Letra invitada | Hacia la banca comunitaria

Como llave de justicia social y riqueza

14/07/2025.- El crédito es el acto de creación del dinero y la llave del poder económico. El dominio privado del sistema de crédito o privilegio, además de injusto y usurario (pues los financieros privados endeudan y cobran intereses sin poner ellos nada), atenta contra la soberanía nacional, pues la banca privada nacional está sometida a la voluntad y las normas de la banca internacional.

La banca sionista internacional, motor financiero del globalismo, es a la vez el alma del Estado de Israel y el centro del poder occidental que inventa y promueve divisiones, pandemias, crisis y guerras. Sus primeros vasallos son la inmensa mayoría de los empresarios, quienes desconocen cuánto les cuesta este sistema usurario: nunca antes hubo tanta usura, y nunca fue la usura tan costosa como ahora que se ha convertido en el método de creación del dinero.

El crédito privado, si fuese imprescindible tolerarlo, tiene que ser estrictamente controlado para impedir el peligroso abuso de ese privilegio. Para ello es preciso, como mínimo, un estricto control público del Banco Central de Venezuela (BCV), su integración en el Gobierno o su desaparición.

Los bancos comunales, que hoy por hoy no pueden dar crédito (es decir, crear dinero), deben ser los principales creadores de dinero sin fines de lucro en Venezuela (como es la banca municipal no lucrativa en Alemania, reconocida locomotora del crecimiento en la Unión Europea).

El sistema comunal, con una banca comunitaria sin fines lucrativos, puede y debe liberar a la gente del abusivo poder del dinero que hoy impone la pobreza a Venezuela, devolviendo su alegría y abundancia naturales a la Revolución Bolivariana y a toda la nación.

La actual escasez de dinero y bienes esenciales es un artificio financiero y monetario: Venezuela es rica, y su gente tiene la abundancia al alcance de la mano. Por eso justamente la banca internacional la intenta hambrear y enfrentar al Gobierno bolivariano.

Irán, el país que acaba de demostrar su fuerza al poder sionista occidental representado por Israel y Estados Unidos, tiene prohibida la usura y posee un sólido sistema de dinero público que sustenta y asegura su soberanía nacional: No hay soberanía segura sin un sistema de crédito propio.

El único respaldo del medio de cambio cuya eficacia está demostrada se llama honestidad.

El BCV y la banca pública, con control estricto o nacionalización de la privada, deben apoyar el desarrollo de una nueva banca comunitaria dirigida desde las asambleas de ciudadanos y las comunidades locales: basta de crear dinero para atacar o empobrecer a la nación.

Conforme las redes digitales estén bajo control soberano (como en China o Rusia), podrán ser utilizadas para garantizar la racionalidad y transparencia del medio de cambio.

Rompamos las cadenas financieras que impiden artificialmente la bonanza económica y la soberanía nacional plena. Exijamos:

* Banca comunal creadora de dinero para impulsar la economía popular.

* Control estricto del BCV y del sistema de crédito.

* Fin de la disciplina privada del Banco de Pagos Internacionales (BIS).

Nelson Guzmán 


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