07/07/2025.- ¡Cuidado! Nuestras hermanas y hermanos que hoy viven —o malviven— en otros países no deberían repetir los discursos antivenezolanos de los mercenarios, pagados por la señora María Machado, para generar odio y agresiones contra Venezuela. El resultado más importante de esa propaganda ha sido la criminalización, estigmatización y discriminación contra nuestra gente.

Es cierto que la guerra económica de Estados Unidos, obedientemente asumida por las élites lacayas de la Unión Europea, creó condiciones de precariedad en Venezuela que, junto a una intensa campaña para promover la emigración masiva —a la que debemos sumar la abierta invitación de los gobiernos de Chile, Perú, Colombia, Ecuador, Panamá y Estados Unidos a emigrar a sus países—, no eran necesarias. Los resultados muestran que no fue prudente que parte importante de la emigración venezolana asumiera discursos de victimización repletos de exageraciones y mentiras.

Ahora sus discursos son utilizados en su contra, con amenazas que suponen que un regreso a Venezuela los expondría a supuestas persecuciones y carencias.

Es fácil entender que, desde la lógica imperante, las víctimas tienen el deber de agradecer y carecen de derechos. Pueden aspirar a "ayuda", pero nada más, y "ayuda" es cualquier cosa. Un trabajo por el diez por ciento del salario que corresponda, por ejemplo.

Debemos entender que, desde la perspectiva capitalista, las víctimas de crisis humanitarias, reales o supuestas, son una oportunidad de negocio. Diversas fuerzas se mueven para recibir y administrar enormes recursos. Recuerden al gobierno de Duque, pidiendo y recibiendo un dinero internacional que jamás se destinó a ayudar a las venezolanas y los venezolanos.

Hoy podemos evidenciar cómo algunos imbéciles se dedican a diferenciarse de sus compatriotas, alegando no ser ellos mismos miembros de una organización criminal que no existe, el Tren de Aragua. Es un discurso delirante, que supone la existencia de una organización criminal que contaría con cientos de miles de integrantes, manejada por el gobierno de Venezuela y que habría sido creada para desestabilizar a los Estados Unidos.

Es curioso que digan que nuestro gobierno tiene la capacidad de dirigir a cientos de miles en el exterior y, a la vez, aseguren que no contamos con respaldo popular para ganar las elecciones en nuestro país.

Lo realmente terrible es que su discurso sirve para justificar sus propias persecuciones y deportaciones.

Freddy Fernández

@filoyborde