Rostro de mujer | Libertadoras de inmenso amor por la familia...
y la patria
19/07/2025.- Llueve, truene o relampagueé, las mujeres de Venezuela siempre enfrentan las circunstancias y desafíos de la vida con tesón y guáramo. Hasta se puede aseverar que se hacen gigantes ante los grandes obstáculos. Hoy por hoy, en esta nación de contrastes, las venezolanas juegan un papel importante ante los nuevos paradigmas que están brindando nuevos derroteros y realidades a la tierra histórica de Bolívar, en una generación joven, con propósitos, y una familia cada vez más unida ante el mundo.
Para esta oportunidad, en el Mes de la Patria, Rostro de mujer ha querido compartir una sublime y ejemplar historia de una fémina, oriunda de Anzoátegui, Arcadia Bolívar —sí, como el Libertador de cinco naciones—, quien, desde pequeña, tuvo que madurar como muchacha grande. Ante la ausencia del padre, asumió el rol de trabajar para poder mantener a sus cinco hermanitos y ayudar a su madre.
Reflexionó Arcadia Bolívar:
Yo me convertí en la mamá de mis hermanos cuando nacieron. Asumí la responsabilidad de laborar con el fin de comprar la comida, adquirirles la ropa y proveer las necesidades del hogar. Además, era la que estaba pendiente del cuidado de ellos y ponía la disciplina y el carácter, pues mamá era muy permisiva.
Su labor, a menudo silenciosa y sacrificada, fue fundamental para la construcción de una familia más fuerte y con un futuro mejor. Representa un claro testimonio de la fuerza y la capacidad de las mujeres venezolanas para superar las adversidades.
Rememoró que su progenitora la tuvo cuando era una adolescente de quince años de edad y fue criada por su abuela, María Otilia Bolívar, quien se esmeró para que tuviera una niñez feliz.
Ella, junto a mi tío, que hacía las veces de mi padre, me daban todo. Recuerdo que cuando tenía problemas, me decía mi madre de crianza: "Tranquila, mi amor, eso va a pasar. Tú vas a ver que Dios está allí". Esas palabras fueron mi aliciente.
De su etapa de niñez, solo recuerda cosas bellas, pues se la pasaba cazando mariposas junto a sus parientes. "Me formé con mis tíos varones. Era la única niña. Cada domingo, asistíamos al cine. En aquel tiempo, era la única hija. Así fue hasta los diez años de edad".
En el marco de la entrevista, dijo sentirse orgullosa al cien por ciento de sus dos hijas, Valentina Andrea y Valeri Daniela Palacios Bolívar, mujeres realizadas, profesionales "a quienes dejé desarrollarse en lo que ellas querían, no en lo que yo anhelaba. Nunca les impuse; siempre les enseñé los dos lados de la vida y ellas escogieron la senda que les convenía".
Arcadia Bolívar también es una mujer que contribuye al bienestar de la comunidad donde reside, pues siempre está atenta y con disposición para dar una mano amiga ante cualquier situación, reflejando el amor y la unidad en pro de los demás. Su don de servicio es el sello que la caracteriza, dejando una huella para quienes la conocen.
Me gusta ayudar y orientar a aquellas personas que no saben encaminarse para realizar alguna asignación, pues si yo tuve asistencia de otras personas cuando era inexperta, ¿por qué no hacerlo también [con otros]? Eso es parte de mi ser.
Contó a Rostro de mujer que vivió con su madre biológica en sus últimos años de vida. "Al principio fue fuerte. Ella caminaba; sin embargo, se hacía sus necesidades y no avisaba. Fue una experiencia difícil, pero con mucho aprendizaje, pues pude cuidarla y honrarla hasta el final de sus días".
Dejó un mensaje para las féminas del país:
Mujer, ámate a ti misma primero. Valórate, respétate, perdónate, porque si tú no lo haces, nadie lo va a hacer por ti. Eres valiosa y muy importante en la vida. Tú construyes, edificas y enseñas. Pon esto a prueba y verás los bendecidos resultados que tendrás.
El relato de Arcadia Bolívar es un ejemplo inspirador de una libertadora moderna, un testimonio vivo de la lucha diaria de innumerables mujeres en nuestra América y el Caribe. Es fundamental que su valentía y responsabilidad sean reconocidas globalmente, pues con su ejemplo transforman estos valores en una ley universal para los siglos venideros. Su legado es un llamado a la reflexión y a la acción, instando a las mujeres a priorizar su bienestar emocional y a reconocer el poder que tienen para cambiar el mundo.
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Arcadia Bolívar: una historia de coraje y reconocimiento
Nirman García
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