantuvo entre rejas le impactó de tal manera que llegó a comprender o aceptar que la batalla por un mundo mejor no está a la vuelta de la esquina, sino más bien en el andar sin aspavientos, tal vez como lo hizo en su momento el gran timonel Mao Tse-Tung frente al régimen militar de Chiang Kai-shek, porque la meta definitiva era llegar al estado del poder campesino. Algo parecido a la experiencia vietnamita, donde las fuerzas revolucionarias necesitaron 98 años para salir de la esclavitud francesa y otros 30 años para expulsar de todo Indochina al ejército yanqui, el más poderoso del mundo para esos años.

"Gracias por la invitación de esta casa, llamada Castillete, sitio de encuentro de quienes contribuyeron a construir esta revolución, lo cual es un ejemplo de los militantes del siglo pasado que, a base de paciencia estratégica, coadyuvaron a llegar con paciencia a levantar una revolución de laboratorio. En realidad, no sabemos si se trata de una revolución tradicional, bolchevique o de otro tipo. Pero yo me atrevo a llamarla una revolución de laboratorio del siglo XXI", afirmó Colotti.

Muy emocionada, Colotti recordó que ella conoció a Chávez en 1992 cuando vivía entre rejas, "porque teníamos en el calabozo un pequeño televisor. Por esa vía vimos al comandante con su boina roja, a pesar de que teníamos por el medio el mar Mediterráneo y el océano Atlántico. Confieso que en ese momento de muchos gobiernos de falsas democracias y, sobre todo, por aquello de que el fin de la historia había llegado a su fin, según Francis Fukuyama, luego de la caída de la URSS, en verdad, no teníamos mucha esperanza, pero nos llenamos de valor".

Confiesa la alta pana de Venezuela que en Europa había silencio absoluto sobre lo que estaba pasando en la patria de Bolívar, principalmente para los cientos de militantes de las Brigadas Rojas que estaban condenados a pasar años en los calabozos. Afirmó que todo se les ocultó sobre lo que estaba sucediendo en Venezuela, sobre todo que Chávez estaba aglutinando rápidamente al pueblo, porque la historia insurgente estaba echando raíces entre todos los venezolanos y las venezolanas.

De nuevo terroristas

Confesó la invitada militante italiana en su diálogo con los militantes de Castillete, que cuando ella y muchos seguidores de la Revolución bolivariana comenzaron a opinar y escribir acerca de la nueva realidad de lo que estaba pasando con la llegada de Chávez a Miraflores, los gobiernos y grupos reaccionarios comenzaron a tildar de terroristas a muchos italianos y en general a los europeos que difundían informaciones positivas sobre los sucesos en Caracas y otras ciudades con la llegada del chavismo.

"No solamente destacábamos los acontecimientos que se estaban dando en toda Venezuela, sino del pasado que esa derecha quería desaparecer o borrar como el caso de los miles de combatientes que fueron secuestrados y eliminados por los cuerpos policiales y militares, quienes contaban con el asesoramiento de la CIA y otras organizaciones, como el Mossad de Israel, que asesinó miles de militantes revolucionarios, producto de la Operación Cóndor; como el caso de las masacres en Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Brasil. En Venezuela, la figura de los desaparecidos fue institucionalizada por el gobierno adeco de Raúl Leoni (falleció en Nueva York, 1972), que siguió los pasos de Rómulo Betancourt, siempre bajo las botas del imperio yanqui".

Rememoró Colotti que cuando la Unión Soviética derrotó al fascismo en Europa, los organismos policiales de países como Francia, Reino Unido, Alemania y otros, se confabularon con las mafias para perseguir a los comunistas, como sucedió con las pandillas sicilianas que se unieron con militares italianos para perseguir a las organizaciones revolucionarias, que se inspiraron en el triunfo de la URSS, que a finales de los años 90 fue víctima de la conspiración gringa y las potencias europeas, sobre todo del Reino Unido, que al final crearon la OTAN, la misma que hoy amenaza al mundo, bajo la égida de los gobiernos estadounidenses de turno. Indicó la desaparición de gran parte de los partidos comunistas que existieron en todo el planeta y que fueron infiltrados y destruidos, entre ellos el Partido Comunista de Francia y el italiano, otrora los más poderosos, después del PCUS de la Unión Soviética.

En Venezuela, como militantes de la Juventud Comunista de Venezuela (JCV) recordamos el gran apoyo que recibimos de los comunistas franceses e italianos, que acogieron a cientos de dirigentes del PCV, que eran perseguidos por los gobiernos reaccionarios de Acción Democrática y Copei.

Ese sol y ese cielo

El amor por la patria de Bolívar y Chávez de la camarada Geraldina Colotti se puede disfrutar en numerosos libros y artículos que recorren estanterías italianas y también de Francia. Es el caso de Quel sole e quel cielo. Talpe a Caracas (Ese sol y ese cielo. Topos en Caracas), una suerte de homenaje de la escritora a la capital venezolana, de la cual se enamoró a primera vista.

La obra contiene relatos autobiográficos de una exbrigadista en prisión y el impacto, sobre todo, en la clase obrera italiana ante el colapso de la Unión Soviética a finales de los años 90 del siglo pasado.

"Barrios autogestionados, fábricas recuperadas, consejos obreros, mujeres en el centro del escenario, mientras Europa les aprieta el cinturón a quienes ya están oprimidos, Caracas emprende un camino diferente, con su pie en el futuro y otro en el petróleo". Así, Geraldina va tejiendo su mirada de Venezuela, desde Caracas, en 13 reportajes; Raperos bolcheviques y maestros callejeros; Amas de casa armadas y cocineros en el poder; Soldados de asalto y cardenales golpistas, y Cerdos vagando junto a prisioneros; Donde va la historia, la luna corre por las calles; Los topos jóvenes reandan sus excavaciones. (www.amazon.es)

Por Ángel Bastidas G

Fuentes de consulta:

Conferencia de Geraldina Colotti (19/07/2021). Fundación Castillete.

https://www.amazon.es/stores/author/B00E62BCUU

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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