Un mundo accesible | Conociendo Fit Combat
La organización pionera de la actividad física accesible
18/07/2025.- En esta oportunidad, estimado lector, comparto contigo en primera persona las excepcionales declaraciones sobre una disciplina que ha sido catapultada hacia la accesibilidad de una población heterogénea de practicantes y el profesionalismo subsecuente. Valiéndose de parámetros de seguridad que tienen un impacto notable en la salud pública y una serie de fundamentos científicos, esta disciplina apoya a una población considerable y heterogénea, exponiendo el virtuoso vanguardismo y la originalidad desde donde Rafael Moreira y Argenis Rico, sus ilustres y progresistas pensadores, fundaron hace ya 23 años una práctica innovadora. A través de ella, proporcionan a instructores y practicantes experiencias vinculadas con estrictos parámetros de seguridad y un sinnúmero de estudios científicos que delimitan todos sus movimientos marciales dentro de un marco musical estimulante. Este marco repercute favorablemente en los parámetros fisiológicos y fisiopatológicos de los practicantes, reconociendo esta actividad física como notoriamente adelantada a nuestra época, especialmente en el amplio mundo del fitness de combate.
Por tales motivos, no podemos reducir su definición a la de un sistema más de entrenamiento, pues han demostrado ser merecedores de prácticas compatibles con un modelo estudiado de forma exhaustiva. Este modelo fusiona artes marciales con una música desafiante y estimulante, así como con principios de medicina interna. En conjunto, cada uno de sus pilares está vinculado con una iniciativa plausible que propone una extraordinaria noción de comunidad, demostrando así un impacto irrefrenable sobre la salud pública. Aquí se pone en evidencia un considerable grado de compatibilidad que se relaciona con un ideal impartido por un sinnúmero de especialidades médicas, con análisis y conclusiones que, pese a tener distintos orígenes académicos, pueden llegar a manifestarse mediante las mismas prácticas.
En otras palabras, a lo largo de 23 años de observación, perfeccionamiento continuo e impartición de educación y reflexiones de carácter médico, estos dos grandes pensadores han logrado establecer un paralelismo como promotores de la prevención de un sinnúmero de enfermedades. Además, han generado un beneficio directo sumamente intrigante, desafiante y satisfactorio para las personas que, además de formar parte de alguna variante de las ciencias modernas, hemos padecido algún tipo de diversidad funcional, siendo este mi caso. Hablamos, pues, de grupos que hemos sufrido el impacto psicológico que puede provocar la falta de empatía o la indolencia de ciertos círculos sociales. Hablamos de un llamado de integración social y accesibilidad que simplemente ya no da espera.
Con una voluntad ferviente y un pensamiento libre de anacronismos o predisposiciones, los fundadores de Fit Combat en la actualidad se encuentran respaldando —con un extraordinario compromiso que involucra una serie de variantes plausibles— una gran suma de prácticas demandantes y meticulosas. Estas prácticas reflejan una ramificación aeróbica excepcional, la cual ha logrado cumplir con altos estándares que repercuten beneficiosamente en distintos sistemas de nuestro organismo. Dicho precepto es potencialmente reconocible por las comunidades científicas contemporáneas que otorguen su respaldo, tanto a nivel nacional como internacional.
Hablamos, en concreto, de una serie de fundamentos que secundo, como médico cirujano en formación, con una notable experiencia en investigación clínica y una larga trayectoria como paciente cuya enfermedad neurodegenerativa ha sido notablemente ralentizada gracias a la formación que me otorgó la práctica responsable y disciplinada de tan loable actividad física.
Quienes padecemos algún tipo de discapacidad sabemos que existen ciertas "tierras baldías" donde, gracias a etiquetas y predisposiciones infundadas, nuestros talentos no pueden echar raíces. A algunas personas les basta con tan solo vernos con algún tipo de ayuda de movilidad para definir nuestros límites. Tanto Rafael Moreira como Argenis Rico han erradicado cualquier tipo de prejuicio semejante dentro de su organización, inculcando un legado extraordinario a lo largo de los años. Este legado se llama Fit Combat y, desde sus inicios, ha destacado gracias a la mentalidad de sus creadores. Ellos se han interesado de manera constante por proveer una actividad física segura, integral y accesible, que ha maravillado e incluso conmovido a cada practicante e instructor que cuente con la periodicidad y la disciplina requeridas para llevar a cabo las exigencias de dicha disciplina, tal y como sus fundadores la imparten.
En definitiva, la agudeza de sus mentes no solo les ha permitido trascender mediante la accesibilidad, sino que han demostrado cómo ir descubriendo las todavía escasas aproximaciones a la verdad que iluminan los pasos y eliminan las etiquetas o estereotipos infundados que excluyen a aquellos que presentamos un rendimiento diferente. Como médico en formación, investigadora e instructora de esta gran familia desde los doce años de edad, puedo afirmar con orgullo que sus acciones e ideales revelan un potencial progresista sublime, una razón emergente que siempre logró fascinarme y que, hasta el día de hoy, como científica imparcial, lo sigue haciendo. Estas magníficas producciones, que el intelecto humano ejecuta mediante líderes con una mente independiente y un ambiente profesional, nos dejan grandes enseñanzas que tocan la puerta de múltiples teorías, tanto filosóficas como científicas. Nos invitan a redefinir lo que muchos anticipan como una limitación o incapacidad contundente, sin siquiera otorgar el beneficio de la duda o el complejo espesor de cada realidad.
Hoy reconozco que mi opinión se vale de un propósito objetivo que, en retrospectiva y con cada aproximación científica que consumo de forma imparcial, me provee de un nivel de comprensión merecedor de toda la atención de la comunidad médica, así como de un sinnúmero de ramificaciones de las ciencias modernas. Sin importar cuánto comprendamos, hoy puedo afirmar con orgullo que, desde niña, he atestiguado cómo la disposición de un conocimiento considerado provisorio y perfectible supera por mucho a aquellos que creen tener todas las respuestas, lo cual hace de Fit Combat una notable excepción.
Es con una corta pero extremadamente conmovedora frase que concluyo este artículo, buscando dar honor a quien honor merece: mientras las masas descuidadas se atribuyen la capacidad de señalar las limitaciones de otro individuo sin siquiera conocerlo, las minorías más virtuosas ofrecen un legado excepcional, basado en redefinir las diferencias y la forma en la cual lidiamos con estas. Hoy, puedo afirmar que he superado y erradicado los temibles pronósticos que me aguardaban. Puedo decir que soy copartícipe de tal ideal, pues, mediante el estudio y la investigación, tengo el honor de trabajar con un par de maestros tan singulares e ilustres como empáticos y humildes. Gracias a su ejemplo, erradiqué el conocido coro de lo que una pequeña niña con distrofia muscular podría esperar de su propia vida, y me niego a permitir que otros definan una historia que solo a mí me pertenece.
Angélica Ramírez