Xin cháo I Fabricio vive, la lucha sigue

Había mucha mística.

Quisimos asaltar el cielo.

Pretendimos cambiar la historia.

Y muchos murieron en el intento.

 Nancy Zambrano

27/06/2025.- En un emotivo acto, de unas cuatro horas, escenificado en el Teatro Bolívar de Caracas, el mismo que hace años se llamó cine Rialto, fueron conmemorados los 59 años del asesinato del comandante guerrillero Fabricio Ojeda, el legendario comandante Roberto de las montañas trujillanas, larenses y falconianas, por allá, por la década de los 60.

Muchos de los asistentes al acto del pasado sábado 21 recordaron, además, aquel cine Rialto, que a temprana edad conocieron, donde proyectaban las películas “vaqueras”, como eran llamadas aquellos “westerns americanos” en las cuales los catires de ojos azules masacraban a los habitantes originarios, sobre todo del oeste de Estados Unidos, para apoderarse de las ricas tierras donde los “caras pálidas” disfrutaban plácidamente de la naturaleza, hasta que llegaron los millonarios con sus rifles Winchester.

Qué iban a pensar aquellos niños y niñas de los años 50 y 60 que les tocaría enfrentar años después, por calles y montañas, a los cipayos venezolanos que se prestaron en cuerpo y alma como serviles de los imperialistas que habían diezmado a los pueblos originarios de lo que sería el imperio yanqui.

Allí, en el Teatro Bolívar, al lado de la Cancillería, estuvieron orgullosos guerrilleras y guerrilleros de diversas partes del país, para recordar al Fabricio que en los años 60 renunció a las comodidades de la burocracia para adentrarse en las montañas de Trujillo, Falcón o Lara, y desde allí enfrentar a las fuerzas armadas y policiales de los regímenes puntofijistas, serviles de los gobiernos del Norte.

A pesar de que el motivo del encuentro era recordar la desaparición física del comandante Roberto, no hubo lágrimas de tristeza, más bien reinó la alegría, el canto y los himnos dedicados a quien en vida reivindicó a las tropas de Bolívar que libraron a Venezuela del yugo español. En la sala reinó el entusiasmo, porque aquel guerrillero “estaba allí”, rodeado de familiares. La pantalla mostró imágenes de Anayansi Jiménez, la compañera de Fabricio, quien también fue detenida por el SIFA (Servicio de Inteligencia Militar de las Fuerzas Armadas) que en los años 60 estuvo bajo el mando del sanguinario general Martín Márquez Áñez, cuyo jefe era el ministro de la Defensa Florencio Gómez.

Al correrse el telón, la voz del comunicador popular Roger Pinzón tomó el micrófono como conductor de la velada, mientras la pantalla de la sala mostraba imágenes de numerosos héroes y heroínas que cayeron en aquellos combates libertarios, desde Falcón hasta oriente, o calles y avenidas de Caracas y otras ciudades. No hubo lágrimas, más bien euforia, cánticos, consignas; la lucha justa es luchar hasta vencer, Fabricio vive, la lucha sigue, patria o vida, venceremos.

Acto seguido, un cortometraje mostró en pantalla a la valiente Anayansi Jiménez, la misma que también fue detenida por el SIFA (Servicio de Inteligencia Militar de las Fuerzas Armadas) que en aquellos años 60 estuvo bajo el mando del sanguinario general Martín Márquez Añez, cuyo jefe era el ministro de la Defensa Florencio Gómez.

Anayansi aparece relatando los momentos de la captura de Fabricio por agentes de inteligencia en La Guaira, donde ella también fue detenida y encarcelada posteriormente en el cuartel San Carlos.

Su voz silenció la sala: con su palabra valiente, tranquila, relató cómo fue detenido Fabricio en el litoral central. Habló sobre los últimos minutos que tuvo de cerca a su compañero, en la sede del siniestro cuerpo policial que funcionó frente al Palacio de Miraflores. La camarada Anayansi vio cuando Fabricio era sacado de un calabozo, seguramente para ser llevado al sitio donde finalmente le quitarían la vida minutos después. Seguramente, el sanguinario Márquez Áñez pensaba que había desaparecido del ideario venezolano al comandante Roberto, pero fue lo contrario, porque Fabricio se convirtió en referente de la lucha armada durante el puntofijismo AD-Copei. Prohibido olvidar.

El relato de Anayansi corroboró que Fabricio había sido entregado al SIFA por una tríada de perezjimenistas que había sido infiltrada a la guerrilla de Douglas Bravo, encabezada por Maignan Lares, el mismo que había participado en el atentado de Los Próceres contra el presidente de Venezuela Rómulo Betancourt, el 24 de junio de 1960.

La Fundación Ponte Rodríguez

Hombres y mujeres que vistieron el uniforme verde oliva en las montañas de Falcón, Lara, Portuguesa, Miranda, Anzoátegui, Monagas y Sucre, forman parte de organizaciones que reúnen hoy a muchos excombatientes de la montaña, así como unidades urbanas, sobre todo de Caracas. Uno de esos referentes es la Fundación Contralmirante Manuel Ponte Rodríguez, que preside Humberto Vargas Medina, veterano de aquellas lides libertarias que hizo armas en las montañas falconianas, cuyos relatos alimentan el libro Remembranzas de un guerrillero de los años 60 (Imprenta Nacional y Gaceta Oficial, 2010).

En esas páginas, sobre la vida guerrillera, Humberto Vargas inició sus vivencias en lo que popularmente se llamó la Lincoln, una zona de Los Rosales, parroquia Santa Rosalía, donde creció al lado de Chela Vargas, César, Rafael (Ramiro), Juancito, y Sol Vargas Medina, suerte de célula familiar subversiva.

La Fundación Ponte Rodríguez constituye, al lado de Castillete y el Museo Iván Barreto Miliani, de Acarigua, un importante referente de las actividades de la guerrilla insurgente de los años 60, 70 y 90.

Vargas Medina expresó en su discurso que tienen varios años luchando por hacer realidad que el Cuartel San Carlos sea convertido en la Memoria Histórica, tal como lo expresa el artículo 29 de la Ley Promulgada por el presidente Hugo Chávez en noviembre de 2011, para sancionar los crímenes, torturas, desapariciones y otras violaciones de los derechos humanos por razones políticas, durante el período 1958-1998. Subraya ese artículo 29 que el Cuartel San Carlos es la sede del Museo de la Memoria Histórica, ratificado por el Decreto 3.130, que firmó el presidente Nicolás Maduro el 30 de octubre de 2017. El mencionado artículo indica que la Fundación Contralmirante Ponte Rodríguez, en representación del poder popular, actuará junto al Instituto de Patrimonio Cultural y el Centro Nacional de Estudios Históricos, como asesores para la conformación del Museo de la Memoria Histórica. Pero, señala Vargas Medina que han transcurrido 14 años de la promulgación de esa ley y 8 años del decreto presidencial sin que se haya hecho realidad la creación del Museo en el Cuartel San Carlos.

No podía la literatura escapar a este cargado ambiente de pasiones, de luchas fratricidas, donde la brutal represión o el ignorado heroísmo eran hechos de cada día. Surgió la literatura de violencia, que ya ha dado frutos en una serie de obras de indiscutible importancia. (Luis Correa, Comandante Gregorio).

Por Ángel Bastidas G.

Fuentes de consulta:

Homenaje a Fabricio Ojeda (21-06-2025) Teatro Bolívar de Caracas.

Vargas Medina, H. (2010). Remembranzas de un guerrillero de los años 60. Imprenta Nacional y Gaceta Oficial).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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