Celebraciones de San Juan Bautista: Fe, ritmo y tradición

Venezuela se viste de blanco y rojo para celebrar al "santo de los negros"

Esta es una festividad que reúne la fe, la música y tradiciones ancestrales en el país.

 

24/06/25.- Este martes 24 de junio, Venezuela se viste de blanco y rojo para celebrar el Día de San Juan Bautista, una festividad profundamente arraigada en la identidad cultural del país.

Desde el amanecer las comunidades se preparan para un estallido de alegría, devoción y música que transforma el aire mismo en un canto colectivo. El repique de tambores resuena por todo el territorio, armonizando con los ecos de cantos ancestrales, recordando la riqueza de una herencia afrovenezolana que ha sobrevivido a la prueba del tiempo.

La celebración de San Juan Bautista remonta sus orígenes al siglo XVII, como un crisol de conocimientos y prácticas que han evolucionado a lo largo de los años. Aunque hoy en día es ampliamente representada por comunidades afrovenezolanas, cuya historia se entrelaza con el legado de las haciendas coloniales, su esencia se nutre de una profunda conexión con las raíces africanas y las creencias católicas. Este sincretismo ha contribuido a forjar una festividad que es tanto un homenaje a la fe como una celebración de la cultura y resistencia.

En el contexto de estas festividades, resuena la célebre frase “Si San Juan te lo tiene, San Juan te lo da”, un mantra que se escucha en muchos hogares el día de la celebración. Para los devotos, San Juan se convierte en un poderoso intercesor, especialmente en tiempos de necesidad. Durante la festividad, los fieles no solo buscan agradecer los favores concedidos, sino que también realizan peticiones, todo en un ambiente de júbilo, fe y comunión que inunda cada rincón de las localidades celebrantes.

La celebración simboliza la resistencia cultural desde el sigo XVII.

 

El ciclo festivo comienza en mayo, pero su culminación se da en los días 23 y 24 de junio, que son considerados el corazón de la celebración. En la víspera, el 23, los sanjuaneros intercambian visitas, reforzando lazos de amistad y acercándose a las iglesias y casas del santo. Esta práctica fortalece el sentido de comunidad y pertenencia en cada barrio, donde todos esperan con ansias al día siguiente. El 24, el verdadero clímax de la celebración, se transforma en un carnaval vibrante, donde la alegría es contagiosa y todos se sumergen por completo en el espíritu festivo.

El bautizo de San Juan es uno de los momentos más esperados, donde muchos devotos se sumergen en los ríos, buscando ser bendecidos por el santo. Este rito no solo es una rememoración del evento bíblico, sino también un acto de purificación y renovación espiritual. Al sumergirse en el agua, los fieles sienten que son bañados por la gracia de San Juan, un momento íntimo donde la fe se entrelaza con la tradición.

Además, la imagen del santo es llevada en procesión, adornada con flores frescas, frutas abundantes, velas y pañuelos de colores que simbolizan la vibrante cultura venezolana. La procesión, acompañada por el sonido del tambor y los cantos emocionantes, se desplaza por las calles, creando un espectáculo visual y sonoro que cautiva a todos los presentes. Los portadores, al ritmo de golpes de mina y cumaco, evocan historias, reflejando el legado cultural que preservan y comparten con las nuevas generaciones.

El evento fusiona tradiciones afrovenezolanas y católicas.

 

La alegría y espiritualidad se manifiestan a lo largo del día en una danza de tradiciones. Los cantos de sirena, luangos, malembe y sangreos resuenan entre los participantes, creando un ambiente propicio para la celebración y la comunión. Las comunidades se unen en un abrazo colectivo de gratitud, donde cada tamborada es una llamada a la historia, a las luchas pasadas y a la esperanza de un futuro lleno de fe y fortaleza.

El Día de San Juan Bautista no solo es una celebración religiosa, sino un testimonio de la resistencia cultural y la lucha por la libertad de las comunidades afrovenezolanas. En 2021, el evento fue reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, lo que reafirma su valor como tradición profundamente enraizada en la identidad venezolana.

Este reconocimiento es un recordatorio de la importancia de preservar y valorar nuestras costumbres, un legado que nos conecta con nuestras raíces y nos ayuda a forjar un camino hacia adelante.

Al culminar las festividades, aunque el ciclo puede variar en diferentes comunidades, muchas lo cierran el 16 de julio, en el día de la Virgen del Carmen, cuando la imagen del santo es retornada a su sitio de resguardo. Este rito de cierre no hace más que enfatizar la conexión entre las diferentes tradiciones culturales que coexisten en Venezuela, subrayando la riqueza de su diversidad.

Así, el Día de San Juan Bautista se erige como un símbolo de unión, gratitud y celebración, resaltando la historia, la cultura y la fe de un pueblo que, a lo largo de los años, ha tejido un entramado único de identidades, tradiciones y esperanzas que brotan con fuerza y pasión cada 24 de junio.

Caracas lo celebra

Este martes, la parroquia La Vega se llenó de vida y color con la esperada celebración de la Fiesta de San Juan Bautista. Como cada 23 de junio, la Cofradía y Sociedad de San Juan Bautista da la bienvenida a la Nochebuena dedicada al santo, dando inicio a un ritual vibrante de cantos, bailes y repiques de tambores que inundan las calles con alegría y espíritu comunitario extendiendo esta festividad hasta el 24 de junio.

Fue reconocida por la UNESCO como patrimonio cultural en 2021.

 

William Ochoa, líder cultural y coordinador general, destaca que su organización, pionera en la celebración de San Juan en Caracas, cuenta con 190 integrantes comprometidos con la preservación y difusión de esta manifestación cultural. Ochoa, quien fue reconocido con el Premio Nacional de Cultura 2021-2022, enfatiza que esta fiesta no solo es un evento religioso, sino también una celebración de resistencia cultural que honra la memoria de sus ancestros.

Las festividades se realizan en la calle 7 de septiembre, en la Capilla de los Santos de los Negros, donde las familias vegueñas se reúnen para compartir en un ambiente de camaradería. Durante este periodo, se entrelazan las creencias cristianas con las raíces africanas, creando un tejido cultural que se siente en cada tambor y en cada canto. "San Juan está en el corazón de los vegueños", señala Ochoa, reflejando el profundo arraigo de la tradición en la comunidad.

 
 
 
 
 
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Además de las celebraciones, la Cofradía también trabaja en la formación de nuevas generaciones a través de una escuela que enseña canto, danza y tambor. "Tenemos amigos para el golpe del tambor, y también contamos con nuestros propios músicos", asegura Ochoa, evidenciando el compromiso de la comunidad por garantizar que la fiesta y su cultura perduren en el tiempo. 

De esta manera, la Fiesta de San Juan en La Vega y en otras localidades como la Parroquia San Juan y San Agustín, de la ciudad Capital, se convierten en un encuentro comunitario, donde la alegría de la celebración y el respeto por la herencia cultural se combinan para crear una experiencia única y enriquecedora. 

CIUDAD CCS


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