Migrantes denuncian malas condiciones en centros de detención del ICE

La situación sigue poniendo en tela de juicio el sistema migratorio estadounidense

El sistema migratorio genera alarma entre organizaciones civiles y organismos internacionales.

 

15/07/25.- Diversas denuncias provenientes de migrantes retenidos en más de siete centros de detención del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos, revelan una alarmante crisis alimentaria. 

Según lo reseñado por NBC News, escasez de comida, raciones descompuestas y pérdida de peso corporal figuran entre los principales padecimientos reportados por personas encarceladas bajo la política migratoria vigente.

De acuerdo con algunos testimonios recabados por defensores de los derechos de inmigrantes, la sobrepoblación en estos recintos —provocada por medidas migratorias intensificadas durante la administración de Donald Trump— ha excedido con creces la capacidad aprobada por el Congreso estadounidense.

En junio, medios estimaron que el ICE mantenía retenidas a casi 60 mil personas, superando en un 45% el límite autorizado.

Un exfuncionario del ICE reveló que estos centros no están preparados para aumentos inesperados en la cantidad de detenidos, lo que ha afectado gravemente el suministro regular de alimentos.

Los retrasos en el servicio y las porciones mínimas se han vuelto constantes.

Entre los afectados, se encuentra José, un ciudadano venezolano que permaneció recluido durante tres meses en El Paso, Texas.

Según declaraciones de su pareja, Rubimar, José solo recibía dos cucharadas de arroz al día, y reportó la falta de gas para la cocción de alimentos. Por otro lado, Alfredo Parada Calderón, migrante salvadoreño detenido en California, describió la carne servida como “prácticamente líquida”.

Jennifer Norris, abogada y directora del Immigrant Defenders Law Center, catalogó la comida como “incomible”, alertando sobre casos en que incluso presentó moho. La situación se agrava con reportes como el de Ilia Chernov, inmigrante ruso detenido en Luisiana, quien ha perdido peso significativamente ante la reducción de las raciones.

Organizaciones como La Resistencia han documentado irregularidades en la entrega de alimentos, incluyendo desayunos servidos después de las 9:00 a. m. y almuerzos a medianoche, vulnerando los propios estándares alimentarios del ICE, que estipulan tres comidas diarias, dos de ellas calientes, y no más de 14 horas entre cena y desayuno.

El Congreso ha aprobado más de 45 mil millones de dólares para expandir y mantener estos centros, permitiendo una capacidad anual de hasta 116 mil camas hasta septiembre de 2029.

No obstante, las condiciones de salubridad han sido objeto de críticas severas. En el Centro de Procesamiento Noroccidental en Washington, el Departamento de Salud del condado reportó siete violaciones sanitarias y al menos 57 casos de intoxicación alimentaria vinculados a coles contaminadas con Bacillus cereus.

En respuesta, la vocera del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, afirmó que “todos los detenidos reciben comidas adecuadas, atención médica y oportunidad de comunicación”, y negó la existencia de condiciones infrahumanas en dichos recintos.

CIUDAD CCS 


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