13/07/25.- Desde diciembre de 2018, familiares de los adolescentes Ricardo Castro Moreno de 13 años y Jhonaikel Moreno de 17, asesinados por funcionarios policiales en Caracas, clamaban por justicia.

Tras siete largos años de lucha por la verdad, el viernes pasado finalmente el Tribunal 32 del Área Metropolitana de Caracas resolvió condenar a 28 y 30 años de prisión a los policías homicidas.

El lamentable hecho ocurrió el 5 de diciembre de 2018, cuando en el kilómetro cero de la Panamericana la familia Moreno montaba un pesebre en la pared externa de su casa. Heidy Moreno estaba con sus dos hijos, con sobrinos y vecinos, cuando alrededor de las 7:00 de la noche, nueve policías llegaron al lugar disparando, hiriendo a cuatro adolescentes, dos de ellos hijo y sobrino de la señora Moreno.

En el lugar fallecieron los menores Castro y Moreno. Este último tenía una leve discapacidad intelectual y acababa de llegar del interior del país cuando fue interrogado por uno de los policías sobre una moto supuestamente robada, mientras lo insultaba y amenazaba. Luego de eso recibió un disparo a corta distancia en el rostro.

Tras la sentencia, Moreno, mamá de una de las víctimas, expresó: “No recuperé a mi hijo, pero sanaré un poco mi dolor de madre, aunque nunca pasará”. “Espero que esta sentencia evite que otras madres tengan que vivir lo mismo que yo viví”, agregó.

Enfatizó que el juicio por la muerte de los adolescentes fue una guerra a pulso, entre quienes lucharon por la justicia y quienes intentaron garantizar la impunidad.

En el proceso judicial quedó suficientemente demostrado el homicidio intencional calificado por motivos fútiles, en uno de los casos precedido de tortura, el uso indebido de arma orgánica y el posterior intento de encubrimiento.

“Así como hubo fiscales, jueces y jefes policiales que intentaron que los funcionaros no fueran castigados, también hubo otros que actuaron por la justicia y mucha gente que se solidarizó con mi lucha”, señaló Heidy al hacer un balance de estos siete años.

Organizaciones en apoyo a las víctimas

Antonio González Plessmann, miembro de Surgentes, colectivo de Derechos Humanos que acompañó a la señora Moreno durante cinco de estos siete años, expresó que, con esta sentencia, se deja un mensaje claro para los cuerpos de seguridad y sus mandos políticos; así como para las víctimas de la violencia institucional. “Cuando hay perseverancia en la lucha, cuando el pueblo se organiza y moviliza, se puede ganarle a la arbitrariedad”, destacó.

“Ricardo y Jhonaikel son dos de las 5 mil 287 personas que, según el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), perdieron la vida a manos de funcionarios de seguridad ese año, en el marco de una política sistemática de ejecuciones de muchachos de nuestros barrios”, indicó el activista de Derechos Humanos.

González concluyó con un mensaje al colectivo a seguir fortaleciendo la lucha por la justicia en las comunidades. “Como sociedad, tenemos el deber de transformar ese desprecio estructural por la vida y por el principio de igualdad. Esta sentencia es un pequeño triunfo, que esperamos anime a otras personas y colectivos a luchar por la transformación estructural de las múltiples injusticias que surcan nuestra sociedad”.

CIUDAD CCS