Al derecho y al revés | El único que pidió el regreso de secuestrados

23/07/2025.- Afortunadamente se ha caído la última bobería de los ilusos, que en nuestro país no solo abundan sino que proliferan, según cuya narrativa el presidente Trump era un aliado de ellos y que pronto vendrían a Venezuela tropas estadounidenses disfrazadas de cascos azules para derrocar al Gobierno y llevar en andas al poder a la señora Machado.

Y como además de ilusos son brutos y soñadores alejados de la realidad, que es dura, añaden que Donald Trump los habría “traicionado” al negociar la liberación de los secuestrados en las ergástulas de Bukele.

De paso, como viven rezándole supongo que a la Virgen de los Sicarios para que todo lo malo nos ocurra, ya salieron estos energúmenos que, como dicen los españoles de la familia reinante, “ni aprenden ni olvidan”, a comentar en negativo la llegada al país de los compatriotas secuestrados por Trump al enviarlos a los campos de concentración del salvadoreño Bukele.

“Los veo gordos y bien peinados”, decía con ínfulas de analista internacional una señora que se comía sendo heladito en el centro comercial donde antaño solía ir de compras para llenarse de cachivaches que nunca iba a usar. “¿No dizque los estaban torturando y les cortaron los pelos?”, añadía.

Discutir con la estupidez que, de paso, es tozuda, no vale la pena.

Pero hay que desmontar los bulos y otras mentiras, por ejemplo: que los secuestrados en El Salvador eran torturados a diario y que solo comían una vez cada dos días.

Esos presos, por los que el pillo de Bukele cobraba 5.000 dólares mensuales por cada uno, eran presos de Trump, es decir, del Imperio, hasta nuevo aviso, lo cual trae otras consideraciones.

Por ejemplo, que Bukele no se iba a arriesgar malogrando tan valioso cargamento de seres humanos, cuya factura por “alojamiento y comida” supongo que, tratándose de Trump, que ha quebrado varias veces las empresas que heredó del padre, la tuvo que pagar a Venezuela, es decir, al gobierno de Nicolás Maduro, porque los que se robaron Citgo, si sacan recursos de un banco es para endosárselos ellos mismos en sus cuentas personales.

¡Así cualquiera puede pasar la vida jugando al pádel!

De manera que, pasando por alto los dimes y diretes propios de una guerra mediática, no creo que a los secuestrados de Bukele los traten tan mal como sí es costumbre en esas ergástulas.

Pero menos aún se puede creer el bulo repetido por una señora que cual cacatúa machacaba a quien la quisiera escuchar que “Nicolás Maduro se trajo a la patria puros delincuentes del Tren de Aragua”, mentira que se cae por su propio peso al revisar las estadísticas publicadas por la prensa yanqui donde se demuestra que los deportados a El Salvador eran gente trabajadora que había tramitado documentos que les permitían quedarse en EE.UU., e incluso que muchos dejaron esposas yanquis y niños nacidos en ese país.

Lo que sí se puede creer, porque es una verdad del tamaño de un rascacielos del golfo Pérsico, es que el único mandatario que bregó la liberación de estos secuestrados se llama Nicolás Maduro y el pueblo lo sabe.

 

Domingo Alberto Rangel


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