Trinchera de ideas | +Diplomacia china
Mientras unos hacen la guerra, otros abogan por la paz
10/07/2025.- Mientras Estados Unidos diseña guerras, planifica invasiones, decide sanciones e implementa aranceles contra todo el mundo, China silenciosamente avanza en su diplomacia de paz. Al mismo tiempo que Washington retóricamente vomita su plan de destrucción planetaria que ejecuta maquiavélicamente suponiendo que de esa manera va a poder mantener su hegemonía global, Pekín, sin hacer mucho ruido, construye una dinámica de paz y cooperación a fin de hacer de la Tierra un espacio vivible para todos sus habitantes.
Sobre todo en los últimos dos meses, en forma simultánea al proyecto genocida de Estados Unidos y la entidad sionista contra el pueblo palestino y los ataques contra Irán, Yemen, Siria y Líbano, China se reunía con representantes de más de la mitad de los países del mundo para pensar en un futuro de armonía, concordia, equilibrio y ayuda mutua para el mejoramiento, la prosperidad y el progreso de la humanidad.
Atiborrados de malas noticias que nos hablan de guerra, destrucción y muerte, bien vale la pena hacer notar que en las antípodas del mundo, otra potencia trabaja por la paz, la construcción y la vida. Veámoslo cronológicamente para tener una idea más ordenada de cómo China va desarrollando una labor que señala que en el mundo también ocurren cosas buenas y positivas.
Comenzamos hablando de un evento que tuvo directa relación con nuestra región. El 13 de mayo sesionó en Pekín el IV Foro China-Celac (FCC). Dicha reunión reafirmó el compromiso mutuo con el fortalecimiento de la cooperación birregional a partir de una convergencia de intereses en áreas clave como el desarrollo sostenible, la innovación tecnológica y el comercio. A partir de ello, se delineó una hoja de ruta para la profundización de la Asociación Estratégica Integral entre China y América Latina y el Caribe.
Al finalizar el encuentro se acordó ratificar el compromiso de los Estados miembros de la Celac y de China con el fortalecimiento del diálogo político, la cooperación y el entendimiento mutuo. En ese sentido, se valoró que el FCC es una plataforma relevante para vigorizar la cooperación entre las partes, reafirmando la intención de coordinar esfuerzos para avanzar hacia la modernización y el desarrollo sostenible, vinculando los baluartes y las capacidades de los Estados.
Asimismo, se valoraron las posibilidades que ofrece el Plan de Acción Conjunto Celac-China para la Cooperación en Áreas Clave (2025-2027), por lo que las partes manifestaron su disposición de analizar las propuestas en base a los principios compartidos, con miras a abordarlas posteriormente de manera coordinada en los temas de interés para las partes involucradas.
Entrando al mes de junio, el día 7, China y la Unión Europea (UE) mantuvieron conversaciones en París sobre asuntos comerciales clave, con el objetivo de encontrar soluciones mutuamente aceptables. Ambas partes avanzaron en las negociaciones sobre compromisos de precios, especialmente en el caso de los vehículos eléctricos, y acordaron redoblar esfuerzos bajo las normas de la OMC.
A pesar de las profundas diferencias políticas que emergen de la subordinación plena de Europa a Estados Unidos y a su presidente, una vez más, China reiteró su disposición a resolver las diferencias mediante el diálogo y expresó su esperanza de que la UE facilite el comercio tecnológico y respete las prácticas internacionales sobre controles de exportación.
Dando continuidad a estos vínculos, el día 25 de junio, el canciller chino, Wang Yi, sostuvo una reunión con los representantes de la Unión Europea en Pekín en el marco del 50º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y esa instancia internacional.
Wang reiteró que ambos actores internacionales deben “fortalecer la confianza mutua, gestionar adecuadamente las diferencias, aunar fortalezas y elevar la asociación estratégica integral China-UE a un nuevo nivel”. El canciller chino presentó tres líneas de acción para avanzar en el desarrollo de las relaciones bilaterales.
En primer lugar, señaló que la reunificación nacional completa es una aspiración de largo plazo en China y enfatizó: “China nunca permitirá que la región de Taiwán se separe de la madre patria”. En segundo término, subrayó que ambas partes deben sostener el posicionamiento original de su asociación, afirmando que “China y la UE son socios, no rivales, y ciertamente tampoco enemigos”. El tercer punto de su propuesta fue el compromiso con el multilateralismo.
El canciller también hizo mención a varios proyectos impulsados por China a nivel global, como la Iniciativa de la Franja y la Ruta y la visión de construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad. Señaló que estas iniciativas han ofrecido “sabiduría y soluciones de China a la comunidad internacional”. Concluyó con un llamado a la colaboración: “China y la UE deben seguir la tendencia de los tiempos, fortalecer el entendimiento, construir confianza, lograr el éxito mutuo e iluminar el mundo”.
Unos días antes, el 11 de junio, representantes de China, 53 países africanos y la Comisión de la Unión Africana se reunieron en Changsha, capital de la provincia de Hunan, en China, para avanzar en la implementación de los resultados del Foro de Cooperación China-África (Focac) y fortalecer la solidaridad y cooperación entre ambas partes.
En la reunión, el canciller Wang destacó que China y África, como principales fuerzas del Sur Global, deben enfrentar juntos los desafíos internacionales promoviendo un orden justo, el libre comercio y la cooperación para el desarrollo mundial. En ese contexto, la parte africana expresó su apoyo a las iniciativas chinas y su compromiso para implementar la Visión de Cooperación China-África 2035, rechazando sanciones unilaterales y promoviendo la colaboración mutua hacia una vida mejor.
En un saludo al evento, el presidente de la República Popular del Congo y copresidente del Focac, Denis Sassou Nguesso, señaló que la cooperación entre China y África ha dado “resultados fructíferos” desde la cumbre anterior. En el marco del 25º aniversario del Focac reiteró su disposición a trabajar con el presidente Xi Jinping para consolidar una comunidad de futuro compartido y “mejorar el bienestar de los pueblos de ambas partes” fortaleciendo la colaboración con China y con otros países del Sur Global en iniciativas como la Franja y la Ruta, con el objetivo de “construir conjuntamente un mundo multipolar libre de unilateralismo y proteccionismo” y dar paso a “una nueva era de globalización inclusiva y mutuamente beneficiosa”.
Incluso, en relación a Estados Unidos, la diplomacia china ha estado muy activa. Después del diálogo en Ginebra y la tregua pactada entre los dos países a comienzos de mayo, la relación regresó a su estado de tensión en tan solo dos semanas. A partir de la inconstancia y la inestabilidad del Gobierno de Estados Unidos y su presidente, y la carencia de pensamiento estratégico que lo lleva permanentemente a limitar su actuación como instrumento de incidencia en la coyuntura, los acuerdos cayeron rápidamente en “saco roto”.
En este marco, tras la abierta injerencia de Washington en asuntos relacionados con Taiwán y su acusación de que Pekín no había cumplido los Acuerdos de Ginebra, la Cancillería china se vio obligada a responder recordando que en la relación entre los dos países debe primar el respeto mutuo y las consultas en pie de igualdad. En esa medida, China rechazó la acusación sin fundamentos acerca del incumplimiento de los acuerdos y repudiaron la decisión de Estados Unidos de decretar nuevas medidas coercitivas unilaterales que dañan la relación y generan tensión perjudicando a China.
Por enésima vez, el 11 de junio, el viceprimer ministro chino, He Lifeng, señaló que las diferencias comerciales entre China y Estados Unidos deben resolverse mediante un “diálogo en condiciones de igualdad y la cooperación beneficiosa para ambos”. Y enfatizó que la cooperación en este ámbito trae beneficios mutuos: “No hay ganadores en las guerras comerciales”, afirmó, y agregó que “China no busca el conflicto, pero tampoco se dejará intimidar”. Asimismo, señaló que ambas partes deberían “aprovechar mejor el mecanismo de consultas económicas y comerciales China-Estados Unidos” conforme a lo acordado por los presidentes en la conversación telefónica que sostuvieron el 5 de junio.
Continuando con su diplomacia de cooperación y paz, el presidente Xi Jinping participó el 17 de junio en la II Cumbre China-Asia Central, celebrada en Astaná, Kazajistán. El encuentro reunió a los jefes de Estado de China, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán con el propósito de fortalecer los lazos multilaterales en diversos ámbitos de cooperación.
En este evento, Xi propuso cinco ejes para el fortalecimiento de la cooperación: unidad estratégica, optimización del marco de colaboración, refuerzo de la seguridad regional, vínculos entre pueblos y defensa del orden internacional equitativo. En este contexto, anunció la creación de centros de cooperación en áreas como reducción de la pobreza, educación y control de la desertificación, además de una plataforma para facilitar el comercio entre las partes.
Al finalizar el evento, los seis países firmaron un tratado de buena vecindad y cooperación amistosa permanente, considerado por Xi como “un nuevo hito en la historia de las relaciones de los seis países”.
En el marco de los ataques de Estados Unidos contra Irán y la reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU realizada el 23 de junio, China, a través de su embajador, Fu Cong, fijó posición. Condenando enérgicamente el ataque contra las instalaciones nucleares iraníes en Fordow, Natanz e Isfahán, China acusó a Estados Unidos de violar “gravemente los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, así como la soberanía, la seguridad y la integridad territorial de Irán”.
Asimismo, advirtió que esa acción había exacerbado las tensiones en Asia Occidental y asestado un duro golpe al régimen internacional de no proliferación nuclear. Con gran vehemencia, el embajador chino hizo un llamado a la comunidad internacional a fin de “defender la justicia y realizar esfuerzos concretos para calmar la situación y restablecer la paz y la estabilidad”.
En este sentido, China hizo una propuesta de 4 puntos:
1. Exigencia de un alto el fuego inmediato y fin de las hostilidades.
2. Exigencia de protección efectiva de los civiles.
3. Llamamiento a un compromiso con el diálogo y la negociación.
4. Instar al Consejo de Seguridad a actuar con rapidez.
En este marco, recordó que el Consejo de Seguridad “tiene la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales”, por lo que no puede permanecer de brazos cruzados ante una crisis de gran magnitud. Por esto, hizo un llamado a aprobar un proyecto de resolución elaborado por Rusia, China y Pakistán sustentado en los 4 puntos anteriores.
Unos días después, el 25 de junio, ante la propuesta de Brics en favor de la paz en Oriente Medio, el Gobierno chino reiteró su disposición a cooperar con los demás miembros del grupo Brics para contribuir a la estabilidad y la paz en la región de Asia Occidental. En una declaración dada a conocer por el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Guo Jiakun, durante una rueda de prensa, el Gobierno chino describió a Brics como “una fuerza de progreso que aboga por la paz y la estabilidad mundiales y defiende la equidad y la justicia internacionales” destacando que durante la cumbre del Brics celebrada en Kazán el año anterior, el presidente Xi Jinping expresó que el grupo debía “comprometerse con la paz” y “actuar como defensor de la seguridad común”. En ese marco, Guo reiteró que “China está dispuesta a trabajar con otros países del grupo para seguir laborando por un Oriente Medio pacífico y estable”.
Así se hace evidente que mientras unos hacen la guerra, otros abogan por la paz y la cooperación entre todos los pueblos del planeta.
Sergio Rodríguez Gelfenstein
sergioro07.blogspot.com