24/07/2025.- Este domingo 27 de julio, faltando un día exacto para cumplirse un año de las elecciones presidenciales que desataron la furia y la violencia de la Machado con sus Comanditos del terror en las calles de nuestro país, los ciudadanos con conciencia tenemos un deber ineludible: salir a votar por los alcaldes que realmente trabajan por sus comunidades.

En el municipio Iribarren, Barquisimeto, estado Lara, este compromiso es aún mayor. No podemos permitir que el terror regrese a nuestro municipio con Henry Falcón.

Es crucial recordar la pesadilla que vivió Barquisimeto. Todos aquellos a los que nos tocó presenciar los destrozos en las instalaciones educativas de la avenida Libertador, cuando las guarimbas y los ecocidios, fuimos testigos. El ahora candidato a alcalde —en aquel tiempo, gobernador—, Henry Falcón, no movilizó los cuerpos policiales para controlar los disturbios que, bajo el disfraz de "protestas estudiantiles", sumieron a la ciudad en el caos.

Es imposible olvidar la acción violenta de Falcón contra la comunidad larense, cuando ultrajó zonas urbanas y semiurbanas para beneficiar a su cohorte de empresarios.

No olvidamos tampoco la criminalización de los Círculos Bolivarianos de entonces, la delincuencia desatada, el desorden y el caos vial que caracterizaron su período.

Menos aún podemos pasar por alto los desfalcos en obras públicas, como la inconclusa terminal de pasajeros al oeste de la ciudad —el sistema Transbarca—, la falta de mantenimiento a las empresas hidráulicas del estado y la estafa del complejo habitacional en el Triángulo del Este, por solo mencionar algunos ejemplos.

Es necesario recordar el desastre en el que nos sumergió este demente personaje, que, ahora, con su "cara lavada", pretende borrar descaradamente el pasado reciente de una gestión pesadillesca que los iribarrenses no deseamos volver a vivir.

Votar es imprescindible. Debemos mantener la esperanza de que aquellos a quienes escojamos continúen el trabajo por un mejor municipio, de la mano con todas las comunidades.

No les demos tarima a individuos que solo buscan seguir destrozando nuestro territorio.

Beatriz Rondón