Psicosoma | Sumida en el volcán
Para él, la vida siempre está a la vuelta de la esquina, en forma de otra copa, en un nuevo bar.
Malcolm Lowry
15/07/2025.- Las recaídas representan las ganas de seguir viviendo a pesar de los errores; son un proceso de corrección, de aprender y desaprender con el deseo de darse nuevas oportunidades. Constituyen una especie de reinvención que huye de manuales masivos y frases hechas. En esencia, significa caer y levantarse con la determinación de mejorar.
Es fundamental evitar "chocar con la misma piedra", "seguir envenenada" o repetir frases del imaginario social popular como "hombre no es gente". Para las personas que se encuentran en tratamiento psicológico y psiquiátrico, una recaída puede derrumbar su proceso de reconstrucción y retomar el hilo se convierte en un desafío. Esto se debe a la dificultad de verse en el espejo después de haber caído de nuevo en el foso, justo cuando comenzaban a sentir mejoría o recuperación.
Los pacientes perciben las recaídas como algo negativo y acuden a nuevas consultas con mucha vergüenza. Sin embargo, para el psicoterapeuta, estas son "ganancias", porque indican que el sujeto ha tomado conciencia de que su vida en períodos de normalidad, sin las adicciones, era de mayor tranquilidad. Si pudo mantenerse sin drogas durante una temporada, puede reiniciar "con los ojos más abiertos", identificando qué detonó o hizo erupción en su conducta, qué lo estimuló a tener comportamientos de compulsión sexual, qué lo puso al borde con "tan solo una copa", un "catito", un shot o un simple coqueteo. Cuando se está en este proceso, la contención es un pilar fundamental.
Aunque se sientan negativas, las recaídas son oportunidades para aprender y mejorar. Pueden ser causadas por diversos factores, como el estrés o situaciones que desencadenan experiencias negativas. La falta de apoyo y la ausencia de tratamiento son cruciales. En psicología, las recaídas se refieren a la reaparición de síntomas o comportamientos problemáticos. Esto puede ocurrir en diversas áreas, como trastornos mentales (depresión, ansiedad, trastornos alimentarios), adicciones (consumo de sustancias, juegos de azar) o trastornos de la personalidad (patrones de pensamiento y comportamientos disfuncionales).
En este contexto, no puede haber lugar para pensamientos como los que se expresan en la canción de Eros Ramazzotti, donde la dependencia emocional se manifiesta en la idea de no poder encontrar a alguien igual: “Dónde encontraré ahora / a otra mujer igual que tú”.
Rosa Anca